Hace meses que el precio de la gasolina, el diésel y el gasóleo encadena un máximo tras otro en España. Esto ha hecho que cada vez sean más las personas que se decantan por usar transporte público u otras alternativas como método de ahorro. Y es que compensar los gastos en combustible se ha vuelto ya una necesidad. Es este precisamente el objetivo que persiguen las dos órdenes que aprobó el pasado mes de julio el Ministerio de Hacienda y Función Pública, liderado por María Jesús Montero, para revisar la compensación a los trabajadores que utilicen su vehículo en el desarrollo de su actividad laboral. Gracias a esto, la asignación ha pasado de 0,19 a 0,26 euros por kilómetro recorrido.
Es un hecho que el precio de los vehículos nuevos ha subido en los últimos años, incluso en las marcas generalistas, que suelen ofrecer tarifas más asequibles. En comparación con 2018, ahora son, de media, un 40% más caro. A su coste hay que añadir después un sinfín de gastos. Es por ello que las dos órdenes aprobadas tienen como fin recompensar los gastos en combustible, pero también el desgaste del vehículo provocado por la actividad laboral y las posibles averías, así como los gastos relacionados con el seguro e impuestos, aunque estos solo de forma parcial.
Te puede interesar: ¿Herencia o donación? Qué elegir si dejas una vivienda a tus hijos
Estas revisiones al alza ya están en vigor, puesto que fueron recogidas en el Boletín Oficial del Estado el pasado 17 de julio. Una de ellas alude a empleados públicos que usen su vehículo personal para trabajar y, la otra, a las exenciones del IRPF de las que pueden beneficiarse todos aquellos que deban desplazarse en sus vehículos propios por razones laborales.
Cómo solicitar las compensaciones por combustible
La asignación que paga Hacienda a los trabajadores que utilicen su vehículo en el desarrollo de su actividad laboral ha subido de 0,19 a 0,26 euros por kilómetro recorrido. Pero la forma de acceder a este beneficio varía en función del colectivo al que se dirige. Así, los empleados públicos deben presentar la factura de combustible y una declaración justificativa del desplazamiento para que se les abonen los 0,26 euros por kilómetro. Una vez comprobada la documentación, se les ingresa el pago en su cuenta.
Te puede interesar: Este es el destino paradisíaco más barato para viajar en 2024
El resto de trabajadores que sean contribuyentes de IRPF y utilicen su vehículo para trabajar, pueden disfrutar de exenciones que se aplicarán en la declaración del impuesto y que son el resultado de multiplicar 0,26 euros por los kilómetros recorridos. Para poner en marcha este trámite tienen que presentar un documento que justifique el desplazamiento. En él pueden incluir los gastos de peaje y aparcamiento, tal y como indican desde la cartera dirigida por María Jesús Montero.
El precio del combustible se ha duplicado
El elevado precio del combustible ha llevado a buena parte de la sociedad a pedir la puesta en marcha de medidas que permitan paliar su impacto en la economía. Por ello, la subida a 0,26 euros era una cuestión pendiente porque no se actualizaba desde 2005, cuando se instauraron los 0,19 euros. A esto se han unido otros factores, como el precio final de las materias primas o la invasión rusa de Ucrania, que ha causado un aumento histórico del coste de la energía y ha disparado el de la gasolina y el gasóleo, que ahora son casi el doble de lo que eran hace 18 años.
Para que el Ministerio de Hacienda pudiera ejecutar la subida de los 0,19 a los 0,26 euros por medio de órdenes ministeriales, se incluyó una habilitación expresa en el Real Decreto-ley 20/2022, de 27 de diciembre, de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra de Ucrania.
Así quedó recogido este asunto en el Acuerdo Marco para una Administración del siglo XXI, pactado con los sindicatos del área de Función Pública de CCOO y UGT en el ámbito de la Mesa General de Negociación de la Administración General del Estado. La cláusula novena fija la “actualización de los importes” de esos gastos de desplazamiento para ejecutar la prestación de servicios.