El lado más desconocido de Miguel Lago, el cómico que se disfraza de“banquero de derechas” y participa en ‘Tu cara me suena 11′

Miguel Lago es uno de los nueve participantes de la nueva edición de Tu cara me suena. El cómico se suma al programa de Antena 3 para intentar demostrar sus dotes como imitador, una faceta que compaginará con su papel como colaborador televisivo y su trabajo en el teatro.

“Que suene el teléfono y te digan que te quieren en este show es una noticia increíble”, explicaba el humorista a Infobae España en la presentación del formato. Y es que está disfrutando tanto del concurso que confiesa que viaja con muchas ganas para las grabaciones: “Yo siempre he concebido la tele como un medio para el fin mayor, que es que venga gente al teatro a ver el espectáculo. Siempre he pasado el trabajo de la tele deseando que llegue el fin de semana, que es cuando me subo al escenario, pero con este show tengo muchas ganas de ir a Barcelona a prepararlo”

Antes de que arranque el gran espectáculo producido por Gestmusic en el prime time de la cadena de Atresmedia, conviene repasar la trayectoria de este cómico que juega con los límites del humor y ha protagonizado varias polémicas.

Miguel Lago comenzó su carrera como humorista con apenas 18 años. Lo hizo participando en la competición amateur de El club de la comedia en el año 2000. Al mismo tiempo, se formaba como actor en Madrid tras su paso por la Escola de Teatro de Narón, en A Coruña.

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Su primer papel como actor tuvo lugar en el Teatro Español de Madrid, donde interpretó a Julio César. Sin embargo, su vocación por la interpretación había nacido años atrás, cuando se apuntó al grupo de teatro universitario del Campus de Esteiro de la UDC.

Desde entonces, inició una exitosa trayectoria en la que poco a poco se fue ganando un hueco entre los cómicos más reconocidos del país por su estilo irreverente y sin censura. Así, Lago ha compaginado su experiencia en escenarios y salas con otros trabajos como actor, participando en el programa Curso del 63 o en la ficción de Netflix Las chicas del cable. Más recientemente, ha formado parte de Todo es mentira, El hormiguero o Y ahora, Sonsoles.

El humorista lleva más de 20 años junto a su pareja, la profesora Laura Abella. Con ella ha formado una familia numerosa tras ser padres de cuatro hijos, tres biológicos y uno de adopción. Lucía, Diego, Anna y Robinson son sus motivos de orgullo, aunque se ha prodigado especialmente de la llegada a su vida de su hijo menor, ya que el proceso de adopción del pequeño fue “la batalla más dura” que ha tenido que librar, tal y como él mismo ha confesado.

“Estoy feliz de anunciar que Laura y yo hemos sido padres por cuarta vez. Ha sido el embarazo más largo. Muchos años, sin duda demasiados, pero la familia ya está completa”, escribió el actor en su cuenta de Twitter en septiembre de 2020. “El camino ha sido durísimo, lleno de sinsabores. La batalla más dura a la que nos hemos enfrentado. Lo hemos hecho juntos los cinco”, añadía para anunciar la llegada a casa de su “ángel dominicano”.

A medida que aumentaba su popularidad y exposición, lo hacían también las críticas. Y es que el afán de Lago por traspasar las fronteras de lo políticamente correcto le ha hecho protagonizar sonadas polémicas. Una de ellas tuvo que ver, precisamente, con la forma en la que se refería a su hijo adoptado.

“Yo a mi hijo, que es negro, le digo que es negro porque es negro. Lo gracioso sería que no siendo negro le gritara negro”, relató el humorista en La Roca. Y agregaba: “Yo hago chistes de negros y me dicen que soy un racista: ¿cómo voy a ser un racista si me he traído un negro a casa?”. Esas palabras bastaron para que los espectadores dedicaran una avalancha de comentarios al cómico.

Posteriormente, Lago volvía a referirse a esta controversia en una entrevista con El Español. Lejos de recular, se defendía: “Yo hago humor racista, sí. ‘Pero eres un racista’. No. Yo he hecho un chiste racista, que no es lo mismo. Por eso me parece muy bonito que alguien me pueda decir ‘eres un racista’: ¿cómo voy a ser racista si me he traído un negro a casa, subnormal?”, insistió.

El pasado mes de mayo, otro chiste de Miguel Lago levantaba ampollas en Podemos. El humorista se burlaba de las palabras de Irene Montero sobre la entonces candidata a la alcaldía de Valencia, Pilar Lima. “La de Valencia -dice Irene Montero- ‘la mejor candidata, sorda, bollera’. Bueno, como ya vale todo... ‘¡Y aquí este cojo que hemos traído!’”, bromeó en El Hormiguero, un momento al que el partido morado respondió anunciando que estudiaría tomar medidas legales contra el programa.

En todas estas polémicas se ha desdibujado la línea que separa a la persona del personaje. Y es que Miguel Lago siempre ha defendido que en su profesión se esconde tras un alter ego con el que no tiene por qué sentirse necesariamente identificado. Así lo explicó en la citada entrevista: “Todavía Lago no se ha comido a Miguel. Es un alter ego más libre, más valiente. (...) Lago va de traje impoluto, impecable, es un alter ego, como me decían, de banquero de derechas”.