Expertos desmienten que la nueva ley de bienestar animal pueda provocar un aumento del abandono de mascotas: “Es alarmismo”

Son muchas las dudas que la nueva Ley de Protección de los Derechos y Bienestar Animal ha generado entre los dueños y criadores de mascotas, tantas como los contenidos desinformativos que circulan en Internet sobre la misma. Algunas informaciones han señalado incluso que la norma va a suponer un “aumento del abandono de las mascotas” debido a los nuevos trámites burocráticos, cuando precisamente busca lo contrario: “regular y proteger los derechos de los animales”, pues según datos del Ministerio de Derechos Sociales, impulsor de la misma, al año se producen 300.000 abandonos de mascotas en el país.

En Infobae España hemos preguntado al Colegio de Veterinarios de Madrid qué opinan sobre esta ley que entró en vigor el pasado 29 de septiembre y, para empezar, descartan la posibilidad de que se produzca un aumento del abandono de mascotas. “Hemos visto titulares sobre que se han abandonado animales, pero no tenemos constancia de que eso sea así. Creo que se trata de informaciones que conducen al alarmismo”, sostiene Manuel Lázaro, vocal de esta organización que, de hecho, asegura que las obligaciones que recoge la norma “no son muy diferentes” a las de la ley con la que cuenta la Comunidad de Madrid desde 2016. “Gracias a leyes de este tipo en los últimos años hemos visto más bien lo contrario, un mayor cuidado y protección de los animales”.

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También circuló la noticia de que la policía local de Vigo había multado con 500 euros a una persona por dejar a su pero atado a la puerta de una farmacia durante unos minutos y, aunque la ley permite este tipo de sanciones, el ayuntamiento confirmó a Newtral.es que no hay registros de que se haya tramitado esa multa. Además, el medio local que publicó originalmente la noticia indicó finalmente que quedó en un aviso.

Desde el colegio de veterinarios creen que esta ley, al igual que cualquiera que vaya en aras de la protección de los animales, es “positiva”, si bien hay matices que “siempre se pueden mejorar”. “En general es un texto bastante razonable” e incluso en temas más polémicos como la aplicación de la eutanasia, añade Lázaro, “se ha hecho una interpretación muy válida” al considerar que se puede llevar adelante cuando las circunstancias lo requieran, cuando no haya tratamiento disponible para el animal. “Está imperando la lógica”.

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Según la ley, la eutanasia se aplicará cuando el animal sufre por causas no recuperables que comprometen “seriamente” su calidad de vida y deberá estar justificado bajo criterio veterinario, aunque algunos expertos consideran que esta medida puede generar problemas cuando los dueños de las mascotas no puedan afrontar los costes de un tratamiento o en caso de que el animal sea agresivo. La norma, por otro lado, sí prohíbe el sacrificio de animales sanos, que no supongan un problema se seguridad o un riesgo para la salud pública, por lo que los centros de protección ya no podrán llevarlos a cabo por cuestiones económicas o de sobrepoblación.

Aunque la ley de la Comunidad de Madrid ya era “innovadora y protegía mucho a los animales”, apunta Lázaro, esta norma nacional garantiza que haya una protección mínima en todo el territorio, armonizando criterios ya existentes e incluyendo algunas novedades. O al menos ese es el objetivo de la ley: proteger a los animales domésticos y las especies silvestres bajo cuidado humano con el propósito de evitar el maltrato y abandono, así como promover la adopción y tenencia responsable.

Desde Ecologistas en Acción también valoran positivamente la Ley de Bienestar Animal al considerarla, en general, “adecuada”, si bien lamentan que se haya excluido a los perros de caza. “No creemos que vaya a suponer ningún incremento de los abandonos porque la ley incluye mecanismos para evitarlo y para que no exista una cría de animales para venderlos cuando no son necesarios”, señala Theo Oberhuber, portavoz de Ecologistas en Acción. En su opinión, la ley “va en la dirección adecuada” al incluir medidas para “mejorar el bienestar de los animales y fomentar la adopción”.

Entre las novedades de la norma destacan algunas como la obligatoriedad de realizar un curso formativo y contratar un seguro de responsabilidad civil para poder tener un perro, o las multas que van desde los 500 a los 200.000 euros por infracciones leves, graves y muy graves.

También por primera vez a nivel estatal se plantea un control estricto de las poblaciones de gatos con la obligatoriedad de esterilizar tanto a los felinos que tenemos en casa como a los de las colonias en libertad, de forma que los ayuntamientos se deben responsabilizar junto con las entidades de protección de capturarlos y esterilizarlos para reducir su número. La ley también establece la obligatoriedad de denunciar a las autoridades la desaparición de un animal de compañía o uno silvestre en cautividad en un plazo no superior a 48 horas.

Asimismo establece que los perros no podrán dejarse más de 24 horas solos, las tiendas de mascotas dejarán de venderlos y solo se podrán adquirir desde los criadores. Tampoco podrán utilizarse animales domésticos en espectáculos públicos ni someterlos a trabajos excesivos ni maltratarlos.

Desde el Ministerio de Derechos Sociales estiman que el abandono de mascotas, principalmente de perros, se reducirá debido a los sistemas de control de crías. “Si se establece un control de las camadas no deseadas ese abandono, a priori, bajará”, indica a este medio Sergio García Torres, director general de Derechos de los Animales del ministerio. Otro de los ejes fundamentales de la norma, añade, es incrementar las medidas del control de identificación, ya que “entre el 85% y 90% de los animales que se abandonan anualmente no están identificados”.

García Torres, que también ha recordado que muchas de las medidas que contempla la ley nacional “ya se han puesto en marcha en otras comunidades autónomas”, como los sistemas de identificación y de control de cría, y aunque los cursos informativos, aclara, hayan generado debate, “no van a hacer que nadie decida abandonar por ello a su animal”. “Son unos cursos de 15 minutos online que te hacen reflexionar sobre si estás preparado para hacerte cargo de un animal que te va a durar, en muchas ocasiones, en torno a una década, por lo que así se reduce la compra compulsiva” de mascotas.