El PP utilizará a Aragonès para meter presión a Sánchez en el Senado: “Hablará como portavoz del Gobierno de coalición”

La ralentización en las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez ha encendido las alertas del PP. Los de Alberto Núñez Feijóo necesitan aumentar la presión y las ofensivas para volver a poner el foco la amnistía, intensificando la actividad parlamentaria y también las protestas en la calle. El primer golpe lo dan este jueves en el Senado, donde los populares tienen una mayoría absoluta para activar iniciativas y convocar comisiones. Hoy han convocado a todos los presidentes autonómicos, al Gobierno y a los senadores para debatir sobre la amnistía, aunque la invitación no implica la asistencia y, de hecho, Pedro Sánchez ya ha confirmado que no irá nadie del Ejecutivo, como tampoco irán los presidentes socialistas.

Sin embargo, irá el president de Cataluña, Pere Aragonès, lo que el PP casi agradece y lo califica públicamente como un acierto, ya que convierte lo que iba a ser una convención de presidentes autonómicos populares en algo más cercano a un debate sobre la amnistía, aunque Aragonès ya ha confirmado que no se quedará a escuchar los discursos de la docena de jefes territoriales. Además, utilizarán la ausencia de uno y la asistencia de otro para intercambiar la portavocía del Gobierno: “Aragonès hablará en calidad de portavoz del Gobierno de coalición”, señalan fuentes de Génova.

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Lo que no les encaja del todo es que el president se marche inmediatamente después de su intervención y sin escuchar al resto, además, se producirá en primer lugar al ser Cataluña la primera en aprobar su estatuto de autonomía, lo que determina el orden de discurso de los asistentes. Esto, más allá de las primeras intervenciones que corresponden al presidente gallego, Alfonso Rueda, y al andaluz, Juanma Moreno, dejará en una situación más de monólogo que de diálogo al resto de intervinientes. Se espera que los 12 presidentes populares acudan al Senado, donde cada uno tendrá unos 10 minutos para defender la “igualdad entre ciudadanos”.

Hay un segundo punto con el que también mantenían la esperanza: que acudiese Emiliano García-Page como presidente socialista pero crítico con Ferraz. “Ahora ya sabemos que, por Page, habla Aragonès”, dicen desde el partido.

Lo que parece evidente es que solo habrá un presidente que defienda la amnistía frente a 12 que cargarán con dureza contra la misma. La directriz de Génova es clara: hablar con Aragonès como si fuese el portavoz de Sánchez. De hecho, también extrapolan esta reasignación de roles a otros políticos, como el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero: “Ahora ya sabemos que Zapatero y Aragonès son los encargados de hablar de la amnistía en nombre del PSOE”, señalan desde el cuartel general de los populares.

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La sesión comenzará a las 11:00 horas en el Antiguo Salón de Sesiones del Senado. Como nadie del Gobierno participará en la comisión, ni tampoco el lehendakari, Iñigo Urkullu, al que le correspondía iniciar el debate, el primero en intervenir será el president catalán, Pere Aragonès, que tendrá los 10 minutos iniciales para hablar en cualquier lengua cooficial, se entiende que lo hará en catalán. Los presidentes no tendrán problemas para desviar su breve discurso hacia otros cauces, ya que la comisión versa sobre “la aplicación efectiva de los principios de igualdad ante la ley de todos los españoles y de solidaridad entre las comunidades autónomas”, aunque con el objetivo de darle encaje a la ofensiva del PP contra la amnistía.

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Después del jefe de la Generalitat, hablarán Rueda, Juanma Moreno, la presidenta cántabra María José Saenz de Buruaga, el riojano Gonzalo Capellán, el presidente de Murcia Fernando López Miras, el valenciano Carlos Mazón, el aragonés Jorge Azcón, la extremeña María Guardiola, desde Baleares estará Marga Prohens, y los cuatro últimos serán Isabel Díaz Ayuso, Alfonso Fernández Mañueco, Juan Jesús Vivas (Ceuta) y Juan José Imbroda (Melilla). A continuación, habrá un turno de tres minutos para los senadores.

Cada uno irá con su discurso, pero todos coincidirán en referirse a Aragonès como el portavoz de Sánchez, en defender la “igualdad” y denunciar que “para que a unos se les dé más, a otros se les tiene que dar menos”. Expondrán la amnistía como un elemento que puede ser muy perjudicial para los ciudadanos de sus comunidades, tratando de enfocar las críticas en una cuestión territorial y autonómica.