Sánchez intensifica las negociaciones y busca estabilidad en medio de una calma tensa para sacar adelante la investidura

Las conversaciones se han estancado tras las exigencias de Junts, mientras han aflorado ciertas diferencias con Sumar. El PSOE, que apuesta por la discreción y la pluralidad de voces, mantiene la confianza, aunque en otros plazos

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El secretario general del PSOE,
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, durante un acto del partido en Mérida. (Andrés Rodríguez / Europa Press)

Pedro Sánchez se prepara para intensificar las negociaciones en una semana decisiva para resolver el puzle con el que sacar adelante su investidura. El acelerón que pretende dar el líder del PSOE llega en medio de una calma relativamente tensa. La ronda de contactos que se cerró el viernes tras los encuentros con EH Bildu y Junts per Catalunya no terminó de impulsar el acuerdo, al menos, no de la manera que se esperaba. El PSOE se ha reunido con todos los grupos menos con Vox, pero poco más ha trascendido que las posibles diferencias —o un cierto estancamiento de los progresos, si es que se han dado—. En público no se cuenta nada y todo lo que llega son declaraciones cruzadas. Las diferencias se han colado incluso en el seno de la coalición, donde Sumar ha asumido un papel protagonista que no acaba de convencer.

Pese a ello, los socialistas encaran la recta final de las conversaciones en busca de un pacto estable para completar la legislatura, aunque los plazos se irán más allá de lo que quería Sánchez en un principio. La fecha de la investidura todavía es un secreto, pero fuentes cercanas a Ferraz aseguran que esta semana se podría desgranar el día.

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El presidente del Gobierno en funciones reconoce la “complejidad” del asunto, pero confía en sacar adelante la investidura sin tener que agotar el tiempo de descuento y llegar a finales de noviembre. La idea ahora, mientras la comisión negociadora del PSOE avanza con el resto de grupos, es abordarlo todo desde un escenario de máxima discreción.

Santos Cerdán, Pedro Sánchez y
Santos Cerdán, Pedro Sánchez y la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, durante su reunión el pasado viernes. (Eduardo Parra / Europa Press)

“Las reuniones, en el ámbito de la discreción”

Quizás con ello lo que busque Sánchez sea no airear las posibles diferencias que envalentonan a la derecha. Las más evidentes son, sin duda, con Junts, tal y como se constató el pasado viernes. Míriam Nogueras, portavoz nacional del partido, fue contundente a la hora de valorar el encuentro. “Seguimos lejos”, verbalizó. Los de Carles Puigdemont son los que más tensan la cuerda y los que más distancia ponen entre su postura y la del PSOE. La amnistía sigue dando que hablar, pero Nogueras ha vuelto a jugar la carta del silencio. La hoja de ruta de los socialistas va en la misma línea: discreción, convivencia y pluralidad de voces.

Menos problemas parece haber con ERC. Rufián y Sánchez se sentaron el miércoles con un tercer invitado: Oriol Junqueras, indultado hace dos años por el propio Gobierno. El jefe de los republicanos ha mantenido una conversación telefónica con el presidente en funciones para agradecer los “avances antirrepresivos” y evidenciar la “normalidad política”. Algo más duro se mostró el portavoz nacional del partido, que ha avanzado que los socialistas no lo van a tener fácil: “Los votos de ERC se sudan”.

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El acercamiento con EH Bildu ha sido más evidente y los abertzales han confirmado su voto favorable para frenar el avance de la extrema derecha. Esta fue una de las últimas reuniones del presidente en funciones y, si cabe, la más polémica, con una foto duramente criticada por PP y Vox. Por el despacho de Sánchez, además de Alberto Núñez Feijóo y Yolanda Díaz, también se han pasado los líderes de BNG y PNV, que han mostrado su disposición de sacar adelante la investidura si se producen “avances en las agendas” gallega y vasca. Coalición Canaria ha puesto sobre la mesa una posible abstención, aunque descarta emitir un voto favorable.

El de los independentistas vascos y del BNG choca de lleno con la incertidumbre que rodea a los separatistas catalanes, especialmente a los de Carles Puigdemont. “Si se trata de hacer lo que se ha hecho en los últimos cuatro años, no son nuestros votos los que están buscando”, ha señalado Míriam Nogueras. La comisión negociadora de los socialistas mantendrá nuevas “reuniones de trabajo” con sus homólogos esta semana. El PSOE ha asegurado que “intensificará el ritmo” y se centrará en “concretar propuestas”, aunque todo “en el ámbito de la discreción”. Ferraz quiere cerrar cuanto antes los “acuerdos necesarios” para darle continuidad al Gobierno progresista.

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz durante la sesión constitutiva de la XV Legislatura en el Congreso de los Diputados. (Alberto Ortega / Europa Press)

Cruce de reproches entre PSOE y Sumar

Por otro lado, y aunque la tensión no vaya a pasar del desconcierto que genera, los últimos días han evidenciado también las diferencias entre PSOE y Sumar. El papel protagonista que ha asumido Yolanda Díaz en las negociaciones no ha terminado de convencer. Sumar defiende que todos sus movimientos están coordinados con Pedro Sánchez, pero parte de la bancada socialista observa la jugada con recelo. Además, el líder del PSOE se ha desmarcado públicamente de los dos grandes movimientos de su socio preferente: el viaje de la vicepresidenta segunda a Waterloo —donde se reunió con Carles Puigdemont— y la propuesta para la amnistía.

El acuerdo para un futuro gobierno no peligra, pero las desavenencias son claras, especialmente desde que se desató la guerra entre Israel y Hamas, un conflicto que ha recuperado uno de los puntos en los que más chocan ambas formaciones. Los partidos que integran Sumar han dejado entrever su incompatibilidad ideológica con la postura del PSOE.

Yolanda Díaz ha criticado de forma tajante la “barbarie” y ha apelado al reconocimiento de Palestina como un “estado libre”. Ione Belarra, por su parte, ha encabezado la multitudinaria marcha contra el “genocidio” perpetrado por Israel que ha tenido lugar este domingo en el centro de Madrid. La formación ha pedido al presidente en funciones “dar un paso más” y “dejar de mostrar complicidad” con Benjamín Netanyahu. Pedro Sánchez, mientras tanto, ha colgado un tuit en el que reconoce, en nombre del Consejo Europeo, “el derecho de Israel a defenderse dentro del derecho internacional”. El acuerdo de investidura todavía está lejos de cerrarse, aunque queda poco más de un mes para llegar a la fecha límite y llevar el país a una nueva repetición electoral. Sánchez espera que esta semana sea definitiva para que la vuelta a las urnas deje de ser una opción.

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