España gastará más en 2024 en intereses de la deuda pública que en políticas activas de empleo y vivienda

El Gobierno presupuesta un récord histórico en términos nominales de gasto en intereses para el próximo año, 39.078 millones de euros, lo que supone un aumento del 23% en tan solo dos años

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Christine Lagarde, presidenta del Banco
Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, y la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, en una imagen de archivo durante un Eurogrupo celebrado en Luxemburgo. (EFE).

Las subidas de tipos de interés del Banco Central Europeo comienzan a notarse en los importes que paga España por su deuda pública, la cual supuso en el segundo trimestre de 2023 un 111,2% de lo que produce la economía española. El gasto en intereses será un 2,4% del PIB de 2023 y en 2024 ascenderá al 2,5%, según el Plan Presupuestario enviado este lunes a Bruselas. La cantidad nominal crecerá un 22,9% entre 2022 y 2024, hasta los 39.078 millones de euros y marcará récord histórico, aunque su peso sobre el PIB apenas avance por el crecimiento del mismo.

El crecimiento del gasto en esta partida contrasta con el estancamiento o ligero descenso de las demás, que permitirán reducir el gasto público sobre el PIB del 45,8% al 45% en 2024. La única excepción más notable junto con los intereses es la inversión en defensa, que pasa del 1,2% del PIB en 2023 al 1,3% en 2024 por el compromiso adquirido con la OTAN de llegar al 2% en 2029. De esta manera, el gasto en intereses el próximo año será mayor al gasto conjunto en políticas activas de empleo (1,9%) y vivienda (0,5%). También supondrá más de la mitad del gasto en educación (4,3%) y más de un tercio del gasto en sanidad (6,7%).

Cabe destacar que este escenario es el existente con el actual marco presupuestario, que es una prórroga del de 2023 al estar en Gobierno limitado por su interinidad. Si el nuevo Ejecutivo aprobara otras cuentas públicas durante el próximo año, el reparto podría cambiar, aunque esto se debería producir más por trasvases de gasto de unas partidas a otras que por aumento del total, dado el límite de crecimiento de gasto público que exige Bruselas en el marco de la vuelta a la disciplina fiscal.

Aunque el gasto en intereses no suma para calcular este indicador del gasto primario nacional neto, sí supone un coste de oportunidad de aplicar políticas con impacto en la economía o en la sociedad española. Además, es un coste que va a crecer en los próximos años dado el elevado endeudamiento público y la política del BCE de mantener los tipos altos durante más tiempo para rebajar la inflación al entorno del 2%, algo que en España no se producirá hasta 2025.

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El gasto en intereses rozará el 3% del PIB en 2026

El coste medio de las nuevas emisiones del Tesoro se ha incrementado desde el -0,04% que llegó a marcar en 2021 hasta el 3,4% que alcanzó en septiembre, un valor no registrado desde el año 2011. Este mayor coste de emisión ha generado un punto de inflexión en el coste medio de la cartera de deuda del Estado y un mayor gasto en intereses que, sin embargo, sigue teniendo menor peso sobre el PIB del que llegó a alcanzar en los años posteriores al estallido de la crisis financiera. En la última década, el gasto en intereses se situó por encima del 3% del PIB hasta 2015 y bajó al entorno del 2% hasta que empezaron a subir los tipos de interés en 2022.

Según señala el Programa de Estabilidad 2023-2026, el impacto de las fuertes subidas de tipos de interés desde 2022 se trasladarán “lentamente” al gasto en intereses por la elevada vida media de la cartera de deuda gestionada por el Tesoro, que se sitúa alrededor de los ocho años. No obstante, a partir de 2024 el Gobierno espera “un aumento moderado y asumible del gasto en intereses como porcentaje de PIB”, señala el Plan Presupuestario. La proyección elaborada hasta el momento contempla un gasto en intereses sobre el PIB del 2,9% en 2026 si los tipos no suben más de lo esperado, estimación que coincide con la que hace la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).

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