Pedro Sánchez se quita el complejo con EH Bildu

El líder socialista se reúne por primera vez con los representantes de la izquierda aberzale, cuyos votos vuelven a ser cruciales para que la investidura del candidato socialista prospere

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La portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, antes de intervenir durante la investidura de Feijóo. (Eduardo Parra/Europa Press)
La portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, antes de intervenir durante la investidura de Feijóo. (Eduardo Parra/Europa Press)

El presidente del Gobierno en funciones y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se reúne por primera vez de manera presencial con los representantes de EH Bildu. Lo hace en el marco de la ronda de contactos para su investidura, que concluye este viernes con su encuentro con los portavoces de la formación aberzale en el Congreso, Mertxe Aizpurua, y en el Senado, Gorka Elejabarrieta, y posteriormente con la portavoz de Junts, Miriam Nogueras.

Aunque la mayor parte del foco se posa sobre este último encuentro, al no estar aún atados los siete votos de los diputados independentistas catalanes a la espera de rematar un pacto en torno a la ley de amnistía a los encausados por el procés catalán, la reunión presencial con EH Bildu constituye uno de los pasos más simbólicos hacia la normalización de las relaciones con la izquierda soberanista vasca, cuyos votos también son cruciales (otra vez) para que la investidura del candidato socialista prospere.

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Aunque no hay ningún acuerdo sellado, el PSOE cuenta a priori con los votos de los seis diputados de la coalición abertzale, ya que sus máximos representantes han dejado claro que no serán un escollo para evitar una repetición electoral que pudiera dar el gobierno al PP y Vox. Así lo volvió a recordar recientemente el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, al afirmar que su partido “no especula” con su posición política para “frenar al bloque reaccionario”. Eso sí, EH Bildu exigirá una “agenda plurinacional”.

Aunque el PSOE enmarca estos encuentros en la normalidad, este gesto supone otro salto cualitativo en la estabilidad de las relaciones con una formación cuyo respaldo ha sido imprescindible para el actual Gobierno de coalición en funciones. Su voto en el Congreso tras el nuevo rumbo de la formación en Madrid ha sido decisivo desde la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a la Moncloa en 2018 (los dos diputados de EH Bildu votaron a favor, no como “apoyo al PSOE” sino como “rechazo al PP”).

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Ya en la pasada legislatura, la coalición formada por Sortu, Eusko Alkartasuna y Alternatiba apostó en su totalidad por la vía pragmática para hacer frente a la “agenda autoritaria” de la extrema derecha. EH Bildu se abstuvo en la investidura de Sánchez en enero de 2020, entrando a formar parte en el denominado bloque de la investidura y siendo imprescindible para sacar adelante las principales medidas sociales desplegadas por el Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos (los paquetes de medidas contra la crisis por la guerra en Ucrania o las dos reformas de las pensiones), así como los Presupuestos de 2021, 2022 y 2023.

El apoyo de EH Bildu, arma arrojadiza de la derecha contra Sánchez

Precisamente, estos apoyos han sido utilizados por la derecha y la ultraderecha como arma arrojadiza, acusando a Pedro Sánchez de apoyarse en los “herederos de ETA” e incluso utilizando el polémico grito Que te vote Txapote, el lema “repugnante y doloroso” para las víctimas de la banda terrorista. El aval a estos insultos desde el ámbito político ha sido replicado en las protestas contra el Gobierno en la calle. De hecho, esta frase ha llegado a emplearse en actos institucionales como el de este jueves, cuando un grupo de personas gritaron “que te vote Txapote” durante el saludo de Sánchez y el resto de autoridades a Felipe VI y Letizia.

Hasta llegar al encuentro presencial de este viernes se han producido gestos entre ambas partes a favor de la distensión y normalización política. Por parte de EH Bildu, permitir que Sánchez llegara a la Moncloa en 2018 y optar por la vía pragmática. Por parte de los socialistas, destaca el hecho de levantar el veto a negociar con EH Bildu, una orden que dio el propio Sánchez de cara a su investidura tras las elecciones generales de noviembre de 2019. En el marco de estas negociaciones, el PSOE se sentó por primera vez en en el Congreso con EH Bildu en aras de llegar a un acuerdo.

Los representantes de EH Bildu (Oskar Matute, Gorka Elejabarrieta y Mertxe Aizpurua) con los del PSOE (Adriana Lastra y Rafael Simancas) en la pasada legislatura durante una reunión. (EH Bildu)
Los representantes de EH Bildu (Oskar Matute, Gorka Elejabarrieta y Mertxe Aizpurua) con los del PSOE (Adriana Lastra y Rafael Simancas) en la pasada legislatura durante una reunión. (EH Bildu)

La entonces portavoz de los socialistas en la Cámara Baja, Adriana Lastra, y el ex secretario general del grupo, Rafael Simancas, fueron los elegidos para la foto con los representantes de EH Bildu en el Congreso y el Senado. Desde entonces y a lo largo de los cuatro años de legislatura se han producido otros encuentros con Carmen Calvo, cuando era vicepresidenta primera, y otros ministros, como Félix Bolaños o María Jesús Montero, así como otros portavoces de grupos parlamentarios.

En este contexto, la coalición abertzale afronta la cita de este viernes con “total normalidad”. “Los contactos y las relaciones son constantes, habituales y fluidas desde el inicio de la pasada legislatura con todos los grupos progresistas de la Cámara, incluido el PSOE”, apostillan fuentes parlamentarias de EH Bildu. De hecho, recuerdan que Aizpurua y Sánchez contactaron hasta en dos ocasiones de manera telemática durante la pandemia. Eso sí, el partido independentista vasco no pasa por alto que este viernes será la primera vez que se reúna públicamente con un presidente del Gobierno.

Sánchez, por su parte, ya justificó durante la campaña los pactos (incómodos para una parte del socialismo) con EH Bildu y otras formaciones independentistas bajo el argumento de que “busca votos hasta debajo de las piedras para avanzar en derechos y libertades”. De cara a su investidura, el presidente del Gobierno en funciones ha rescatado estas palabras que, junto a las reuniones formales con los representantes de estas formaciones, le despojan de los complejos que en su día tuvo su partido y que causa rechazo en la derecha.

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