El coordinador del gabinete económico de CCOO, Luis Zarapuz, ha defendido este lunes durante una jornada organizada por el Consejo General de Economistas que “existe base” de crecimiento económico para seguir incrementando el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2023-2024 de manera que mantenga “la referencia” del 60% del salario medio neto y se pueda “preservar su poder adquisitivo”.
Según ha explicado el economista, las próximas subidas deberían tener en cuenta la inflación y actualizarse de manera acompasada con el salario medio. Si se cumpliera esta última premisa, el SMI aumentaría más que la inflación en 2023 y 2024, ya que así lo harán las remuneraciones de los asalariados con empleo tiempo completo, que crecerán en torno al 4,9% este año y alrededor del 3,9% el siguiente, de acuerdo con las previsiones de Funcas y del Gobierno en el Plan Presupuestario.
“A partir de ahora planteamos la evolución futura en, al menos, el 60% del salario medio y vinculado a la evolución de las variables macroeconómicas: productividad, salarios medios e inflación”, ha afirmado Zarapuz. En este sentido, aboga por que el SMI “no se vuelva a descolgar” de la evolución de la economía y del resto de los salarios, algo que sucedió a raíz de la crisis financiera y se comenzó a solventar con el cambio de Gobierno en 2018.
Para ello, CCOO propone que se fije por ley la premisa de alcanzar como mínimo el 60% del salario medio anualmente, algo que a priori es compartido tanto por el PSOE, que lo llevaba en su programa electoral del 23 de julio, como por el PP, ya que así lo expresó Feijóo durante su sesión de investidura fallida. “El esfuerzo de subir el SMI ya está hecho y asumido por la economía española, ahora se trata de mantener ese nivel”, ha señalado Zarapuz.
UGT pide un SMI superior a 1.200 euros
Esta posición de CCOO es distinta a la de UGT, que defiende que el SMI actual (1.080 euros mensuales netos) no alcanza el 60% del salario medio. De hecho, su secretario general, Pepe Álvarez, criticó al grupo de expertos designado por el Ministerio de Trabajo en los últimos años para estudiar las subidas del SMI que necesita España y consideró que los aumentos se deben basar en los datos de declaraciones de IRPF de la AEAT. Según su análisis a partir de dichas cifras, el 60% del salario medio (28.301 euros anuales) son 16.980 euros, lo que supondría 1.213 euros al mes.
Respecto a esta discrepancia, Zarapuz no ha querido pronunciarse claramente: “Los datos de los salarios de 2023 no los tenemos todavía, nosotros no vamos a dar el titular de si se cumple o no -el 60%-, me quedo con la estimación de la comisión de expertos”. Por otra parte, el economista ha señalado que por el momento no hay negociaciones con el Gobierno de cara a aprobar una nueva subida del SMI, ya que este se encuentra actualmente en funciones.
El SMI ha subido un 46,76% entre 2018 y 2023, por lo que el economista de la UAM e investigador de Fedea, Marcel Jansen, llama a que las siguientes subidas se hagan “con cautela”, aunque coincide con CCOO en que el SMI debe mantener su poder adquisitivo. “Tras las últimas subidas, el SMI se acerca al 60% del salario medio, lo que nos sitúa entre los países europeos con el SMI más alto. A partir de ahora deben evitarse más saltos”, ha considerado.
Impacto de las subidas del SMI
Tanto Zarapuz como Jansen han coincidido durante la jornada en que las subidas del SMI han tenido más efectos positivos que negativos. Según el investigador de Fedea, las evaluaciones académicas disponibles (que se centran principalmente en la subida del 22% en 2019) “concluyen que ha tenido un impacto considerable en los salarios más bajos y un efecto pequeño en el empleo”. El último ejemplo es un estudio de la OCDE que concluye que la subida del SMI aumentó la renta mensual media de las personas afectadas un 5,8%, mientras su empleo se contrajo un 0,6%, equivalente a unos 7.400 puestos de trabajo a tiempo completo.
Existen estudios que apuntan a efectos adversos algo mayores, pero ninguno de ellos se acerca a las pérdidas que pronosticaron algunas instituciones como el Banco de España cuando se aprobó la medida. Aparte de la repercusión en la creación de empleo, Jansen señala que la subida ha contribuido a una disminución de la desigualdad salarial y también ha tenido un moderado efecto negativo en las horas de trabajo, aunque este último efecto es reducido y no se refleja en las estadísticas.
Menos consenso han mostrado el investigador de Fedea y la representación de CCOO en la mesa sobre regular distintos salarios mínimos según la comunidad autónoma, el sector o la edad del trabajador. Jansen defiende esta vía para que los salarios mínimos permitan vivir en ciudades como Madrid y Barcelona y se minimicen los riesgos de que haya empresas que reduzcan su participación den la FP dual. Zarapuz se niega a diferentes salarios mínimos y considera que la vía para que aumenten en las zonas donde la vida es más cara sea la negociación colectiva.