“A veces nos cuesta mucho decir las cosas porque necesitamos practicar la asertividad y la confianza”, dice Ana Guerra (La Laguna, 1994). De Operación Triunfo, a “tocar un fondo”, la artista atiende a Infobae España en el Universal Music Hotel de Madrid para presentar Tiempo de descuento, una nueva canción con la que deja atrás una época personal (y musical) de sanación.
“Vengo de La Luz del Martes, una apertura en canal de heridas y de trauma”, dice sobre su último, y “terapéutico” álbum. Ahora, prefiere cantarle a otros sentimientos que la abordan, como el amor o la felicidad. “Es un mensaje superchulo para animar a la gente a que no se quede nunca con nada dentro”, afirma.
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“Es difícil reinventarse, pero es necesario, porque si no se nos haría muy monótono”, indica. La canaria necesitaba aire fresco, probar cosas nuevas, darse la oportunidad de encontrar un nuevo sonido con el que pudiese expresar su nueva etapa vital. “Ahora estoy bien, estoy superfeliz. No me sale desgarrarme y curarme, me sale otro tipo de música”, explica.
De cara a noviembre, la canaria lanzará un EP que estará compuesto por varias canciones del estilo de Tiempo de descuento. A la hora de componer, Ana Guerra se guía por una premisa: “Las canciones tienen que funcionar a piano y voz”, explica. En cuanto a la inspiración, considera que es enemiga de la felicidad. “Cuando estás en una época bonita en la que todo parece ir bien, es complicadísimo”, dice sobre su escritura. “Todos los que admiramos a Alex Ubago siempre pedíamos que no se echase novia nunca. Dios mío, ¿de qué va a escribir si es feliz alguna vez?”, dice entre risas.
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Tocar fondo
Ana Guerra es una artista que se caracteriza por “picar piedra”. Trabajar y trabajar. En una coyuntura en la que la presión laboral puede pasar factura, la canaria es consciente de que hay momentos en los que tiene que frenar para no “colapsar”. “Creo que estoy en un nivel de trabajo que me gusta”, indica. “El correcto” para poder estar en el presente y para no andar “loca de un lado para otro”. “Con el paso del tiempo avisas a la compañía de cuáles son tus límites. Yo, por ejemplo, nunca hago más de tres conciertos seguidos en un fin de semana”, relata.
Tras su paso por Operación Triunfo, que este mes lanzará una nueva edición (a través de Prime Video), Ana tocó “un fondo muy gordo”. “Es una realidad paralela. La salida es dura. Salíamos 16 y cuando acabó la gira cada uno se fue a su casa”, indica. “Luego me agarré a diferentes cuerdas, pero al principio eres tú la que te tienes que replantear las cosas y tomar tus propias decisiones”, dice sobre la etapa inmediatamente posterior al éxito del formato televisivo.
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Como todos sus compañeros, invita a los nuevos concursantes a que expriman la experiencia al completo y guarden el aprendizaje en un cajón con llave. “Que absorban todo lo que puedan. Tienen un profesorado que sabe mucho. Cualquier frase que te diga alguien, guárdatela para siempre porque es muy válida”, reseña. En momentos complicados, la canaria resalta que “lo que te hace tirar para adelante es el amor y la pasión a lo que haces”. Ahí incluye a las personas que le “ofrecen su tiempo”, que compran entradas para sus conciertos y que la han acompañado en la gira con la que ha recorrido más de 40 localidades en España. “El escenario es tan íntimo para mí que sé que voy a dar lo más puro de mí”, relata.
Además de la música, la televisión se ha convertido en el complemento perfecto para la intérprete canaria, que ha participado en Cover Night y que, además, ganó El Desafío. Sin embargo, formar parte de la próxima edición de Tu cara me suena no está en su quiniela. “Ahora mismo estoy en un momento en el que necesito que mi 200% vaya a mi trabajo, a mi single, a mí EP y a mi gira. Al final son 12, 13… no sé cuántas galas, un montón. Ahora mismo no podría dedicar el tiempo que yo quiero a eso, ¿sabes?”. De cara al futuro, eso sí, le gustaría “hacer una serie” o “componer para otros artistas”. “Me parece un reto muy guay meterte en el alma de otra persona”, indica.
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Ana Guerra admite que las causas sociales son una fuente de inspiración para sus composiciones (además del amor, claro). “Rozalén me dijo una vez que usemos el altavoz que tenemos”, dice. “Tenemos que seguir luchando para hacer un mundo un poco más fácil para la mujer y para llegar a la igualdad que tanto deseamos”, indica. “A veces necesitamos alentarnos de lo que han conseguido otras mujeres para coger fuerza y seguir luchando”, concluye.