Fin de las medidas para abaratar la luz: el Gobierno prevé recaudar más de 2.000 millones en impuestos energéticos el próximo año

Teresa Ribera ha pospuesto esta decisión hasta final de año, pese a que Bruselas ya da por zanjada la crisis del mercado eléctrico

Teresa Ribera y Nadia Calviño. (Europa Press)

Las medidas que el Gobierno de Pedro Sánchez puso en marcha para frenar el alza de precios de la energía derivada de la guerra en Ucrania parecen tener fecha de caducidad. La rebaja al 5% del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) de la electricidad y la reducción del 5,11% al 0,5% del Impuesto Especial sobre la Electricidad estarán vigentes hasta el próximo 31 de diciembre, aunque, tal y como recoge el Plan Presupuestario de 2024, parece que no continuarán más allá de esa fecha.

Concretamente, la rebaja del IVA de la electricidad ha supuesto una merma en los ingresos de las arcas públicas de 514 millones de euros en 2023. Sin embargo, para 2024 el Ejecutivo en funciones planea recaudar 1.016 millones a través de este gravamen, como consecuencia del fin de esta medida. Desde que se produjese esta rebaja fiscal allá por 2021, el Gobierno ha ingresado 2.300 millones menos de IVA de la luz, lo que ha favorecido que las familias hagan frente a recibos eléctricos más baratos.

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Por su parte, la rebaja tipo del 5,11% al 0,5% del Impuesto Especial sobre la Electricidad también volverá a generar ingresos positivos para el Estado durante el próximo año. Concretamente, el Gobierno prevé recaudar 1.032 millones a través de este gravamen en 2024. Desde que se redujo este impuesto en septiembre 2021, el impacto negativo para las arcas públicas asciende a 2.041 millones -sin contar con el año 2023-.

Estas perspectivas de recaudación acercan aún más el escenario de que estas rebajas fiscales finalicen el próximo 31 de diciembre, aunque, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, posponía esta decisión hasta final de año. Por su parte, Bruselas ya daba por zanjada hace unos meses la crisis del mercado eléctrico.

Concretamente, la Comisión Europea aseguraba que la volatilidad de los precios energéticos se había reducido gracias a las medidas puestas en marcha por los diferentes países y que, además, se había registrado un importante descenso de la demanda de energía en línea con los objetivos previstos. Asimismo, considera que no hay “evidencia” de que sea conveniente prolongar más allá del mes de junio las intervenciones de emergencia en el mercado eléctrico de la Unión Europea aprobadas al calor de la crisis de precios de 2022.

Precios del gas, a la baja

El fin de las medidas es una repuesta al buen comportamiento que está teniendo el precio del gas en los últimos meses. Así, el informe presupuestario muestra signos de estabilización y recoge que el precio del gas para 2024 se situará de media en los 33 euros/MWh, muy lejos de 100 euros/MWh de 2022, año en el que la guerra de Ucrania profundizó en la espiral alcista de los precios energéticos. Este descenso de los precios previsto por el equipo de Nadia Calviño, constituye una reducción del 12% con respecto a este año.

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“El precio del gas natural en Europa (TTF) ha seguido con la tendencia de normalización iniciada en el primer trimestre de 2023, mejorando las previsiones contenidas en el Programa de Estabilidad 2023- 2026, al situarse entre los 30 y 40 euros. La situación geopolítica va a seguir siendo una fuente de volatilidad para los precios de las materias primas” reza el informe.

Sin embargo, el estallido del conflicto en Israel puede suponer otro cisne negro para el mercado del gas. Una hipotética regionalización de la guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás podría hacer que el precio del gas y el petróleo en los mercados internacionales sufriera un “subidón exponencial”. De hecho, tras el ataque, el precio del gas de referencia para Europa superó los 50 euros/MWh, algo que no ocurría desde abril.

La decisión de Israel de congelar temporalmente la actividad de su yacimiento de gas natural Tamar, operado por la estadounidense Chevron, por motivos de seguridad se ha convertido en uno de los primeros efectos tangibles del conflicto en la economía del país, que en los últimos diez años se ha convertido en una potencia de este hidrocarburo, al menos en la cuna mediterránea.

Con Gaza asediada, la duda ahora es si la guerra se internacionalizará aún más, con la participación de actores como el grupo chií libanés Hizbulá, que este miércoles ha reivindicado misiles con “un gran número de bajas” entre las fuerzas israelíes. En caso afirmativo, “a las puertas del invierno, se podrían sufrir efectos de altas subidas de los precios del gas similares a las de 2022, donde llegaron a los 150 euros/megavatio hora (MWh)”, admiten expertos del sector.

La evolución de este conflicto, así como otros factores, pueden poner en jaque las previsiones sobre el precio del gas que ha realizado el Ejecutivo. Un invierno más frío de lo normal, así como un aumento de la tensión del conflicto en Israel, podría originar una subida significativa del precio de la luz, lo que requeriría el mantenimiento de las rebajas fiscales puestas en marcha por el Gobierno.

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