Los soldados que deben dejar el Ejército al cumplir 45 años no encuentran empleo: “El Ministerio de Defensa es la mayor fábrica de parados de España”

El 60% de los reservistas que perciben la asignación mensual de 704 euros la complementan con la prestación por desempleo. “La gente se cree que al entrar en el Ejército te aseguras un futuro, pero es todo lo contrario”, asegura Marco Antonio Gómez, presidente de la Asociación de Tropa y Marinería Española

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Soldado español en el Centro de Formación de Tropa nº 1, en el Campamento Santa Ana de Cáceres. Marco Romero/MDE)
Soldado español en el Centro de Formación de Tropa nº 1, en el Campamento Santa Ana de Cáceres. Marco Romero/MDE)

La Tropa de las Fuerzas Armadas de España tiene fecha de caducidad. Según la ley vigente, aprobada en 2006, al cumplir los 45 años, los soldados y marineros deben abandonar el servicio activo en caso de no haber accedido a la condición de soldado permanente. En ese momento, siempre que se haya servido como mínimo 18 años en la fuerza correspondiente, pasan a ser reservistas de especial disponibilidad (RED), estatus por el que les corresponde una asignación mensual de 704 euros que, menos impuestos, queda en 677,60 euros. No es difícil de creer que esta paga no contributiva, a la que se tiene derecho hasta los 65 años, sea insuficiente para subsistir, por lo que los reservistas buscan combinarla con el salario de un nuevo empleo. Sin embargo, la tropa española no encuentra trabajo en el mundo laboral civil.

Los números así lo indican: de los 4.199 reservistas que actualmente cobran la asignación, el 60% la complementa con la prestación por desempleo y solo el 36% con un sueldo en una empresa privada. “El Ministerio de Defensa es la mayor fábrica de parados de larga duración de España”, asegura a Infobae España Marco Antonio Gómez, presidente de la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME). “La gente se cree que al entrar en el Ejército te aseguras un futuro, un sueldo enorme y seguridad laboral, pero es todo lo contrario. Tenemos precariedad salarial, no tenemos contratos, sino compromisos. Estamos en un limbo jurídico laboral impresionante. Y, tras 25 años de servicio, a los 45 años te dan una patada y a la calle. Así de cruda es la puñetera realidad que tenemos los militares”, denuncia.

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A pesar de que, en la actualidad, el número de reservistas es relativamente pequeño, desde la ATME prevén que la cantidad de soldados que se acogerán a este régimen irá aumentando exponencialmente cada año, con el consecuente coste para las arcas públicas. Según los cálculos de la asociación, que señala además el hermetismo que la cartera de Margarita Robles mantiene sobre los datos relacionados con el personal, a día de hoy hay cerca de 27.000 soldados con compromiso de larga duración, aquel que finaliza a los 45 años. “27.000 personas que pueden llegar a ser reservistas. Tras aprobarse esta ley, en los primeros años se iban 200 o 300, pero pronto empezarán a irse de a 3.000 soldados por año. Eso es mucho dinero”, explica Gómez. De hecho, el Ministerio de Defensa pronostica más de 50.000 soldados con 45 años de cara a 2036.

Problemas en la homologación de títulos

La ley establece que, para garantizar el desarrollo profesional de los militares de tropa y marinería, el Ministerio de Defensa “facilitará la obtención de titulaciones y acreditaciones del sistema educativo general”. Sin embargo, desde ATME señalan que uno de los mayores obstáculos que acusan a la hora de conseguir trabajo una vez fuera de las Fuerzas Armadas es la inexistencia de homologación del título militar con los que reconoce el Ministerio de Educación.

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“Cuando vas a la calle con ese título a buscar empleo te dicen que ese papel no vale absolutamente nada. Que una persona haya estado 25 años como cocinero dando de comer a 400 personas diariamente no le cuenta como experiencia laboral ni para pinche ni para manipulador de alimentos. Dentro de Defensa tú tienes unos créditos y unas 1.500 horas lectivas, pero para que sea homologable en la vida civil Educación exige 1.800 horas, con lo cual ese título no tiene validez ninguna”, detalla el presidente de la asociación.

Acuerdo entre Defensa y Renfe (MDE)
Acuerdo entre Defensa y Renfe (MDE)

El ministerio que lidera Margarita Robles, de acuerdo a la ley, también debe ayudar a que el soldado pueda incorporarse al mundo laboral una vez que este concluye su compromiso con las FFAA y, con este propósito, “gestionará y convendrá con instituciones públicas y entidades privadas” acciones orientadas a tal fin. Así, Defensa tiene diversos convenios por los que se reservan plazas para reservistas en distintas convocatorias públicas de empleo, como las 250 acordadas con Renfe, cuyo proceso permanecerá abierto hasta el próximo 11 de octubre. El acuerdo con esta empresa pública tiene una particularidad, dado que la convocatoria también incluye a soldados en activo que estén en sus últimos diez años de compromiso con las FFAA.

Si bien desde ATME valoran positivamente este tipo de acuerdos, por los que han peleado durante mucho tiempo, denuncian que Defensa muchas veces no supervisa que se cumplan, como sucedió con el resonado caso de las 22 plazas reservadas en la Policía Local de Madrid pactadas con el Consistorio de Manuela Carmena que, tras años de litigio, debieron respetarse, ya con Martínez-Almeida en Cibeles, después de que la justicia les diera la razón. “Estaremos muy vigilantes que los convenios que hay con el Ministerio de Defensa se cumplan, entre ellos este de Renfe, porque la verdad es que son convenios que son buenos”, afirma Gómez.

Ya no son atractivas las FFAA

El presidente de ATME lamenta que esta falta de perspectiva de futuro más allá de los 45 años haya convertido a la carrera militar en una profesión poco atractiva, que se refleja en la falta cada vez mayor de efectivos. “Hoy los jóvenes no quieren ser soldados”, asegura. “Quieren chavales de 18 años que no pregunten, no pidan derechos, no tengan cargas familiares y a los que puedan enviar a todas las misiones del mundo cobrando una miseria y sin protestar. Eso es lo que quiere el Ministerio de Defensa”, añade.

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Además, Gómez remarca la diferencia que existe, en cuanto a oportunidades, entre la tropa y los sargentos y oficiales: “El primero sale con una diplomatura y el segundo con una ingeniería, sucede que el sargento está tres años en la Academia y el oficial, cinco. En cambio, nosotros no tenemos donde caernos muertos, somos carne de cañón”.

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