Estos son los tanques, misiles y obuses que ha enviado España a Ucrania desde el comienzo de la invasión de Rusia

España se ha comprometido, una vez más, a incrementar la ayuda militar que, desde el comienzo de la guerra, ha suministrado a Ucrania para hacer frente a la invasión de Rusia. Esta vez ha sido el proprio Pedro Sánchez quien le ha prometido a Volodimir Zelenski, presidente del país invadido, nuevos sistemas antiaéreos y antidrones así como nuevos equipos de desminado. El presidente español le ha asegurado a su homólogo ucraniano, en la reunión que ambos mantuvieron este jueves en el marco de la cumbre de la Comunidad Política Europea celebrada en Granada que, su gobierno “seguirá apoyando las capacidades ucranianas para defender sus ciudades, infraestructuras energéticas y puertos”.

En concreto, España suministrará a Ucrania otros seis lanzadores de misiles Hawk para que pueda hacer frente a eventuales bombarderos por parte de Rusia de “objetivos civiles, infraestructuras críticas y defender el nuevo corredor para la exportación de grano”, han puntualizado posteriormente desde Moncloa. Por su parte, Zelenski, que ha visitado por primera vez España, ha expresado su agradecimiento tanto al presidente del Gobierno como a la “sociedad española por todo el apoyo y la clara condena de la agresión rusa”.

Te puede interesar: Las Fuerzas Armadas refuerzan la defensa antiaérea: así es el misil Mistral en el que el Gobierno ha invertido 325 millones

Lo cierto es que España ha colaborado con Ucrania desde el minuto uno del conflicto tanto mediante el adiestramiento de sus tropas como envío de una amplia variedad de equipamiento militar, desde indumentaria e insumos básicos hasta grandes y poderosos sistemas de combate. Sin dudas, el más comentado de estos últimos han sido los tanques Leopard 2A4, del que el Ministerio de Defensa ha cedido un total de 10 unidades.

Antes de su traslado, la decena de vehículos blindados fueron sometidos a un proceso de modernización debido a que se encontraban en muy malas condiciones tras varios años fuera de servicio y almacenados en las instalaciones que el Ejército de Tierra posee en Zaragoza. Estos trabajos, cuyo coste ascendió a ocho millones de euros, fueron llevados a cabo por la empresa local Santa Bárbara Sistemas, experta en sistemas blindados y que actualmente es una de las compañías responsables del desarrollo del Dragón, el carro más moderno de la fuerza terrestre española.

Te puede interesar: Así es el ‘Spike LR2′, el misil contra tanques de tecnología israelí en el que el Gobierno ha invertido 285 millones

La cartera que lidera Margarita Robles también ha cedido a Ucrania un total de 40 blindados M113, popularmente conocidos como TOA, que si bien no tienen la capacidad y fuerza de combate de los Leopard son de gran utilidad para el transporte y protección de tropas. El Ejército posee una flota de alrededor de 1.300 de estos carros que, con 50 años en servicio, una primera mitad está próxima a ser dada de baja.

Una de las primeras armas españolas empleadas por Ucrania en el frente de batalla fue le lanzacohetes C90, fabricado por la empresa local Instalaza, que ha demostrado ser de gran eficacia contra el blindaje de los tanques rusos. Defensa envió 1.370 unidades de este sistema, que puede ser transportado al hombro por un soldado y equipado con gran variedad de munición. Junto a ellos se entregaron más de 700.000 cartuchos para fusiles y ametralladoras.

Asimismo, las Fuerzas Armadas Españolas facilitaron diversos sistemas antiaéreos, como los ya mencionados lanzadores del misil Hawk, un modelo también próximo a ser retirado del arsenal del Ejército del cual se enviaron cuatro baterías; y un número sin especificar de misiles Mistral. España suministró además una batería de defensa aérea de misiles Aspide, para lo que fue necesario adiestrar en su uso a los soldados ucranianos.

El Gobierno de España ha entregado también ocho obuses remolcados M-56 de 105 mm, que estaban retirados de servicio aunque en buen estado de conservación. Junto a estos fueron enviados más de 200 toneladas de munición pesada de artillería, que fueron transportados por aviones A400M del Ejército del Aire y el buque logístico Ysabel del Ejército de Tierra.