Moncloa afea a Sumar falta de prudencia por su postura sobre los ataques de Hamas a Israel

El conflicto recrudecido en Oriente Medio es un episodio más de las divisiones entre las dos patas de la coalición en torno a la política exterior

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La vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz, interviene durante el Comité Ejecutivo de la Confederación Europea de Sindicatos (CES). (Diego Radamés/Europa Press)
La vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz, interviene durante el Comité Ejecutivo de la Confederación Europea de Sindicatos (CES). (Diego Radamés/Europa Press)

El Gobierno evita a toda costa que la guerra entre Israel y Hamas abra una brecha entre los socios de la coalición, acostumbrados a discrepar en torno a las cuestiones internacionales durante la pasada legislatura. Por ello, en el Ejecutivo en funciones liderado por Pedro Sánchez avisan de que “la política exterior la marca el presidente” ante las opiniones de algunos representantes de los partidos integrados en la coalición de Sumar acerca del ataque terrorista de Hamas en suelo israelí.

En este sentido, fuentes de la parte socialista del Ejecutivo afean a los de Yolanda Díaz falta de prudencia por las declaraciones de algunos de sus portavoces, que van desde la denuncia de la “ocupación ilegal” de territorios palestinos por parte de Israel hasta evitar llamar grupo terrorista a Hamas y equiparar sus acciones con las de Israel.

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La propia vicepresidenta segunda en funciones y líder de Sumar, Yolanda Díaz, afirmó el pasado sábado, cuando el grupo terrorista asesinó a al menos 700 personas y secuestró a unas 100, sentirse “consternada por las imágenes que llegan desde el sur de Israel y Gaza. Mi solidaridad con todas las víctimas”, tal como escribió en la red social X. No obstante, puso el foco en la comunidad internacional para “poner fin a la ocupación y que el pueblo palestino pueda vivir con dignidad”.

Pedro Sánchez fue más allá y catalogó de “terrorista” el ataque contra Israel. Por ello, el PP exigió mayor contundencia al Gobierno ante una reacción dividida al entender que tanto Yolanda Díaz como otros miembros del Gobierno y socios parlamentarios de Sánchez pongan “paños calientes” en su condena al ataque de Hamas. Estas críticas se han elevado al Congreso y al Senado a través de una solicitud de comparecencia del ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel Albares.

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En el escrito, el PP pide que Albares exponga la valoración sobre el ataque terrorista que ha sufrido Israel, la situación en la que se encuentran los españoles en la región, las líneas de acción que tomará el Gobierno en funciones y cómo afecta a nuestra política exterior este conflicto. Fuentes del Ejecutivo dejan en el aire estas explicaciones en un Pleno toda vez que la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, defendió que el propio líder popular, Alberto Núñez Feijóo, fue informado sobre la situación este lunes de manera directa por el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, durante el encuentro mantenido en el Congreso dentro de la ronda de consultas con los grupos parlamentarios para la investidura de Sánchez. Asimismo, Rodríguez apuntó que “Albares se ha dirigido a todos los grupos parlamentarios”.

Moncloa pide prudencia a Sumar

El Gobierno echa balones fuera para evitar que se hable de grietas en la respuesta al conflicto entre Israel y Hamas y, sin embargo, carga contra el presidente del partido con mayor representación en el Congreso y actual líder de la oposición, a quien pidió ponerse “de su lado” ante un “tema tan sensible que estamos siguiendo con consternación”. “El Gobierno se ha mostrado con absoluta rotundidad en relación a estos hechos. Lo ha hecho el presidente del Gobierno y lo ha expresado el ministro de Asuntos Exteriores”, remachó Rodríguez tras las quejas de la derecha.

Si bien, en la parte socialista del Ejecutivo en funciones son conscientes de que determinadas afirmaciones de algunos miembros de Sumar no ayudan a mantener esa prudencia que exigen a Feijóo. Y es que, más allá de los reproches por las críticas a Israel de Díaz y de otros miembros de la coalición de Sumar (Más Madrid y Podemos también), el portavoz de IU, Enrique Santiago, y el portavoz de Más País, Íñigo Errejón, ambos diputados de Sumar, han evitado definir a Hamas como un grupo terrorista.

“Nosotros ni lo consideramos ni lo dejamos de considerar porque es que no sabemos qué es un grupo terrorista, ya que hasta ahora la inclusión en listas de organizaciones terroristas responde a criterios políticos de Estados”, dijo Santiago. Para Errejón, la definición de grupo terrorista suele estar más relacionada con “una pelea política más resbaladiza”, según una entrevista recogida por Europa Press.

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Además del partido de Yolanda Díaz, Podemos, Más Madrid, Más País o Izquierda Unida enmarcan el ataque de Hamas en un contexto de “ocupación ilegal” de territorios palestinos por parte de Israel. La coportavoz de Podemos, Isa Serra, criticó que ahora se lleven “las manos a la cabeza” en el ámbito internacional tras la ofensiva de Hamás, pero se silencie la actuación de Israel, un Estado “sionista, teocrático y no democrático”.

En cualquier caso, el conflicto recrudecido entre Israel y Hamás es un episodio más de las diferentes visiones en torno a la política exterior que las dos patas de la coalición evidenciaron en la pasada legislatura. La división más flagrante fue el giro histórico de Sánchez en su cambio de postura sobre el Sáhara al reconocer que sea una provincia autónoma de Marruecos. La propia Díaz tildó al país alauí de “dictadura”, algo que no sentó bien en la parte socialista del Gobierno porque ponía en peligro la nueva etapa de relaciones con Marruecos.

PSOE y Unidas Podemos también han chocado en lo relativo a la posición de España sobre la guerra de Ucrania y su actuación para resolver el conflicto y el envío de material bélico, rechazando los morados proveer de armamento a los soldados ucranianos. También, se rescató otra vieja cuestión que separa al PSOE del resto de la izquierda, como es la defensa de la OTAN, recrudecida por la adhesión de Suecia y Finlandia a la Alianza Atlántica. La fractura entre ambos socios, con Yolanda Díaz a la cabeza, se evidenció también con el aumento del gasto en Defensa hasta lograr el 2% del PIB en 2029, una medida pactada por Pedro Sánchez el marco de los compromisos de la OTAN.

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