La ciudad de Oviedo está viviendo estos días una auténtica fiesta para todos los amantes del cine. Desde que se anunciase que la nueva ganadora del premio Princesa de Asturias de las Artes no era otra que la legendaria actriz Meryl Streep, la ciudad asturiana ha aguardado con ilusión y se ha preparado para la puesta de largo. Si ayer veíamos por la mañana la calurosa bienvenida al ritmo de las gaitas y como correspondía la intérprete con un curioso baile, por la tarde fue el momento del esperado encuentro con el público, en el que estuvo acompañada de Antonio Banderas y cuyas entradas se agotaron en cuestión de segundos.
Momentos posteriores al espontáneo baile con las gaitas a las puertas del hotel de La Reconquista en su recibimiento oficial en Oviedo con motivo de los Premios Princesa de Asturias, Meryl Streep se reunía con el actor español, con el que ha mantenido un encuentro frente al público llamado Sin guion, en el que la actriz ha dado un gran repaso a su carrera y desvelado numerosas anécdotas que ha compartido con el público desplazado al Palacio de Exposiciones y Congresos de Oviedo. Una sala tan abarrotada que de entrada hacía a la actriz sentirse como la mismísima Taylor Swift.
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Streep comenzaba la charla respondiendo a la gran pregunta de Banderas: ¿Cuándo decidió que quería convertirse en actriz? No es una pregunta sencilla de responder para casi cualquier intérprete, pero en el caso de Streep parecía tenerlo relativamente claro: “Cuando estaba en el instituto, participé en un musical y nunca había hecho nada parecido. Antes, a los 11 años, hice de robot, lo que podría ser útil en el futuro porque es a donde vamos todos”, bromeaba la actriz, dejando entrever que la conversación acabaría encaminándose hacia la Inteligencia Artificial. “Al final todo el mundo se levantó y aplaudió, y entonces supe de verdad que era lo que quería hacer”, recalcaba la actriz, que, sin embargo, debutó relativamente tarde en el cine, después de haberse probado como abogada medioambiental.
Miedo ante la Inteligencia Artificial
“Va a cambiar todo y mucho más rápidamente de que estemos preparados”, enunciaba la intérprete durante la charla, para introducir el tema del que todo el mundo quería saber su opinión, como una de las actrices más premiadas y valoradas en la industria cinematográfica. ¿”El público querrá eso? ¿Va a querer personajes imaginarios sin vida o van a querer seres humanos?”, razonaba Streep junto a Banderas, recalcando su creciente preocupación por otro factor como es la “capacidad de verificar los eventos y acontecimientos”. Al final todo se resume en la oportunidad de lucro: “Nadie hace nada en Hollywood si no ve mucho dinero”.
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Streep y Banderas solo han coincidido en dos películas, pero sobre el escenario demostraron una química como si llevasen años trabajando juntos. La primera fue La casa de los espíritus, para la que Banderas contaba que tuvo que viajar a contrarreloj pues al mismo tiempo estaba rodando Philadelphia junto a Tom Hanks y Denzel Washington. La segunda, mucho más reciente, fue The Laundromat. Dinero sucio. El actor ganador del Goya por Dolor y gloria aprovechó la presencia de Streep para hablar también de su evolución en Hollywood y cómo ha ido siendo capaz de hacerse un hueco más allá del prototipo de “villano latino”. “En pocos años he pasado de estar condenado a hacer de villano por ser hispano a ver cómo de golpe el héroe puede tener acento y no ser rubio con ojos azules”.