Ernest Hemingway publicó Al otro lado del río y entre los árboles en 1950, justo entre dos de sus obras maestras, Por quién doblan las campanas y El viejo y el mar. En ella el autor abordaba con su particular estilo temas como la muerte, la decadencia vital, la memoria de los horrores de la guerra y el romanticismo lúgubre desde un tono crepuscular.
Como siempre, se reflejó en el personaje protagonista, en este caso, un coronel veterano del ejército de los Estados Unidos, enfermo del corazón, que pasaba un fin de semana en Venecia paseando por sus calles y navegando por los canales con una joven aristócrata.
Te puede interesar: Jaione Camborda, ganadora de la Concha de Oro: “Quería reflexionar sobre por qué el cuerpo de la mujer continúa siendo fuente de polémica”
De Hemingway se han adaptado muchas de sus obras y algunas de esas películas han alcanzado el estatus de obras maestras, como Tener o no tener, de Howard Hawks, Forajidos, de Robert Siodmak, así como varias versiones de Adiós a las armas o El viejo y el mar. Sin embargo, hacía tiempo que no se adaptaba desde una perspectiva contemporánea y, mucho menos, desde la mirada de una mujer detrás de la cámara.
Un Hemingway crepuscular
Ese fue uno de los retos que más motivaron a Paula Ortiz a la hora de aceptar esta película de encargo que, además, vendría a cubrir un vacío a la hora de trasladar a la pantalla la obra de Hemingway, ya que nunca se había hecho nada al respecto de Al otro lado del río y entre los árboles.
Te puede interesar: ‘Mentiras pasajeras’: pinchazos de botox low cost y comedia de espías con el sello Almodóvar
“Los productores buscaban a alguien joven y querían que fuera una mujer quien se acercase a Hemingway”, cuenta Paula Ortiz a Infobae España. “Como yo había adaptado a Federico García Lorca en La novia pensaron que era una buena opción, aunque fueran dos autores totalmente antitéticos. Pero había algo que me llamaba del proyecto, que era precisamente acercarme a esa figura que él se había encargado de perpetuar a lo largo de su vida y su obra”.
A Paula Ortiz le gustaba que fuera una novela que se saliera del Hemingway cliché, el de la guerra, los toros, las fiestas, las mujeres y el alcohol. “No es que no se encuentren entre mis intereses.... es que me provocan rechazo”, cuenta. “Así que se trataba de aproximarme a lo opuesto. Había algo de antagónico, de cómo una narradora mujer española del siglo XXI se acercaba a la figura del macho, del hombre blanco americano, heterosexual y cúspide de la pirámide patriarcal que simbolizaba”.
Sin embargo, Al otro lado del río y entre los árboles le daba la posibilidad de hacerse a un Hemingway ya en decadencia, donde él mismo se desmorona y se cuestiona. ¿Todas sus luchas merecieron la pena? Ese le pareció a Ortiz un hilo del que tirar. “Los diálogos de Hemingway, los propios personajes y la cadencia del relato me remitía a película de los años 40, me sonaban a Casablanca, a Breve encuentro, por ejemplo, así que ese fue el tono que intenté plasmar, en blanco y negro, con el mismo formato de las películas de la época”.
Te puede interesar: La adaptación de ‘La red púrpura’, mucho más violenta y visceral que ‘La novia gitana’
Paula Ortiz reconoce que se considera una directora más física, más visceral, más sensorial, pero que esta película le obligaba a una narración más transparente y elegante. Y así es, su versión de Al otro lado del río y entre los árboles es refinada y exuda un aroma a cine clásico.
En el reparto, encontramos como protagonista a Liev Schreiber (Ray Donovan), Matilda De Angelis (The Undoing), Josh Hutcherson (Los juegos del hambre) y con las colaboraciones especiales de Laura Morante, Danny Huston o Sabrina Impacciatore (The White Lotus).
Por diversas razones, Al otro lado del río y entre los árboles ha retrasado su estreno y coincide con otro proyecto, en este caso personal, de Paula Ortiz, la adaptación del texto teatral de Juan Mayorga, La lengua en pedazos, basada en la figura de Santa Teresa de Jesús, con Blanca Portillo, Greta Fernández y Asier Etxeandía en el reparto que se estrenará el próximo 24 de noviembre y pasará antes por el Festival de Cine de Valladolid.
.Además, se encuentra también ultimando Hildegart, sobre un caso real que pertenece a la crónica negra de nuestro país y que ya llevó a la pantalla Fernando Fernán Gómez y Almudena Grandes a la literatura en La madre de Frankenstein.