Genara cumple 70 años ahora en noviembre y reconoce que ya va siendo hora de jubilarse. Su marido está “un poco pachucho” y sus hijos (tiene tres) no quieren seguir con el negocio. Así que ha decidido poner a la venta uno de los pocos poblados del mítico Oeste norteamericano que se crearon en el desierto de Almería allá por los años 60 gracias al auge de los ‘spaghetti western’. “Me da pena, pero yo solo no puedo seguir”, señala a Infobae España.
Ubicado en el desierto de Tabernas, el Almería, el poblado cuenta con una extensión de 85.964 metros cuadrados, de los que 1.881 están construidos, ya que este pedazo de la América más salvaje recrea edificios tan emblemáticos de los clásicos del Oeste como su cantina, la oficina del banco, la del sheriff, una funeraria o la oficina del telégrafo. Está a la venta por 2,5 millones de euros, según la firma encargada de su comercialización, Remax Indalo. “Bien gestionado, es ideal como parque temático”, explican.
Te puede interesar: Los nuevos buzos de élite de la Guardia Civil para rescates en cuevas profundas: “Hace falta una gran fuerza mental”
Genara reconoce que ella y su familia han pasado buenos momentos regentando este poblado cinematográfico que se inauguró en 1968, cuando el afamado director italiano Sergio Leone creó el poblado para rodar la mítica ‘Hasta que llegó su hora’, protagonizada por Henry Fonda, Claudia Cardinale y Charles Bronson. “Luego se hicieron con él otras personas hasta que nosotros lo compramos en 1990″, relata Genara. Y decidieron bautizarlo ‘Western Leone’ en homenaje al director italiano.
“Mi marido era pescadero y trabajaba para otro poblado de la zona llamado ‘Fort Bravo’. Nos empezó a gustar este mundo y decidimos comprar el ‘Western Leone’ cuando nos enteramos de que lo vendían”. En ‘Fort Bravo’, por ejemplo, Leone rodó con Clint Eastwood todo un clásico como ‘El bueno, el feo y el malo’. Pero el boom de los spaghetti western duró lo que duró. Ya no había tantas películas y Genara y su marido decidieron crear una especie de parque temático. “En 1990 estaba muy abandonado y solo servía para rodajes de vez en cuando. Nosotros empezamos a hacer espectáculos, abrimos algún restaurante. Fue una buena época. Hasta que llegó la crisis de 2008… entonces tuvimos un bajón”.
Pero aguantaron. “Lo alquilamos incluso para jugar al paintball, ese juego en el que la gente forma equipos para dispararse con balas de pintura. El poblado es ideal para eso. Y lo seguimos alquilando para todo tipo de rodajes. Aquí se ha rodado algún anuncio del lavavajillas Fairy y de los yogures Danone, asegura”. Actualmente se puede seguir visitando, ya que siguen ofreciendo espectáculos por 12 euros para adultos y seis euros para menores de entre 4 y 12 años. “Pero hay poca clientela. Este sábado vendrían unas 60 personas a ver lo que hacemos. Obviamente, hay más público los fines de semana”.
Genara y su familia dan empleo a unos cinco especialistas que hacen las delicias de los visitantes, mientras que ella y alguno de sus hijos le ayuda a gestionar el negocio. “Vivimos incluso aquí, pero ya va siendo hora de retirarse. Por eso lo vendemos. Aunque creemos que es interesante que alguien siga con él. Es bueno para el cine y el turismo”, asegura Genera, que de vez en cuando se sigue codeando con alguna estrella del celuloide. “Pedro Almódovar estuvo aquí rodando unos días su última película, ‘Extraña forma de vida’”, un drama-western protagonizado por Pedro Pascal y Ethan Hawke. “También estuvo unos meses antes Viggo Mortensen. Pero no me acuerdo de cómo se llamaba la peli. Tenía un nombre complicado”. Se refiere a The Dead Don’t Hurt.