Un intrincado laberinto de calles empedradas parece resguardado perpetuamente por la cordillera. Asoma entre la vegetación repleta de aromas de la Sierra de Mariola, encanto sobrenatural de la comarca de la Val d’Albaida: se trata de Bocairent, un pueblo medieval de la provincia de Valencia que se enclava en medio de un paraje natural impresionante y, visto desde la carretera, parece suspendido en la eternidad.
Este lugar, declarado conjunto histórico-artístico, invita al viajero a desandar el tiempo, a zambullirse en un viaje donde la historia y la estética se funden en un mismo paisaje. Cuesta abajo y cuesta arriba, subidas y bajadas, la magia de su trazado árabe inunda la vista con callejones y escaleras, revueltas y plazoletas, fuentes y macetas floreciendo a cada paso. Recorre el casco antiguo desplegándose como un lienzo dibujado en un relieve adornado de ermitas: Sant Joan, Mare de Déu dels Desemparats y Mare de Déu d’Agost, perlas de devoción que se yerguen entre los recovecos serpenteantes de la villa.
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La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción es el faro que corona el casco antiguo, una joya arquitectónica con su sangría de arte escondida dentro de su museo. Un descenso a la Placeta de Sant Vicent, y el Museo de Oficios y Costumbres alumbra la historia de los artesanos locales, con su antiguo telar, orgulloso presagio de una tradición que se niega a desvanecerse.
Templos de piedra
La peculiar orografía de Bocairent ha sido un imán cultural para diversas civilizaciones a través del tiempo. Indicios de asentamientos neolíticos se descubren en las cuevas del Vinalopó y de la Sarsa, e incluso restos de pueblos íberos en las lomas. Testimonio de su pasado romano también se encuentra en algunas mansiones. El Museo Arqueológico Municipal «Vicent Casanova», refugio de historia bajo la Iglesia Parroquial, es la ventana abierta a este universo de reliquias del pasado.
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Los templos de piedra no son los únicos que guardan los enigmas de Bocairent, oculto en sus montañas está el indescifrable legado de los “Covetes dels Mors”. Un conglomerado de cuevas, cincuenta en total, terraza natural que mira al Barranc de la Fos, a no más de 300 metros del núcleo urbano medieval. Estas cuevas, concebidas posiblemente en la época andalusí como graneros o almacenes de seguridad, suspenden el aliento con una arquitertura que desafía el acantilado.
Sierra de Mariola
Bocairent engloba un microcosmos donde naturaleza y humanidad ensamblan una sinfonía de belleza. Rodeado de la Sierra de Mariola, declarada Parque Natural en 2002, se extiende a los pies del pueblo con una colcha de 16.000 hectáreas, donde abundan fuentes y masías unidas por una intrincada red de caminos ancestrales.
La vegetación se despliega en una galería de más de 1.400 especies de plantas aromáticas y medicinales, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, reflejo vivo de una exuberante biodiversidad. Un singular coro que está encabezado por el murmullo constante del río Vinalopó, que nace en las profundidades del parque, y las alturas imponentes del Montcabrer.
Bocairent, el pueblo que se cobija en el regazo de la naturaleza, es el embajador de una historia que se niega a desvanecer, un retrato viviente de tiempos pasados y un monumento al impresionante poderío de la madre tierra. Anímate a caminar por sus senderos, a empaparte de la esencia de un lugar que es capaz de amar con su origen, que aunque amenaza con desvanecerse, insiste en reescribirse.