Mourinho sigue siendo Mourinho y lo será siempre. Este fin de semana, Roma fue testigo de una nueva entrega de su carácter. El técnico luso fue expulsado después de que en el partido que enfrentaba a su Roma ante el Monza celebrase con extrema efusividad el agónico gol de El-Shaarawi que selló la victoria para los romanistas. Mourinho se tiró al suelo a festejar y, una vez levantado, se acordó de todo el equipo rival, les mandó callar, hizo gestos de llorar y acabó viendo la tarjeta roja. Lo que le impedirá dirigir a la Roma en el Giuseppe Meazza ante el Inter de Milán, líder momentáneo de la Serie A.
Tras llevarse el partido, el luso libró otra batalla en la sala de prensa. Antes de que el positivo del Papu Gómez hiciese saltar su carrera por los aires, el futbolista argentino concedió una entrevista a La Gazzeta dello Sport pocos días antes de que su equipo, el Monza, se enfrentara a la Roma de José Mourinho. El argentino aprovechó la coyuntura y afirmó tener “un solo recuerdo de Mourinho” que es “cuando le gané la Europa League con el Sevilla”.
Era el turno de respuesta para un Mourinho que no suele dejar estas cosas: “No recuerdo que haya jugado en la final de la Europa League contra nosotros. Me parece que lo hizo contra la Juventus en semifinales con un control ya positivo”, ha empezado antes de lanzarle un dardo envenenado. “Tengo tos, pero no quiero tomar ni jarabe ni pastillas. O podría tener problemas para pasar las pruebas antidoping”, sentenció.
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— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) October 22, 2023
El Papu, suspendido dos años
El futbolista argentino ha sido sancionado con dos años de suspensión por las autoridades antidopaje. El exjugador del Sevilla, que se ha ido este año al Monza, ha dado positivo por una sustancia prohibida tras un control realizado en noviembre de 2022. El jugador y el club andaluz tuvieron conocimiento de esta noticia hace meses, cuando la UEFA se lo notificó. Pero ha sido esta semana cuando ha recibido la sanción. Una ‘condena’ que podría acabar con su carrera deportiva.
El futbolista de 35 años intentó darle claridad total a la situación que lo rodeó en los últimos días y contó qué ingirió para que el test arrojara un resultado positivo. Alejandro explicó: “Tomé por error y de forma accidental, involuntaria y no intencionada una cuchara del jarabe de mi hijo pequeño, para el alivio de la tos”.
Por otro lado, el Papu se defendió argumentando que “el uso terapéutico de la Terbutalina está permitido para los deportistas profesionales y que en ningún caso mejora el rendimiento deportivo en el fútbol” y que esa será su carta principal para la batalla legal que está por comenzar. Además, aseguró que está completamente en contra de “toda forma de dopaje” y agregó una firme declaración: “Nunca he tenido ni tendré la intención de recurrir a una práctica prohibida”. Y concluyó con un mensaje hacia los aficionados. “Por último, quiero agradecer todas las muestras de afecto y apoyo recibido en estos momentos complicados a nivel profesional”.