Los cinco diputados de Podemos amenazan al PSOE con no respetar la disciplina de voto dentro de Sumar

El nuevo digital de Pablo Iglesias deja claro que si los morados quedan fuera del Gobierno, los socialistas tendrán que luchar en cada votación por sus cinco votos, tan necesarios como los de Junts

El líder de ERC en el Congreso, Gabriel Rufian, habla con las ministras en funciones de Podemo, Ione Belarra e Irene Montero (REUTERS/Susana Vera)

Podemos insiste en tener visibilidad y su cuota de poder en el futuro gobierno de coalición progresista que ya están negociando PSOE y Sumar. La formación morada sabe que no tiene ninguna posibilidad de que Pedro Sánchez y Yolanda Díaz acepten una de las cinco propuestas que los de Ione Belarra han puesto sobre la mesa para apoyar la investidura de Sánchez: que Irene Montero repita como ministra de Igualdad. Sabedores de que esta exigencia es imposible y que no van a provocar ninguna repetición electoral si no se cumple, Podemos aprovecha su principal altavoz mediático para deslizar otras amenazas más plausibles para hacerse oír y demostrar su malestar.

¿Qué amenazas? “Si finalmente hay investidura, y esperamos que la haya, volverá a quedar completamente demostrado que el único lenguaje que entiende el PSOE no es el de la persuasión y los argumentos racionales, sino el lenguaje de la correlación de fuerzas parlamentarias”, señala la última editorial de Diario Red, el nuevo diario digital de Pablo Iglesias, líder oficioso de Podemos.

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Para Podemos, el PSOE es un partido pragmático. Hace cuatro meses, antes de las elecciones generales del 23 de julio, “el PSOE afirmaba de forma contundente que la amnistía a los represaliados por el procés era inconstitucional y estaba, por ello, fuera de la mesa. Hoy, el presidente del gobierno, hasta el último diputado del grupo socialista y —por supuesto— toda la progresía mediática al unísono dicen exactamente lo contrario: la amnistía no solamente es perfectamente constitucional, sino además muy necesaria para avanzar en la resolución del conflicto político en Cataluña”. Y este cambio se ha producido, según Podemos, porque los socialistas necesitan los siete votos de Junts. Ni más ni menos.

Pedro Sánchez, en un acto de partido en Granada (ÁLEX CÁMARA-EUROPA PRESS)

“Y lo mismo que vale para hacer aceptar al PSOE la amnistía de los represaliados catalanes por el procés es lo que valió en noviembre de 2019 para obligar a Sánchez a formar el primer gobierno de coalición desde la recuperación de la democracia”, señala el digital de Iglesias para recalcar que Sánchez fue presidente hace cuatro años gracias a los 35 diputados de Unidas Podemos.

Para Diario Red, que replica los postulados de Podemos, si hoy el salario mínimo está 1.080 euros, España tiene la primera ley de vivienda estatal de su historia, el derecho a la eutanasia, la ley del ‘solo sí es sí’, el ingreso mínimo vital o el impuesto a las grandes fortunas, “no es porque, de repente, el PSOE se convenciese a sí mismo de que estas medidas eran ahora aceptables. Si todo esto se pudo conseguir es porque Pedro Sánchez necesitaba los 35 escaños de Unidas Podemos en el Congreso, y también los 13 de ERC y los 5 de Bildu. Es por la correlación de fuerzas parlamentaria”, insisten.

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Podemos cree (y en esto empieza a coincidir con Sumar) que vamos encaminados hacia una legislatura en la cual la centralidad del eje territorial va a servir al PSOE para descafeinar al máximo cualquier acuerdo programático de gobierno en los ámbitos social, económico, de avances feministas y de regeneración democrática. Lo que Podemos llama un “gobierno de transición” en una legislatura que puede ser corta debido a la complicada aritmética parlamentaria.

La formación morada piensa, además, que en el nuevo Gobierno de coalición solo Sumar, ICV-Comunes y Más Madrid podrían tener carteras ministeriales, “entonces no va a quedar más remedio que volver a utilizar la correlación de fuerzas parlamentarias para poder seguir obteniendo avances en esas materias y para evitar un giro de la acción política del gobierno de coalición hacia el centro-derecha”, señalan desde Diario Red.

La líder de Sumar y vicepresidenta del Gobierno en funciones, Yolanda Díaz (Nacho Frade - Europa Press)

Traducido: los cinco diputados de Podemos se pueden convertir en una piedra en el zapato en el futuro Ejecutivo de coalición. Y si ese Gobierno va a tener que ganarse a EH Bildu, ERC, PNV y Junts para aprobar, por ejemplo, unos presupuestos generales, no debe dar por descontados los cinco parlamentarios de Podemos, tan necesarios como los siete de Junts. “En esa situación, si el Gobierno deja de ser un terreno de disputa y se convierte en un espacio mucho más cómodo para el PSOE, será necesario que Podemos, junto a ERC, Bildu, el BNG y las fuerzas de izquierdas excluidas del gobierno, formen un bloque parlamentario que presione para obligar de nuevo al PSOE a hacer lo que nunca quiere hacer; políticas de izquierdas”, concluye la editorial de Pablo Iglesias.

Farol o amenaza

Lo que está claro es que ni Sumar se fía de Podemos ni Podemos se fía de Sumar. Uno de los portavoces morados, Pablo Fernández, aseguró este lunes que los de Yolanda Díaz no habían compartido con ellos (socios en la coalición Sumar) el documento técnico jurídico sobre la viabilidad de la amnistía que presentan este martes en Barcelona y que, en cambio, sí habían adelantado al PSOE. La desconfianza es total. Pero Sumar sabe lo que hay. Por eso Yolanda Díaz ha reducido hasta la máxima expresión el poder parlamentario de Podemos.

En la firma del acuerdo de coalición electoral de mayo, los de Díaz introdujeron una cláusula que impide a los cinco diputados de Podemos abandonar Sumar y formar un grupo parlamentario propio en el Congreso. Sumar también ha impedido que Podemos presente iniciativas por su cuenta, dejándole sin la firma necesaria para hacerlo al negarle tener una portavocía adjunta. Lo único que le queda a Podemos, como defiende, es romper la disciplina de voto de Sumar y obligar al PSOE a tener que negociar al margen de Sumar con los cinco parlamentarios de Podemos. Como recalcó este lunes Pablo Fernández, “los cinco votos de Podemos son muy baratos. Si el PSOE es capaz de aceptar la amnistía, puede aceptar a Irene Montero como ministra”. El juego de amenazas y faroles sigue.

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