Aragonès busca foco en Madrid para reivindicar la amnistía en medio de unas negociaciones protagonizadas por Puigdemont

El president catalán, Pere Aragonès, busca en Madrid el cuerpo a cuerpo con la derecha, pero también pretende sacar músculo ante al PSOE en medio de las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez, protagonizadas desde el 23-J por el líder de Junts desde Waterloo, Carles Puigdemont. Aprovechando su comparecencia ante la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado, el dirigente de ERC hará valer este jueves los siete votos de su formación en el Congreso.

Contra todo pronóstico, Aragonès anunció el pasado martes su asistencia a dicha cita parlamentaria, convertida en el nuevo escenario del PP para escenificar su rechazo a la amnistía. Por este motivo, no asistirá ningún miembro del Gobierno ni los tres presidentes socialistas, los de Asturias, Castilla-La Mancha y Navarra (ni delegarán en otros miembros de sus gobiernos), al entender que supone una “instrumentalización” de este importante órgano de la Cámara Alta. Tampoco acudirá el lehendakari vasco Iñigo Urkullu (PNV).

Te puede interesar: Aragonès se enfrentará al PP en el Senado: el president anuncia por sorpresa que acudirá al debate sobre la amnistía

En este sentido, la ministra de Política Territorial en funciones, Isabel Rodríguez, acusó a Alberto Núñez Feijóo de reducir esta comisión “a una simple tarea de contribución a la crispación en la que está asentado”, en lugar de utilizar este órgano para debatir “de cosas que tienen incidencia en el Estado autonómico”, como la educación y la sanidad públicas o la atención a las personas mayores en centros y residencias de competencia autonómica.

La también portavoz gubernamental exigió “calma” al líder popular tras reactivar esta comisión, aprovechando la mayoría absoluta del PP en el Senado, en la que se celebrará el debate sobre la aplicación efectiva de los principios de igualdad ante la ley de todos los españoles, y de solidaridad entre las comunidades autónomas. “Entiendo que el candidato frustrado tenga que aprender a gestionar su frustración y a calmarse porque el comodín de la crispación no funciona”, apostilló Rodríguez en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Te puede interesar: El PP convierte la principal comisión para tratar asuntos autonómicos en otra ofensiva contra la amnistía

Aragonès será la única voz que defienda la amnistía frente al resto de presidentes autonómicos, como Isabel Díaz Ayuso o Juan Manuel Moreno Bonilla. Todos del PP tras el nuevo mapa que pintó el 28-M. En el caso de Canarias, el presidente autonómico, Fernando Clavijo (CC), delegó esta responsabilidad en su vicepresidente, el popular Manuel Domínguez.

El president será el primero en intervenir en la sesión, que arrancará a las 11:00 horas, y se ausentará del debate una vez finalizado su discurso al tener otros “temas de agenda”, según justificó este miércoles la consellera de la Presidencia, Laura Vilagrà. Durante 10 minutos, Aragonès “hará una defensa de la amnistía, de la autodeterminación como mecanismo de resolución del conflicto político” y añadirá “una referencia a que hay que mejorar la situación que vive la ciudadanía”, tal como adelantó la dirigente catalana en unas declaraciones recogidas por EFE.

Te puede interesar: ERC aparca el referéndum para la investidura y se centra en que la amnistía esté registrada antes de apoyar a Sánchez

El representante republicano hará valer su fuerza en medio de unas negociaciones de cara a la investidura de Sánchez que se llevan con la máxima discreción. Así, además de hacer una defensa férrea de la amnistía, que ERC da “por descontada”, escenificará la exigencia de un referéndum de autodeterminación, una premisa que ERC aparca para la investidura, pero pide que se estudie durante la legislatura: primero en una mesa de partidos catalanes y después, en la mesa de diálogo con el Gobierno.

Aragonès encara la cita de este jueves con el reto de hacerse un hueco en unas conversaciones con el PSOE protagonizadas por Junts. Los resultados del 23 de julio dejaron a los de Carles Puigdemont en una posición predominante en las negociaciones, que pasaron a ser esenciales para los socialistas y despojaron a ERC de su papel negociador en Madrid reforzado durante la pasada legislatura.

Te puede interesar: El PSOE no tiene prisa para poner fecha a la investidura y se aferra al apagón informativo sobre las negociaciones

En el marco de esta pugna por el liderazgo del independentismo catalán, con las elecciones autonómicas en el horizonte, los republicanos han movido ficha en varias ocasiones durante los últimos tres meses para estar en el centro del foco político, como las declaraciones del líder de ERC, Oriol Junqueras, ante el Congreso aseverando que la amnistía ya está contemplada en el acuerdo de ERC con el PSOE para la constitución de la Mesa del Congreso.

No obstante, desde el PSOE también ha habido gestos para seguir tejiendo alianzas, como el hecho de que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, evitara desmentir en público estas palabras cuando ni se atrevía a mencionar el término amnistía o la conversación telefónica mantenida la semana pasada entre ambos líderes en el marco de la ronda de contactos de Sánchez con los grupos parlamentarios.

De cara a esta cita, y a pesar de boicotearla con su indiferencia, los socialistas han manifestado su “respeto” por la decisión de Aragonès de asistir al debate en la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado, en palabras del ministro de la Presidencia en funciones y miembro de la comisión negociadora del PSOE, Félix Bolaños.

Desde Ferraz aseguran no estar preocupados por el discurso de Aragonès en la Cámara Alta para centrar el foco en la “actitud del PP”. “Instrumentan las instituciones al servicio de su partido”, apostillan fuentes de la cúpula del partido en relación al uso del PP del Senado, pero también de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) o del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en funciones desde hace casi cinco años por el bloqueo de los de Feijóo.

Los de Pedro Sánchez restan importancia a este debate en el Senado al asumir que la derecha quiere “convertirlo en un plató para sus espectáculos que conocemos todos, de tremendismo, mentiras y exageraciones”, como apuntó Bolaños. Mientras la derecha arremete contra el Gobierno por las negociaciones con los independentistas, el PSOE redobla sus esfuerzos para atar un acuerdo de investidura, cuya fecha límite es el 27 de noviembre.