Proyecto ‘Anser’, la bandada de gansos espaciales que monitorearán los embalses de España

El INTA ha desarrollado tres novedosos nanosatélites para medir la calidad del agua de la Península Ibérica

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Instalación de los tres satélites de Anser en el cohete Vega (INTA)
Instalación de los tres satélites de Anser en el cohete Vega (INTA)

Los gansos son un ejemplo de coordinación y trabajo en equipo. Estas aves son una clara demostración de lo que supone volar en formación y lo imprescindible de que, para hacerlo sin fallos, haya un líder que guíe y unos seguidores que lo secunden. Ante el inapelable éxito de este fenómeno de la naturaleza, no es de extrañar que el primer trío de nanosatélites desarrollado por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) para monitorear las aguas continentales de la Península Ibérica haya sido bautizado Anser, nombre científico del ganso.

Y es que los tres nanosatélites diseñados en España, los primeros del programa de pequeños satélites del INTA para la observación de la Tierra, interactúan como una bandada de pájaros: hay un sistema que ejerce de líder al ser el responsable de la comunicación con tierra y controlar la ejecución de la misión en órbita, y dos followers que están equipados con una cámara hiperespectral con la que recabar información sobre la calidad del agua de los ríos, lagunas y embalses españoles que luego vuelcan en el líder.

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Estos gansos espaciales, construidos en las instalaciones que el INTA posee en Torrejón de Ardoz (Madrid), fueron lanzados el pasado sábado a bordo de un cohete Vega de la Agencia Espacial Europea, desde la Guayana Francesa. Los satélites, de tan solo 3,3 kilogramos de peso y unas dimensiones de 30x10x10 centímetros, fueron colocados en una órbita a 500 kilómetros de la superficie terrestre. El proyecto Anser, han destacado desde INTA, es un hito en la historia astronáutica española no solo por ser los primero nanosatélites desarrollados íntegramente en el país sino también porque su forma de orbitar alrededor del planeta no tiene precedentes.

Trabajos sobre los tres nanosatélites de Anser (INTA)
Trabajos sobre los tres nanosatélites de Anser (INTA)

Sistema pionero en el espacio

El nombre Anser no hace referencia únicamente al modo en que los tres satélites se relacionan entre sí sino también al modo en el que desplazan por el espacio. Según explica Santiago Rodríguez Bustabad, uno de los responsables del proyecto, para que un grupo de satélites interconectados estén bien coordinados, y vuelen muy cerca unos de otros para no perder el contacto entre sí, necesitan ejecutar modificaciones o correcciones orbitales normalmente valiéndose de un pequeño motor. Sin embargo, los de Anser carecen de ningún tipo de propulsión.

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Por eso, los expertos del INTA han diseñado una ingeniosa técnica, totalmente novedosa, que por primera vez será utilizada, de forma nominal, en una misión de observación de la Tierra y que consiste en el despliegue de unas alas -sí, como las de los gansos- que se benefician de que a la altura en la se han depositado los nanosatélites existe una atmósfera que, aunque muy tenue, es suficiente para que estos puedan planear. De este modo, gracias a la distintas configuraciones que pueden adoptar estas alas y a la llamada resistencia aerodinámica los sistemas podrán usarlas en maniobras de frenado y sustentación.

“Con eso podemos realizar maniobras pasivas de acercamiento y separación entre los satélites, simplemente modificando su orientación y por lo tanto el perfil que presentan al avanzar contra la atmósfera, de manera que primeramente se consiga la disposición geométrica óptima de trabajo entre los satélites y después se tenga la capacidad de mantenerla”, detalla Bustabad. De esta manera, Anser supone la primera misión real y no experimental en el mundo que empleará esta técnica de control de vuelo sobre la que hasta el momento solo se habían hecho estudios teóricos.

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