Ya saben lo que suele decirse: a grandes males, grandes remedios. En este inicio de temporada, el Real Madrid de baloncesto se ha visto obligado a afrontar, en varios partidos, un problema no precisamente menor: un juego interior mermado en efectivos de solera. Cuando cuentas con posiblemente el mejor pívot de Europa, Walter Tavares, y le pierdes para la causa por una infección respiratoria, temblar es inevitable. Si a la vez tampoco puedes alinear a otro hombre alto más que solvente como Gaby Deck, por una lesión muscular, el pánico, directamente, resulta incluso razonable. Sin embargo, en los dominios blancos no ha habido, por increíble que parezca, nada que temer en la pintura. Y el principal culpable de la solución tiene nombre y apellidos: Vincent Poirier.
Está claro que las prestaciones de otros interiores como su compatriota Guerschon Yabusele (uno de los jugadores con mejor valoración de la Euroliga en estos momentos) y el canterano Ismaila Diagne también han ayudado a olvidar las carencias inevitables. Sin embargo, la mayor reivindicación en la zona la ha protagonizado el dorsal 17 de los blancos. Alguien que vive ahora los días más dulces no sólo de su etapa en la capital española, sino de toda una trayectoria.
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A la sombra de Tavares desde que llegó, en abril de 2021, Poirier encara los 30 años, cumplidos esta misma semana, en un momento de madurez descomunal. Sus números no dejan lugar a la duda. Hasta la fecha, promedia más puntos, asistencias, robos, tapones y valoración que nunca en la máxima competición europea. De hecho, se queda al borde del pleno estadístico, porque su media de rebotes está a punto de mejorar la que atesora desde que disputa la Euroliga: 13,3 puntos (por 8,5 en el histórico), 5,7 rebotes (5,8), 1,3 asistencias (0,9), 0,7 robos (0,6), 1,3 tapones (0,9) y 19,7 de valoración (12,3) por encuentro.
Ha quedado evidenciado que su paso adelante no es flor de un día o de las circunstancias. Una vez que Tavares y Deck han vuelto a ser de la partida, el francés no ha aflojado ni un ápice. Para muestra, su actuación en la victoria ante el Zalgiris Kaunas este martes: 18 puntos, siete rebotes y tres tapones para un 29 de valoración. Abonado a los dobles dígitos en ataque y hecho todo un fortín en defensa, Poirier ha subido el listón de tal manera que se encuentra en posición de retomar o puede que superar el buen sabor de boca que ya dejó antes en España, durante sus dos temporadas en el Baskonia.
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Dominador también en la ACB
Los 2,13 de Poirier están sembrando el caos tanto en el Viejo Continente como a nivel doméstico. Al igual que le sucede en la Euroliga, su incidencia en la ACB es de récord en lo que va de curso: está consiguiendo sus mejores registros en puntos (9,4 frente a 8,6), asistencias (1,2-0,9), tapones (1,6-1,1), recuperaciones (1,2-0,6) y valoración (14,4-12,3). En el rebote, iguala el dato global de su carrera en la Liga Endesa: 5,6 por partido. Imposible pasar por alto cómo acabó con el Barça en el primer Clásico liguero del año: 22 puntos y ocho rebotes para otro 29 de valoración.
Hay que reseñar que el galo, que fichó por el Madrid tras una aventura sin el éxito esperado en la NBA, termina contrato en 2024, al igual que Tavares. Con la continuidad del africano aún en el aire, no cabe duda de que Poirier se está ganando la renovación con creces. Su rol en las filas blancas había sido muy secundario anteriormente, quizá demasiado. Y los problemas físicos, en especial la campaña pasada, no ayudaron. Es en la actualidad, en plenas facultades y con la flecha claramente hacia arriba, cuando ha sacado a relucir los galones, que por fin brillan como se esperaba.
El arranque de la 2023-2024 únicamente ha traído buenas noticias para la parroquia merengue: la alegría ofensiva digna de la era Laso, un Facundo Campazzo arrollador en la dirección de juego y que parece que nunca se fue de la calle Goya y, por supuesto, la explosión de Poirier. Los madridistas se frotan especialmente las manos ante el destrozo que pueden perpetrar Tavares y él bajo los aros a pleno rendimiento. El deseo que muchos habían pedido desde que se acometió su fichaje está en parrilla de salida para cumplirse.