La divertida reacción de la reina Letizia ante el error de protocolo que la dejó sin brindar con los líderes europeos en la Alhambra

La reina Letizia ha protagonizado uno de los momentos más divertidos de la cumbre europea de Granada este jueves 5 de octubre. Durante la cena con menú andalusí celebrada en el patio de los leones de la Alhambra, la esposa de Felipe VI dejó una de las anécdotas de la jornada por su divertida reacción ante un error de protocolo por el que no pudo brindar con los líderes europeos allí presentes.

La escena se producía tras el discurso de Felipe VI en el que reivindicó el “espíritu de Granada”. Ante la atenta mirada de su esposa, que no perdió detalle del papel en el que llevaba escritas sus palabras para los dirigentes europeos, el monarca deseó a los asistentes que disfrutaran de la “magnífica ciudad” y expresó su voluntad de que la belleza y la magia del lugar inspirase el encuentro.

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Además, Felipe celebró que Granada se haya convertido “en un ejemplo de fusión cultural en Europa” y destacó que la ciudad es un destino predilecto para los alumnos extranjeros que se acogen a la beca internacional Erasmus+. “Estamos orgullosos de este status como plaza pública europea, donde mentes jóvenes de todo el continente vienen a estudiar, a alimentar su curiosidad, descubrir lo que les interesa y formarse como ciudadanos europeos”, expresó el rey.

“Bienvenidos de nuevo a esta hermosa y mágica ciudad. Gracias por honrarnos con su presencia y, por favor, disfruten de esta velada”, concluía el monarca antes de desearles lo mejor a todos los presentes y a sus familiares, invitándoles a brindar. Sin embargo, Letizia se percataba de que no habían preparado una copa para ella.

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Desconcertada, la reina miraba al responsable de protocolo y, al comprobar que no se resolvía el problema, hacía el gesto de sujetar una copa imaginaria con la mano, provocando las risas de los presentes. Felipe le ofrecía entonces su copa para alzarla de forma conjunta, aunque acto seguido era él quien se bebía el contenido, mientras su esposa se encogía de hombros mirando a los espectadores de la cómica escena.

Tras el trago de Felipe, la reina intentó hacerse con la copa del monarca, pero finalmente abandonaban el lugar para dirigirse a su mesa sin que Letizia pudiera participar en el brindis con los líderes europeos asistentes a la cumbre de Granada.

Esta no es la primera vez que un brindis real deja una divertida anécdota. El pasado mes de abril, los reyes ofrecían un almuerzo en el Palacio Real de Madrid con motivo de la entrega de los premios Cervantes. El monarca ofrecía entonces un discurso y, como es habitual, invitaba a los presentes a brindar, pero todavía no se había servido el vino.

“No hay copas. No podemos brindar”, dijo con naturalidad Felipe VI ante el fallo de protocolo. El rey propuso entonces brindar con agua, que sí estaba servida, aunque eso habría supuesto saltarse la estricta costumbre. Finalmente, Felipe apostillaba: “Una pequeña corrección: brindaremos cuando haya posibilidad de hacerlo”.