El misterioso Parador incrustado en un castillo medieval: un fantasma merodea por una de sus habitaciones

Muchos huéspedes afirman sentir la presencia de alguien que llora o de pasos en la habitación 22

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Muchos huéspedes afirman sentir la presencia de alguien que llora o de pasos en la habitación 22

A lo largo de la historia, España se ha caracterizado por el gran número de civilizaciones que han habitado sus tierras. Estas, para defenderse de las posibles invasiones, levantaron multitud de castillos, cada uno a su manera y siguiendo la arquitectura típica de la época. Así, a lo ancho y largo de nuestro territorio se pueden contemplar un gran número de fortalezas de distintos orígenes y estilos que reflejan el importante patrimonio cultural e histórico con el que cuenta la península.

Sin embargo, cierto es que algunas construcciones destacan más que otras por diversos motivos. Estos pueden ser su impresionante arquitectura, sus sistemas defensivos o la imponente ubicación. En este sentido, en Jaén, el castillo de Santa Catalina se alza como una de las fortalezas más bonitas de España gracias, en parte, a que cumple con todos estos aspectos, pero también por su importancia para el devenir de la región.

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Se sitúa sobre uno de los parajes más espectaculares de la provincia, el Cerro de Santa Catalina, desde el cual se puede divisar prácticamente todo el territorio provincial. Dominando la colina, el castillo cuenta con un increíble recinto amurallado defendido por seis torres. Además, una de sus antiguas edificaciones se ha reconvertido en Parador de Turismo, siendo uno de los alojamientos más especiales de la provincia.

Castillo de Santa Catalina, en Jaén.
Castillo de Santa Catalina, en Jaén.

Un gran conjunto arquitectónico

El origen del castillo de Santa Catalina se remonta al siglo IV a.C, cuando en la falda del castillo los íberos construyeron un oppidum (poblado amurallado) del cual aún se conservan restos arqueológicos. Aunque la primera construcción no se realizaría hasta el siglo VIII-IX, período en el que los musulmanes levantaron una alcazaba. Durante ese tiempo, solo se limitaba a funciones administrativas y defensivas, hasta que a partir del siglo X fue sustituida por un gran alcázar defensivo en la cumbre del cerro.

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No fue hasta siglo XIII, tras la conquista cristiana por parte de Fernando III, cuando se inició la edificación de una nueva fortaleza, sobre la parte más alta del antiguo alcázar musulmán. Así, durante la Edad Media coexistieron tres fortificaciones: el Alcázar Nuevo, el conocido como Alcázar Viejo (con los restos de la antigua fortificación islámica) y un reducto amurallado de época musulmana conocido como castillo de Abrehuí.

Los cambios más notables llegaron entre los años 1810 y 1812, mientras la Guerra de Independencia. Durante este periodo, el ejército napoleónico convirtió la fortaleza de Jaén en la mayor y más importante base del ejército francés del Alto Guadalquivir. Sin embargo, tras su retirada, quedó totalmente abandonada hasta que a mediados del siglo XX se comenzó la construcción del actual Parador de Turismo. La obra se realizó sobre los terrenos ocupados por los restos del Alcázar Viejo islámico.

Castillo de Santa Catalina, en Jaén.
Castillo de Santa Catalina, en Jaén.

Comodidad y gastronomía

El Parador de Jaén se caracteriza por mantener una estructura espectacular donde prima la elegancia y modernidad. Desde sus habitaciones permite disfrutar de una de las mejores vistas de toda la provincia, a la vez que gozar de todos sus servicios y comodidades.

A esto se le suma su rica gastronomía, pues su oferta “se fundamenta en la cocina tradicional jiennense, heredera de la tradición andalusí y con influencias pastoriles, con base en los productos de la huerta y en el aceite de oliva virgen extra”, como explican en su portal web. Entre sus especialidades destacan: pipirrana, merluza con salsa mozárabe, paté de perdiz y espinacas esparragadas con huevo al estilo de Jaén.

Pero esto no acaba aquí, pues sus muros esconden un gran misterio. Se dice que en la habitación 22 (401 tras la rehabilitación del Parador) merodea un fantasma, pues varios de los huéspedes que se han alojado en ella cuentan haber experimentado fenómenos paranormales.

Castillo de Santa Catalina, en Jaén (Paradores.es).
Castillo de Santa Catalina, en Jaén (Paradores.es).

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El misterio de la habitación 22

A la hora de hablar de fantasmas y sucesos paranormales, suele emanar en nosotros un curioso escepticismo que nos hace dudar a favor del raciocinio y la lógica. Pero cuando se habla continuamente de fenómenos en lugares concretos puede crear algo de confusión. Algo así es lo que sucede en el Parador de Jaén, pues son numerosos los huéspedes que afirman haber sentido la presencia de alguien invisible que llora, anomalías eléctricas, descensos de temperaturas o puertas y cajones que se abren y se cierran solas.

Entre los testimonios destaca el de un obrero, que vio durante las obras del parador a una mujer magrebí que se encontraba en lo que hoy es la cafetería, tal y como recoge ABC de Sevilla. Igualmente, otros clientes presentaron una queja a la dirección del hotel, ya que durante toda la noche el cliente de la habitación superior no había dejado de mover muebles, gritar y llorar. No obstante, no hay una habitación en el piso superior, sino el tejado, curioso ¿verdad?

Otros cuentan también haber sentido correr gente por el pasillo, llamar a puertas e incluso ver la aparición de una mujer vestida con indumentaria árabe que, desde una esquina, los observaba fijamente. Todo esto ha hecho, que a este “fantasma” se le conozca como Jasmina, una mujer que habría sido asesinada en la torre del Parador.

Castillo de Santa Catalina, en Jaén (Paradores.es).
Castillo de Santa Catalina, en Jaén (Paradores.es).

Cómo llegar

Desde Granada, el viaje es de alrededor de 1 hora y 15 minutos por la carretera A-44. Por su parte, desde Córdoba el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 30 minutos por la vía A-306.

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