Morata y Sancet desatascan a España ante Escocia y encarrilan la clasificación para la Eurocopa

Los goles de ambos futbolistas certifican la revancha de Luis de la Fuente sobre el combinado escocés y sellan medio billete de La Roja para la Eurocopa 2024

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Los jugadores de la selección
Los jugadores de la selección española celebran el gol de Morata ante Escocia. (REUTERS).

Cuando Gozubuyuk decretó el final del partido, Raphael retumbó con su gran noche en La Cartuja, mismo escenario donde Morata había vivido la suya minutos antes. Otra más y ya van seis esta temporada, todas en las que ha visto puerta. En esta ocasión, Escocia fue su víctima. El delantero rojiblanco desatascó de cabeza un partido trabajado para los de Luis de la Fuente y señaló a Sancet el camino a seguir batir a Gunn. Oihan, debutante con la Roja, siguió el recorrido de Álvaro como si le hubiera dejado miguitas de pan. Penetró por el centro de la zaga, al igual que su compañero, y sentenció un partido que pudo ponerse muy cuesta arriba para España de no ser por la intervención del VAR al anular el tanto de McTominay cuando el marcador aún no se había movido. La Roja se queda a un paso de la Eurocopa 2024, a una victoria mejor dicho.

Luis de la Fuente aprendió de los errores del pasado. Los mismos que le llevaron a revolucionar el once en su dolorosa visita a Glasgow donde España cosechó la primera derrota de la era De la Fuente y las críticas rodearon a un seleccionador que fue víctima de su propio experimento. Revolucionó el once titular y lo pagó. Seis meses después, con un título bajo el brazo, el técnico no estaba dispuesto a repetir probaturas. De aquella fatídica noche en Hampden Park, solo Rodri y Merino se mantenía sobre el terreno de juego. El resto, caras nuevas. También conocidas, pues son las mismas que en los últimos partidos han goleado a Georgia y Chipre.

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De menos a más

La columna vertebral sigue intacta. Simón bajo palos. Le Normand y Laporta en el eje de la zaga, primera pareja de centrales que comparten defensa más de cuatro partidos seguidos desde Ramos y Piqué. Rodri como director de orquesta y Morata de referencia en ataque. El desfile español comenzó de manera esperanzadora para la Roja. No se había cumplido un minuto de partido cuando Ferran Torres mandó su remate cerca del poste de Gunn. La declaración de intenciones estaba ahí. Escocia la vio, pero decidió no firmarla. En consecuencia se juntó atrás para dar calor a Gunn y poco a poco ir pasando el mal trago inicial para crecer en el partido.

España creaba ocasiones, pero a todas les faltaba algo. Cuando no fallaba el último paso era el control y cuando no, un escocés se cruzaba en el camino. Mikel Merino agitó los muros gaélicos con un zurdazo que escupió la madera. Más tarde, Morata se adelantó a la defensa y desvió a gol un centro de Carvajal. Sin embargo, se adelantó tanto que acabó en fuera de juego. Había riesgo de caer en la ofuscación y la impaciencia y ese momento de zozobra lo aprovecharon los hombres de Clarke para crecer en el partido.

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McTominay hizo temblar a toda España. Su latigazo desde casi el banderín de córner superó a un Unai Simón al que le sonrió el VAR. Esta vez el fuera de juego era de Escocia. Vida extra para España. De la Fuente, que había aprendido de los errores cometidos en Hampden Park decidió agitar la coctelera. Dio entrada a Bryan Zaragoza y Jesús Navas, sus dos puñales. Ambos se encargaron de desarbolar el entramado defensivo escocés. La perla del Granada es un joven enclenque, menudo, pero con un talento especial. Es, ni más ni menos, un jugador de calle, desacomplejado, que “vive para el regate” como él dice.

Tanto él como el veterano jugador hispalense, tumbaron a Escocia con fuego lateral. Navas centró y Morata fue con todo a rematar. Minutos más tarde, Joselu siguió el ejemplo de Jesús y Sancet el de Álvaro. Dos zarpazos y el encuentro ya estaba en el bolsillo. Por consecuencia, también el billete para la Eurocopa, que ya tiene medio sello. La otra mitad deberán ganársela el próximo domingo en Oslo, ante la Noruega de Haaland.

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