Carlos Alcaraz lleva un final de verano y un principio de otoño un tanto más dubitativos que el primer tramo del curso. Tras proclamarse campeón de Wimbledon por primera vez, el tenista español no ha acabado de brillar con la intensidad previa en la pista dura. Ni la gira norteamericana (cuartos de final en Canadá, final en Cincinnati y semifinales en el US Open) ni la asiática (semifinales en Pekín y octavos de final en Shanghái) han colmado su ambición. En la primera, cedió el número uno del mundo a manos de Novak Djokovic. En la segunda, no logró recortar las distancias esperadas para recuperarlo. Este último es un objetivo que ha ganado en complicación esta semana, al conocerse la baja del segundo clasificado del ranking en Basilea.
La ausencia del murciano en el ATP 500 helvético por problemas físicos no parece motivo de preocupación venidero. Las molestias que sufre en la planta del pie izquierdo (inflamación) y en los glúteos requieren, sobre todo, de descanso. Tampoco estuvo en Montecarlo por causas similares, y él mismo ha reconocido que se someterá a “tratamiento para poder jugar el resto de la temporada”. Esto es: el Masters 1000 de París y las Finales ATP de Turín, en las que Alcaraz aún no ha debutado.
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En estos momentos, hay 2.240 puntos de diferencia entre Djokovic (11.045) y su gran rival de los últimos tiempos (8.805) en la clasificación a secas. La renta del serbio ascenderá a 2.420 una vez que haya concluido el torneo de Basilea, en el que Alcaraz defendía 180 puntos por las semifinales de 2022. Un botín idéntico al que se pondrá en juego en su caso en la capital francesa, donde alcanzó los cuartos de final hace un año. Será la nueva parada del circuito masculino en el país vecino, en este caso en el marco de París-Bercy, la que dictamine quién lidera el deporte de la raqueta. Porque lo que interesa, a efectos de terminar o no en lo más alto, es la Race ATP.
Las opciones de Alcaraz para recuperar el número uno
Es la tabla de lo que ha ocurrido únicamente durante la campaña la que hay que tener en cuenta, aunque esta coincida con el ranking ATP al concluir la competición tenística. En ella, Djokovic apenas aventaja en 500 puntos a Alcaraz (8.945 frente a 8.445). Por tanto, París, la cita en la que los dos jugadores que optan a la cima volverán a la acción, hará honor a su apelativo de Ciudad de la Luz, ya que la arrojará sobre esta pugna: Carlitos necesita 500 puntos o más que los que consiga Djokovic en tierras galas para volver a liderar el concierto tenístico.
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¿Qué se requiere? Que Alcaraz se lleve el título y Djokovic no llegue a la final o que sea finalista y que Nole caiga eliminado en octavos de final o rondas previas. No obstante, al de Belgrado, que defiende 2.100 puntos en las postrimerías de 2023 (final en París y victoria en Turín), le quedaría la bala definitiva de la Copa de Maestros: en el caso de que cayese al segundo puesto, lo recuperaría si se impone en Italia.
La conclusión es que Alcaraz tendría que alzarse con el trofeo tanto en París como en Turín para sumar 500 puntos más que Djokovic en ambos casos y hacerse con la primera posición planetaria. Una empresa no imposible, pero sí realmente complicada para él, porque el fallo no es una opción. “Va a ser difícil, pero quiero intentarlo”, afirmaba el ídolo de El Palmar sobre la pelea por la cúspide antes de tener que borrarse en Suiza. Ya no queda otra que jugársela a tumba abierta a partir del 30 de octubre.