La declaración de Jenni Hermoso ante la Fiscalía: “En ningún momento fue consentido, no me sentí respetada”

El programa ‘Código 10′ ha publicado las declaraciones de la jugadora del Pachuca sobre el caso Rubiales. “Yo no hice nada para encontrarme con esa situación”, relata

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Jenni Hermoso, del Pachuca, tras un partido. (Reuters/Daniel Becerril)
Jenni Hermoso, del Pachuca, tras un partido. (Reuters/Daniel Becerril)

El caso Rubiales vuelve a escena con las declaraciones de Jenni Hermoso. El programa Código 10 en Telecinco, ha revelado el relato de la jugadora del Pachuca ante la Fiscalía el 6 de septiembre, momento en que formalizó la denuncia contra el expresidente de la RFEF, Luis Rubiales, por el beso no consentido durante la entrega de medallas sobre el terreno de juego posterior a la final que enfrentaba a España contra Inglaterra y que concluyó con la mayor gesta de la historia del fútbol femenino, la selección ganó la Copa del Mundo. “En ningún momento fue consentido, no me sentí respetada”, ha declarado la jugadora.

La jugadora explicó ante la Audiencia Nacional cómo vivió los hechos ocurridos el pasado 20 de agosto durante la celebración del Mundial de Australia 2023, que le llevaron a presentar la denuncia. Los hechos ocurrieron durante la entrega de medallas: “Yo saludo a la reina, abrazo a la hija y ya el siguiente era Rubiales. Yo le abrazo y lo primero que le digo al abrazarlo es ‘la que hemos liado’ y me pega un brinco sobre mí y me mantengo firme. A la que baja lo único que recuerdo es que me dijo ‘este mundial lo hemos ganado gracias a ti’. Lo siguiente que recuerdo son sus manos sobre mi cabeza y el beso en la boca”.

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Yo no busqué ese momento ni hice nada para que se llevase a cabo este acto. Me vi en ese momento y al bajar se lo comenté a mis compañeras”, lamenta la futbolista. “Un hecho histórico que nos ha costado la vida conseguirlo. En ningún momento me podía esperar que pasara eso”. Además, explica que con la adrenalina ella misma le abraza porque era una persona “de confianza y nadie se esperaría eso por muy espontáneo que fuera”. Hermoso no tuvo tiempo ni de reaccionar, ya que fueron tan solo unos segundos, aunque nada más bajar de la tarima cogió a sus compañeras y amigas, Alexia Putellas e Irene Paredes, y les dijo “oye que me acaba de dar un beso Rubiales en la boca”.

En ningún momento fue consentido. No me sentí respetada, no se me respetó ni como jugadora ni como persona. Yo estaba viviendo algo histórico y pensé que algo así iba a acarrear consecuencias. Yo no hice nada para encontrarme con esa situación”, afirma Hermoso durante su declaración. Una de las cosas que lamenta la jugadora del Pachuca es que este gesto le privara de celebrar la Copa del Mundo. “Al instante no pude disfrutarlo. Me sorprendió porque ni yo ni nadie se esperaba ese acto de celebración. Me siento con ellas, llega la entrega de trofeos e intento desconectar de esto y disfrutar el momento”.

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Respecto a cómo está viviendo todo lo ocurrido, la jugadora ha asegurado que le está afectando a su vida y que se ha sentido desprotegida: “No he salido de casa, por qué tengo que estar reprimida. Creo que no merezco haber vivido todo esto. Mancharon mi imagen y sentí que nadie me protegía. ¿Quién me protege a mí?”.

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Tras llegar al vestuario el ambiente era de celebración, se acababan de programar campeonas del mundo. “Al final mi sensación en ese momento era de que no podía robar ningún protagonismo al hecho que había pasado porque era histórico. Para mí eso era proteger a las jugadoras. No actuar de otra manera era meterlas a ellas que no habían tenido culpa, ni yo por supuesto. Teníamos que disfrutar de algo que nos había costado tanto conseguir. El estar en el vestuario, champán, cerveza... todo el ambiente era enloquecido”.

