La revolución ‘ChatGPT’: crece cuatro veces más rápido que TikTok y multiplica los datos de WhatsApp

La inteligencia artificial ha llegado para quedarse. El crecimiento de este tipo de herramientas en los últimos meses ha sido inaudito. Las redes sociales tenían casi asegurado el trono del sistema mediático, pero los últimos datos apuntan a un cambio de paradigma. El futuro pasa por ChatGPT –al menos, las previsiones invitan a pensar en ello–. La inteligencia artificial no solo ha experimentado un desarrollo sin precedentes, tanto en número de descargas como de usuarios, sino que también ha aterrizado en el ámbito educativo y cada vez son más las ramas que caen rendidas a este fenómeno.

El informe Entertainment & Media Outlook de PwC analiza cada año el presente y el futuro de la industria de los medios en todo el planeta. La última edición, publicada hace unos días, pone de manifiesto la supervivencia del sector en una nube de adversidades y discute sobre la irrupción de la inteligencia artificial en el tejido mediático. Las empresas todavía reciben con timidez este tipo de propuestas tecnológicas, pero los expertos insisten en exprimir su potencial y aprovechar sus beneficios.

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El mercado, desde que llegó la inteligencia artificial, ha ganado competitividad. La pandemia ha marcado un antes y un después, con los usuarios más activos que nunca en términos sociales, aunque no solo en los escenarios online. La venta de entradas para conciertos, películas y eventos culturales se ha disparado después del confinamiento. La rápida expansión de esta tecnología, sumada al creciente interés por las actividades al aire libre, ha hecho sonar las alarmas.

La nueva ola de inteligencia artificial generativa fue impulsada por ChatGPT, una plataforma que alcanzó los 100 millones de usuarios en todo el mundo en apenas dos meses. El ritmo de crecimiento de esta herramienta es ocho veces más rápido que el de TikTok y multiplica los datos de Instagram, WhatsApp o Facebook. La primera de las aplicaciones, que se puso de moda durante la pandemia, ha tardado nueve meses en llegar a los 100 millones de usuarios. WhatsApp, por ejemplo, ha tenido que esperar tres años y seis meses. X (antes Twitter) ha invertido cinco años y medio, mientras que LinkedIn ha tardado casi ocho años en superar esta barrera.

“La clave está en la publicidad. ChatGPT ha recibido mucha atención, tanto directa como indirectamente. Las noticias sobre la normativa europea de protección de datos han generado mucho interés y la gente, aunque solo fuera por curiosidad, empezó a registrarse en la plataforma. El efecto llamada ha sido brutal”, detalla José Noblejas, experto en marketing digital. La transversalidad de la herramienta ha sido otro de los principales alicientes. “Tiene multitud de usos y cubre todas las franjas de edad. Las redes como TikTok, Instagram y Twitter están más segmentadas, pero ChatGPT tiene un rango más amplio”, explica Sergio Magán, consultor de marketing digital.

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La inteligencia artificial generativa ha permitido que tanto las empresas como los particulares piensen de manera diferente a la hora de crear contenido, según el citado informe. “La experiencia demuestra que puede aumentar drásticamente la capacidad, la velocidad y el volumen de producción”, detalla PwC. El rápido crecimiento de ChatGPT tiene, además, otra explicación: resulta atractivo para muchos nichos de mercado. “La publicidad, el periodismo e incluso la salud. La alternativa está al alcance de muchos sectores, pero llegará un momento en el que, si no desarrolla nuevas funcionalidades, se estancará y crecerá de forma residual”, añade Noblejas.

El éxito de este fenómeno ha quedado probado con su entrada en las universidades. Los programas educativos cada vez tienen más en cuenta la inteligencia artificial, hasta el punto de desarrollar manuales específicos sobre el tema. La Universidad de Santiago de Compostela (USC), por ejemplo, ha presentado este curso una nueva propuesta formativa que fusiona las demandas del sector audiovisual con el periodismo y la inteligencia artificial. La Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) ha lanzado un máster en IA y Big Data en el ámbito de la salud. “Los médicos no están formados, pero tienen que aprender a manejar estas herramientas, porque son fundamentales para la investigación y el uso de datos en tiempo real”, explica José Ibeas, nefrólogo y codirector del posgrado. La ingeniería, la publicidad y la robótica tampoco han conseguido escapar a esta tecnología.