Portugal ha vivido este fin de semana un momento clave con el regreso de una boda ‘real’ al país. Se trata del enlace de María Francisca de Braganza y Duarte de Sousa, que se han dado el ‘sí, quiero’ este sábado 7 de octubre en la basílica del Palacio Nacional de Mafra, situada a unos 40 kilómetros de Lisboa.
La gran expectación que ha tenido lugar en el país vecino se debe a la novia, pues es la infanta y duquesa de Coimbra e hija de los duques de Braganza, título que se utilizó hasta el año 1910 -año en el que Portugal se proclamó como una república- para referirse al heredero al trono.
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La ceremonia ha despertado una gran curiosidad entre los vecinos de la zona, que no han dudado en desplazarse hasta los alrededores del templo religioso para ser testigos de la primera boda ‘real’ que ha tenido el país en 28 años.
Retransmitida por la televisión TVI, la boda ha comenzado con la llegada de la novia en un coche de caballos en el que viaja con su padre, Duarte Pío de Braganza, pretendiente al trono portugués, que la ha acompañado hasta el altar. De él ha sorprendido que luciera un sombrero de estilo panameño que se quitó justo antes de entrar en el templo.
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María Francisca, por su parte, ha llevado un vestido de Luzia do Nascimento, una diseñadora lusa que lleva años creando piezas para su familia. Está inspirado en el que llevó su madre, Isabel de Braganza, en su boda, tiene escote en forma de pico con cuello de chimenea, hombros marcados y manga francesa. Lo ha conjugado con piezas del joyero real, luciendo una diadema que perteneció a Amelia de Orleans, la última reina de Portugal, compuesta por 800 diamantes engastados en plata y oro con motivos florales y decoración de diamantes. Además, ha llevado una pulsera de zafiros y diamantes que también pertenecieron a la reina, y unos pendientes y velo propiedad de su madre.
A la boda han asistido más de 1.200 invitados, entre los que se encontraban el presidente de Portugal, Marcelo Robelo de Sousa, además de algunos expolíticos como Pedro Santana Lopes o Pedro Passos Coelho. También han sido testigos de este enlace miembros de otras casas reales y se pudo ver, por ejemplo a la gran duquesa de Rusia, María Vladimirovna Romanova junto a su hijo, Jorge, y su nuera, Victoria. Asimismo han acudido miembros de las casas reales de Liechtenstein y Luxemburgo, entre otras.
Nueva etapa
Los ya recién casados se conocieron en el año 2019 en una fiesta de cumpleaños y tienen previsto mudarse el próximo enero a Londres, donde Duarte va a comenzar a trabajar. Mientras que María Francisca, que tiene 26 años, estudió Comunicación en la Universidad Católica de Lisboa, llegando a trabajar en una agencia española. Su nueva faceta profesional estará centrada en la asociación Infanta María Francisca, creada por ella y que apoya a jóvenes artistas.
Por otro lado, su marido, Duarte de Sousa, tiene 31 años y es nieto de un conocido arquitecto y pintor portugués, João de Sousa Araújo. Es graduado en Derecho y ha trabajado como asociado sénior en el despacho Uría Menéndez Proença de Carvalho, un puesto que va a cambiar por el de la capital británica.