Sin embargo, la directora deportiva de la Selección irrumpió en esa fiesta para decirle a Hermoso que Rubiales necesitaba que saliera. Ella sale e inmediatamente le dice “Jenni, se está hablando mucho del beso”. “Yo ahí le dije que yo sabía cómo había sido, que no había estado bien y que él sabía que le iba a caer. ‘Lo que has hecho lo has hecho delante de todo el mundo’, le dije. Me intentó explicar el momento del beso y le dije que no tenía que explicarme nada”, explica Hermoso. Acto seguido, Rubiales dice que tiene que entrar en el vestuario y, una vez dentro, comenzó a desviar el tema. “Dijo que teníamos un viaje pagado a Ibiza por haber ganado el Mundial. Ahí ya estaba un poco nervioso. Yo estaba al lado de él y todo el rato me cogía. Me venía a agarrar del hombro y empezó a decirme lo del viaje y la gente empezó a gritar”, relata la jugadora.

Supuesta declaración de Jenni Hermoso que difundió la RFEF

Cuando la selección iba en el autobús de camino al aeropuerto para volar a España, la jefa de prensa de la Selección Femenina hizo a Jenni Hermoso bajar del autobús para mostrarle un escrito con declaraciones, que tenía que firmar, con el fin único de salvar al presidente. El problema es que de ese escrito, la jugadora no había dicho una sola palabra, como ella misma incidió durante explicación ante la Fiscalía. “Otra vez me estaba sintiendo como que estaba obligada a hacer algo. Me sentí coaccionada otra vez. Al final, pienso que ellos son trabajadores y tenían que hacer esto. Él no vino a decirme qué tenía que poner en ese comunicado. Ahí ya vi que él sabía que algo estaba mal”. A lo que añade: “Yo dije que no. Pero me insistieron en que no pasaba nada, que era solo para calmar a la prensa y le dije haced lo que queráis”.

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Las presiones continuaron durante el vuelo. En el avión toda la RFEF iba en la zona delantera, en business. En un momento, Hermoso se dispuso a ir al baño cuando Rubiales le llamó: “Me dijo que se estaba formando una gorda con el beso y que le tenía que ayudar, que tenía que salir con él en un vídeo cuando parásemos en Doha. Decía que le estaban llamando acosador. Yo le dije que no, que ya le había dicho antes que se iba a liar. Yo me sentí muy incómoda. Ahí me dijo: ‘he hecho muchas cosas por el fútbol femenino. Soy una buena persona y si ayudas a una buena persona...’”.

El relato de la jugadora del Pachuca continua: “Yo me puse muy nerviosa, pero le dije que no tenía que salir en ese vídeo porque yo no había hecho nada. Él me dijo que tenía que hacerlo por sus dos hijas, que están ahí llorando en el avión. Le dije que quería hablar con mi gente. Él me dijo que ahora mandaría a alguien a hablar con mi hermano. Le pregunté que por qué con mi hermano. Que yo iba a hablar con mi agente y con mi agencia de representación”.

Jorge Vilda entra en acción

“Él me estaba pidiendo que le ayudase a solucionar un acto que él provocó. Yo me sentía como una víctima. Yo no tenía por qué ayudar a nadie”, asegura. A lo que añade que se sintió coaccionada. Después de los intentos de la RFEF, llegó el turno de Jorge Vilda. Una de las compañeras de selección de la número 10 de La Roja, le dijo que el entrenador estaba dando vueltas por el avión tratando de hablar con su familia.

“Le decían a mi familia que yo había sido muy importante, que me lo merecía y que me intentaran convencer para que ayudase a que se restara importancia al acto. ¿Si se utilizó a mi familia para convencerme? Claro. Ahí había 100-200 familiares, no sé por qué justamente se paró con la mía. Más luego lo que le diría a mi hermano, claro. Mi hermano me dijo que estaban dejándole caer, que si yo ayudaba me podía ir bien y que era lo que tenía que hacer. Le dijeron que me convenciera de que les ayudase. Es lo que me dijo él, que le ayudase”, explica la jugadora.

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