Aterrizó en Madrid siendo un desconocido para quienes no siguieran la Bundesliga, pero el precio pagado por el Real Madrid -más de 100 millones de euros-, le dio la condición de fichaje del verano a un chico que tan solo tenía 19 años cuando se llevó a cabo la operación. El miedo escénico de jugar en el Santiago Bernabéu, la presión del precio de su fichaje, la exigencia de la camiseta del Real Madrid… nada ha podido frenar a un Bellingham que promete tardes de diversión para la parroquia madridista.
Su cara copa todas las portadas, su camiseta agota las existencias de la tienda y sus goles levantan al público del Bernabéu. Ante Osasuna tan solo necesitó nueve minutos para prolongar su idilio con el gol. La jugada, marcada por una ley de la ventaja otorgada por Cuadra Fernández, terminó con una gran asistencia de Carvajal y el gol inglés, quien controló en el área y batió a Sergio Herrera con mucha sangre fría. Iniciada la segunda mitad, tiró una pared con Valverde y volvió a batir al meta navarro, esta vez por bajo. Décimo en los primeros diez partidos que ha disputado con la camiseta blanca.
Un registro que, unido a las tres asistencias que ha repartido, le hacen entrar en otra galaxia. La que antes habitaba un futbolista portugués capaz de llenar el Santiago Bernabéu para su presentación: Cristiano Ronaldo. Ni siquiera el jugador luso aguantó el ritmo goleador del inglés. Ronaldo celebró diez goles y dio un pase de gol en su primera decena de partidos en Madrid. En otras palabras, participó directamente en once goles, dos menos que Bellingham en el mismo número de encuentros disputados, que ha dejado su sello en trece.
Enésima exhibición de Bellingham
Ante Osasuna volvió a brillar, como había hecho días atrás ante el Nápoles. Diego Maradona liderados por un Bellingham que tiene licencia para ser agente triple. Cae a banda para defender lo que deja pasar Vinicius, se convierte en el cerebro para dar salida a su equipo y aun así tiene tiempo para actuar de falso nueve y ver puerta. De Diego Armando Maradona se conocía todo. Su pasión por el balón, las milanesas de su madre, el gusto por los asados y su animadversión a los ingleses debido a la guerra de las Malvinas. Ante Inglaterra anotó el gol más famoso de la historia y se convirtió en el héroe nacional. Este martes, en su estadio, ante su Nápoles, un inglés le homenajeó. Su nombre es Jude y apellido Bellingham. Lo hizo con una conducción de 40 metros recorridos en nueve toques de potencia y calidad que acabaron en gol. Ningún jugador del Nápoles pudo detenerle.
Ancelotti, sabedor de su potencial, ha hecho todo lo posible por encontrarle acomodo. Ha cambiado su dibujo sin importar que una leyenda como Luka Modric, sea damnificado. El croata no acaba de encajarle al técnico italiano en su rediseñado esquema del que Bellingham es piedra angular. Volvió a multiplicar sus esfuerzos para ocupar lo ancho del centro del campo. Rodrygo y Vinicius fueron la pareja ofensiva y Tchouameni formó en el mediocentro acompañado de Kroos y Valverde.
Los de Rudi garcía entraron en erupción. Detectaron el problema aéreo de Kepa y comenzaron a enviar balones al área madridista hasta que Bellingham levantó la mano, recuperó un balón en el centro del campo y dijo basta. Emprendió rumbo a la meta napolitana y cedió a Vinicius que maniobró exquisitamente antes de acomodar el cuerpo y enviar un pase a la red. Otra vez, con el inglés como protagonista, quien aspira a convertirse en jugador de la temporada.