Desde hace unos años, Kevin Spacey ha pasado más tiempo sentado frente a un tribunal que frente a una cámara. El actor de películas como Sospechosos habituales o American beauty fue acusado de varios escándalos de abuso sexual, pero el pasado mes el actor fue absuelto finalmente de los nueve casos que se le imputaban. Ello significa muchas cosas, pero quizá la más importante para él es que finalmente no irá a la cárcel y podrá seguir desempeñando su labor como intérprete. Tanto es así, que el actor ya se ha dejado ver por los escenarios por primera vez desde que fuese declarado inocente, aunque no de la manera que uno habría pensado.
El actor acudió este pasado lunes a la universidad de Oxford, en la que se celebraba un homenaje al filósofo Roger Scruton, quien antes de morir en 2020 fue tachado de racista y antisemita por una revista que poco tiempo después se retractó de su error. Sin embargo, para entonces el daño ya estaba hecho, pues Scruton ya había sido despedido de su empleo y las acusaciones le habían costado numerosas críticas y una condena al ostracismo. Es por ello que dentro de este homenaje se planteó una charla llamada Lo que Shakespeare puede enseñarnos sobre la cultura de la cancelación, para la que no escogieron a otro que Kevin Spacey, que si de algo sabe un poco es de ser condenado al ostracismo.
“En una época de cultura de la cancelación y defenestración, a veces olvidamos que no podemos seguir así y que ya hemos estado aquí antes. Lo sabemos porque nuestros más grandes escritores y artistas han abordado esta cuestión en sus propios tiempos”, comentaba uno de los organizadores del evento, Douglas Murray, antes de introducir a Kevin Spacey en la charla, que de pronto se convirtió más en un escenario de tragedia que en una conferencia. Porque el actor de Seven no había acudido allí para hacer una larga exposición sobre su caso, sino para recitar un episodio de una de las tragedias de Shakespeare que bien sirve para ilustrar el caso de Roger Scruton y el suyo propio. Una tragedia llamada Timón de Atenas.
Timón de Atenas y su significado
Timón de Atenas está considerada como una obra dentro de las tragedias de William Shakespeare, aunque hay quien la encuadra más bien dentro del grupo de comedias de conflicto del dramaturgo inglés, pues en general buena parte de la obra está narrada en un tono más satírico que trágico, a pesar del final de su protagonista. Narra la historia de Timón, un noble ateniense extremadamente bondadoso que se dedica a repartir sus riquezas entre sus amigos y allegados, sin tener en cuenta que la mayoría de estos solo intentan aprovecharse de él. Cuando a Timón se le acaba todo su dinero y le hipotecan sus propiedades, intenta pedir ayuda a la gente a la que tan amablemente agasajó, para darse cuenta de que todos le han dado la espalda. Celebra entonces una última fiesta para sorprender a sus falsos amigos con un banquete de piedras y agua tibia, en el que anuncia su renuncia al amor por la humanidad y su huida a la naturaleza como reafirmación de su nueva misantropía.
“Trata de lo que ocurre cuando una sociedad abandona a una persona sin motivo. Es algo que ha estado en la mente de Kevin, como lo estuvo en la de Roger Scruton, así que le dije que quería que volviera a los escenarios del Reino Unido”, explicaba Murray sobre por qué querían que fuera Spacey en el encargado de pronunciar el sentido pasaje de Timón. “Si fueras unicornio, te confundirían tu orgullo y tu coraje, y serías víctima de tu propio furor. Fueras oso, y el caballo te mataría. Fueras caballo, y el leopardo te atraparía. Fueras leopardo, y serías pariente del león, y las indicaciones de tu parentesco serían árbitros de tu vida. Tu única seguridad sería la huida; tu defensa, ausentarte ¿Qué bestia podrías ser tú que no estuviese a merced de otra bestia? ¿Y qué bestia eres en este momento, que no ves cuánto perderías con semejante transformación?”, era el pasaje que declamaba Spacey, que recibió la aclamación unánime del público con una estruendosa ovación.
En la obra de Shakespeare, Timón termina perdiendo la vida mientras su amigo Alcibíades toma Atenas y se venga de aquellos que les habían dado la espalda, al tiempo que lee el epitafio que deja Timón antes de su muerte. Por su parte, Kevin Spacey ya ha vuelto al cine con Control, una de sus últimas películas tras dejar atrás el juicio, si bien no por ello ha escapado de la polémica, pues la película ha sido denegada para proyectarse en un cine de Londres para no ser relacionado con la figura de Spacey.