El expresidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig se ha mostrado, según ha publicado Europa Press, ha favor de aplicar “medidas de gracia, reconciliación y reencuentro”, expresó `Puig. Además, mantuvo que iniciativas como las amnistías “están contempladas en la gobernabilidad” de otros países, al tiempo que no perdió la ocasión de recordar la amnistía fiscal que aprobó el primer Gobierno de Mariano Rajoy.
Ximo Puig, con estas palabras, se convierte en el primer barón socialista en pronunciarse abiertamente a favor de la amnistía, una medida que aún está negociando el equipo socialista con los partidos independentistas. Salvador Illa, aunque no ha querido ser tan tajante en sus posiciones como Ximo Puig, si que ha reconocido la necesidad de “avanzar” para dejar atrás “el conflicto político con Cataluña”. No obstante, en más de una ocasión ha advertido tanto a Junts, como a ERC que la línea roja es la Constitución: “Yo tengo planes el 14 de enero, pero si se tienen que cancelar, los cancelo”, advirtió en un mitin hace unas semanas.
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Después de las críticas de Felipe González y Alfonso Guerra sobre la posible amnistía que podría pactar el PSOE con los partidos independentistas han llegado los apoyos a Pedro Sánchez. Al igual que durante la campaña, el expresidente socialista ha dado el pistoletazo de salida para que los barones socialistas comiencen a dar su apoyo al posible pacto con Junts per Catalunya y ERC.
Zapatero, a favor de aprobar una amnistía
El expresidente del Gobierno se mostró durante una entrevista a favor de aprobar una amnistía y defendió el cambio de opinión del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. Para él, en ocasiones hay que cambiar de opinión “por el interés general”, expresó en los micrófonos de Onda Cero.
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Emiliano García-Page, claro opositor en la estrategia de Sánchez de aplicar una amnistía, ya ha reconocido que no aceptará la estrategia del Partido Popular. No asistirá a la comisión general de las comunidades autónomas del Senado. Un comité que los populares van a sacar del cajón para intentar obligar a comparecer a los presidentes de las autonomías y mojarse sobre el asunto.
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Más allá del presidente castellanomanchego, junto a él, los únicos que conservan el cargo tras las elecciones municipales y autonómicas son María Chivite, en Navarra, y Adrián Barbón, presidente de Asturias. Ambos no se han mostrado, por el momento, ni a favor, ni en contra de la posible amnistía. No obstante, la estrategia es evitar un posicionamiento claro hasta no conocer el contenido del texto. Sin embargo, Barbón, durante la ofensiva de González y Guerra de hace unas semanas, sí se pronunció de forma tajante, pidiendo respeto para los actuales líderes.
En el PSOE, consciente de la ofensiva que prepara el PP y con la vieja guardia en contra, se prepara para hacer frente a una de las batallas políticas más duras de la vida política de la formación. Con este escenario, el presidente del Gobierno prepara, según han publicado algunos medios de comunicación, un ejecutivo de marcado perfil político y prevé una presencia importante del presidente. En el último mes, el Sánchez ha asistido a actos en Sevilla, donde el PSOE tiene el mayor número de militantes, a Granada y a Mérida, donde los socialistas perdieron el Gobierno autonómico, pero lograron mantener la primera posición.