La pensión de viudedad es una prestación de carácter público que pueden solicitar todas las personas tras la pérdida de su pareja. Este subsidio es vitalicio y nace para proteger económicamente al beneficiario después del fallecimiento de la persona causante. En muchos casos, la muerte de un ser querido supone una importante pérdida de ingresos. La prestación tiene por lo tanto el cometido de cubrir las necesidades básicas de un hogar en el que, hasta la fecha, entraban dos sueldos o retribuciones. En España, las mujeres son las que cobran generalmente este subsidio, debido a las diferencias en la esperanza de vida. En cualquier caso, existen más de 2,3 millones de personas viudas que reciben cada mes esta pensión.
Los españoles pueden solicitar esta prestación cuando han tenido un vínculo matrimonial o de pareja con la persona fallecida. En caso de divorcio, la Seguridad Social tiene en cuenta la situación sentimental del demandante en el momento de la solicitud. Los potenciales beneficiarios, no obstante, tienen que cumplir con una serie de requisitos, como acreditar un período de cotización, que puede cambiar en función de la situación laboral de la persona causante o del motivo de su muerte. Las pensiones de viudedad han experimentado este año una subida del 8,5%, pero las cuantías cambiarán de nuevo a partir del próximo enero.
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El último informe publicado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones prevé una nueva revalorización en torno al 4% para 2024. El porcentaje todavía no es definitivo, puesto que depende de la evolución media de la inflación y los datos no saldrán a la luz hasta finales de noviembre. La cartera que dirige José Luis Escrivá contempla una horquilla de incremento de los precios entre el 3,5% y el 4,5% para la mencionada fecha, de modo que la subida probablemente ronde el 4%.
¿Cuánto van a subir las pensiones de viudedad?
La subida de los subsidios afecta a todas las partidas por igual, es decir, tanto a las pensiones de viudedad, como a las de jubilación o incapacidad permanente. La Seguridad Social establece una cantidad mínima y otra máxima para cada una de estas prestaciones. Las personas viudas de menos de 60 años son las que reciben la asignación más baja. En la otra cara de la moneda están los jubilados con cargas familiares, que disfrutan de las pensiones más elevadas. De cumplirse las previsiones del ministerio, que sitúan la posible subida en torno al 4%, las cantidades quedarían del siguiente modo:
- Pensión mínima de viudedad: 617 euros.
- Pensión de viudedad para una persona de entre 60 y 64 años: 761,90 euros.
- Pensión de viudedad para una persona de más de 65 años: 814,42 euros.
- Pensión de viudedad para una persona de más de 65 años con cargas familiares: 942,13 euros.
De este modo, la pensión mínima de viudedad será el próximo año 23,73 euros más alta. Los beneficiarios cobrarán 617,03 euros al mes, frente a los 593,30 euros que reciben en estos momentos. Casi todos los subsidios de la Seguridad Social se despachan en 14 retribuciones, una por cada mes y dos pagas extra en junio y noviembre. La pensión máxima de viudedad, por su parte, será de 942,13 euros al mes, lo que supone una subida de casi 37 euros para los beneficiarios.