Los hogares recuperarán su nivel de consumo al final de 2023 impulsados por crecimientos salariales mayores que la inflación

Funcas estima que el consumo privado alcance el nivel prepandemia en el cuarto trimestre, más de un año después que el PIB general, y que los salarios crecerán con fuerza pese a la desaceleración económica

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Varias personas pasan por delante de un escaparate de una tienda de ropa con bolsas tras hacer compras. (Ricardo Rubio - Europa Press)
Varias personas pasan por delante de un escaparate de una tienda de ropa con bolsas tras hacer compras. (Ricardo Rubio - Europa Press)

España recuperó su nivel de PIB anterior a la pandemia en el tercer trimestre de 2022, un año después que la media de los países de la UE. Este retraso se debe en parte a que la economía española tuvo una recesión más profunda (-11,2%) en el primer año de la pandemia, por lo que la recuperación también se ha dilatado más en el tiempo. No obstante, el consumo de los hogares y la inversión empresarial continúan todavía en niveles inferiores a los de antes de la pandemia, evidenciando que las exportaciones han sido el componente clave para recuperar la economía de la crisis de la COVID-19.

El consumo privado cayó un 12,3% en 2020, más que el PIB general, y su avance se ha frenado durante algunos meses por el impacto de la inflación. Sin embargo, según ha detallado el director de Coyuntura y Estadística de Funcas, Raymond Torres, durante la presentación de las previsiones trimestrales del centro de estudios, el consumo privado mejorará en la segunda parte de 2023 y recuperará “por fin” en el cuarto trimestre del año el nivel prepandemia, es decir, más de un año después que el PIB general. Esto sería posible gracias a un crecimiento del 1,2% en el tercer trimestre y del 0,7% en el cuarto, en contraste con una previsible desaceleración de la economía española en el mismo periodo.

Según la Contabilidad Nacional, el consumo de los hogares se encontraba en el segundo trimestre del año un 1,04% por debajo del registrado en el cuarto trimestre de 2019. Habrá que esperar a los datos avanzados del tercer trimestre que publica en una semana el INE para confirmar que la distancia se acorta, aunque no serán cifras definitivas hasta dentro de un tiempo. De hecho, la revisión efectuada por el instituto estadístico en septiembre sobre los datos del PIB de los tres últimos años reveló una mayor recuperación del consumo de los hogares de la calculada hasta entonces. Consecuentemente con esto, la renta disponible de los hogares en términos nominales y la tasa de ahorro se encuentran en niveles máximos.

La aceleración del consumo y de la renta disponible se debe, según señala Funcas, al buen comportamiento del mercado laboral y al crecimiento de las remuneraciones y de las prestaciones sociales (fundamentalmente pensiones) que “más que compensan” el encarecimiento de los pagos por la subida de intereses. Las previsiones del centro de estudios sobre los salarios son optimistas para los próximos meses: la remuneración de los asalariados con empleo a tiempo completo crecerá un 4,9% en 2023 y un 3,9% en 2024, ambas cifras por encima de las tasas de inflación medias previstas para esos años (3,8% y 3,6%, respectivamente), lo que permitiría recuperar poder adquisitivo. En 2022 sucedió al contrario, la remuneración creció un 2,9% según Funcas, pero los precios avanzaron un 8,5%.

De cumplirse las previsiones de Funcas, el único componente que faltaría por recuperar niveles prepandemia en 2024 sería la inversión empresarial en construcción y maquinaria, expresada en la Contabilidad Nacional como formación bruta de capital fijo. Los últimos datos apuntan que estas dos se encuentran un 2,08% y un 6,64% por debajo, respectivamente, de sus niveles de finales de 2019. Según Torres, la inversión en construcción tendría un comportamiento mejor que la de maquinaria como consecuencia de los fondos asociados al Plan de Recuperación, pero el nivel es negativo en ambos casos.

Un cliente paga su compra en una tienda de frutas y verduras en un mercado de abastos. (REUTERS/Marcelo del Pozo)
Un cliente paga su compra en una tienda de frutas y verduras en un mercado de abastos. (REUTERS/Marcelo del Pozo)

Empeoran las previsiones de crecimiento para 2024

El consumo privado será clave para mantener el crecimiento económico en 2024 ante el agotamiento del crecimiento de las exportaciones y el impacto de los tipos de interés. Los principales socios comerciales de España, otras economías de la zona euro, tendrán un crecimiento por debajo del 1% el próximo año, según la Comisión Europea, lo que hará que la demanda del exterior se reduzca. Por otra parte, la política monetaria de tipos altos del BCE para contener la inflación mostrará su mayor impacto el próximo año restando 1,2 puntos al PIB, según el Banco de España.

En este contexto, Funcas anticipa un crecimiento del 1,5% para 2024, una décima menos que en la anterior previsión de julio, bajo el escenario de que el BCE no proceda a nuevas subidas de tipos. “Los tipos no deberían subir mucho más. Si se quedan donde están sería lo adecuado para la economía española, pero dependerá de cómo evolucione la inflación en Europa”, ha reconocido el director general de Funcas, Carlos Ocaña, durante la presentación de las previsiones.

La previsión de Funcas para el próximo año es prácticamente la más baja de las realizadas hasta el momento. Por ejemplo, la Comisión Europea anticipa un 1,9%, el FMI un 1,7%, el Banco de España un 1,8% y la AIReF un 1,7%. No obstante, incluso el Gobierno ha rebajado sus estimaciones del 2,4% que anticipaba en abril al 2% que ha fijado en el Plan Presupuestario entregado a Bruselas esta semana.

Más allá de la evolución de los tipos de interés, existe cierta incertidumbre sobre el impacto que podría llegar a tener el conflicto palestino-israelí por un encarecimiento de los precios del petróleo. Desde Funcas señalan que el petróleo ha subido “de una forma moderada” en unos cinco dólares por barril y que los mercados “no están anticipando un problema de suministros” por el momento, por lo que “no descarrila el transcurrir de la economía”. Los economistas plantean que esto podría suceder a partir de que el barril de petróleo suba por encima de los 100 dólares.

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