Esta es la edad límite a la que puedes pedir una hipoteca a un banco en España

En España, no existe ningún tipo de regulación que limite la edad. Sin embargo, los bancos, atendiendo a sus políticas de riesgo, sí establecen un máximo a la hora de concederlas

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Una pensionista realiza una consulta
Una pensionista realiza una consulta en su ordenador. (Freepik)

El alza de tipos de interés, la subida del euríbor o el aumento de la demanda a un ritmo mucho mayor que la oferta han sido algunos de los principales factores que han provocado en los últimos meses un descenso importante en la concesión de hipotecas por parte de las entidades bancarias. Sin embargo, otro motivo determinante y que no va ligado a los cambios en la política monetaria es la edad.

En España, no existe ningún tipo de regulación que limite la edad a la que se pueda solicitar un crédito hipotecario. Sin embargo, los bancos, atendiendo a sus políticas de riesgo, sí establecen una edad máxima a la hora de concederlas, que generalmente se sitúa en torno a los 75 años. La pregunta es: ¿Por qué las entidades imponen esa tope de edad? Puesto que, a medida que el solicitante es más mayor, aumenta el riesgo de impago del crédito hipotecario.

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Es por este motivo que la edad límite del solicitante de una hipoteca viene determinada en las políticas de riesgo existentes en las entidades financieras. Además de constituir un factor de riesgo de impago, la edad del solicitante condiciona, como es lógico, el plazo de amortización de la hipoteca. Cuanto más mayor sea el solicitante, menor será el plazo de amortización admitido y, por tanto, mayores serán las cuotas mensuales que se deberán pagar.

Garantías que exigen los bancos

Ante el riesgo explicado anteriormente, lo más habitual es que las entidades bancarias no concedan hipotecas a personas mayores de 75 años. Aunque este, no es el único cambio que realizan los bancos en función de la edad: las condiciones exigidas por las entidades son ligeramente diferentes a las exigidas en el caso de que el solicitante sea más joven. En el caso de las personas de mayor edad, los bancos pueden exigir que se presente un seguro de vida, con el fin de minimizar los riesgos para la entidad. Con ese mismo objetivo, también se puede proporcionar el aval de una persona más joven que acredite un nivel de ingresos determinado.

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Sin embargo, no todo son malas noticias para las personas de más edad que quieran solicitar un crédito hipotecario. La vida adulta, en la gran mayoría de los casos, proporciona cierta estabilidad en los ingresos, algo que los jóvenes alcanzan cada vez más tarde. Así, si además de la pensión pública, existen planes de pensiones privados o el alquiler de una vivienda por la que el solicitante recibe ingresos adicionales, la situación será todavía más favorable. Otros casos, como una casa en propiedad o ahorros en fondos de inversión, también ayudan a reducir la cuota en caso de ser necesario.

Aunque cada caso se estudia de forma particular, es importante que tengamos en cuenta las recomendaciones del Banco de España a la hora de solicitar un préstamo hipotecario. Estas recomendaciones aconsejan no superar los 30 años como plazo máximo en una hipoteca y aconsejan además que en ningún caso se destine más del 35% de nuestros ingresos mensuales al pago de la hipoteca.