Murcia, Extremadura y Castilla-La Mancha, las regiones que menos trabajadores cualificados tienen de las grandes economías de la UE

Los trabajadores altamente cualificados son esenciales para las economías modernas, ya que impulsan la innovación, la productividad y el crecimiento. Así, la presencia de empleados que ocupan puestos directivos, técnicos o profesionales relacionados con el desarrollo están teniendo cada vez más peso dentro del mercado laboral de los distintos países de la Unión Europea. Sin embargo, en España -un país donde el sector terciario tiene un gran peso en el PIB- el porcentaje de trabajadores con alta cualificación es el más bajo de todas las grandes economías del euro.

Concretamente, según los últimos datos publicados por Eurostat, en 2022 había aproximadamente 80 millones de personas altamente cualificadas empleadas en toda la Unión Europea, lo que representa el 44,2% del total. La distribución geográfica de este tipo de perfiles es común en todos los estados miembro: las proporciones más altas en las regiones capitales y otras regiones urbanas en detrimento de las regiones rurales, los antiguos centros industriales, así como las regiones ultraperiféricas y periféricas, que se encuentran entre las regiones de la UE con menor presencia de estos profesionales.

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Dentro de las grandes economías del euro -Alemania, Francia, Portugal, Italia y España- las tres zonas con menor porcentaje de trabajadores altamente cualificados se encuentran en nuestro país: Extremadura, Castilla La Mancha y Murcia solo cuentan con un 28% de trabajadores con este perfil, casi 20 puntos menos que la media europea. En el lado contrario, la Comunidad de Madrid es la región que cuenta con personal más cualificado -con un 46,5%-, seguida de las comunidades del norte de España -Cataluña, Aragón, País Vasco, Navarra y Asturias-, zonas caracterizadas por un gran peso de la industria, y donde la presencia de este tipo de trabajadores supera el 34%.

Las quejas de la patronal por la dificultad para encontrar determinados perfiles, especialmente desde la pandemia, choca con los 3,12 millones de desempleados que registró la Encuesta de Población Activa (EPA) en el primer trimestre y con la baja ratio de vacantes que calcula Eurostat. Entre el último trimestre de 2021 y el de 2022, el número total de vacantes se incrementó un 28,81% -casi 30.000 más-, impulsado algunas de las actividades en las que se ha alertado de falta de mano de obra, como construcción y hostelería, registran aumentos del 40,4% y del 6,6%, respectivamente.

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Expertos de empresas de recursos humanos señalan una carencia de profesionales con titulaciones científicas, tecnológicas, ingenierías y matemáticas, ya que aumenta a más ritmo la demanda que la de los graduados. Las vacantes en actividades profesionales, científicas y técnicas pasaron de 8.477 en el último trimestre de 2021 a 9.870 en el mismo periodo de 2022, un alza del 16,4%.

Fuentes de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) apuntan a un desajuste entre la formación y las necesidades de la empresa de nuevos perfiles para hacer la doble transición ecológica y digital, así como a un fallo en la orientación profesional de los jóvenes.

Atendiendo al mapa de la oficina estadística europea, las proporciones más altas de personas empleadas altamente cualificadas se encontraban en las regiones capitales y otras regiones urbanas: estas regiones tienden a “atraer” este tipo de perfiles a través de una amplia gama de perspectivas de empleo en sectores dinámicos de la economía y también puede ofrecer una amplia gama de actividades culturales y sociales.

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En 2022, las proporciones regionales más altas de empleo altamente cualificado se registraron en Estocolmo (Suecia, 73,6%), Utrecht (Países Bajos, 68,9%) y Luxemburgo (67,4%). Le siguieron las regiones capitales de Bélgica, Francia, Lituania, Hungría, Finlandia, Alemania, Polonia, Países Bajos, Dinamarca y Chequia, con porcentajes que oscilaron entre el 62,6% y el 65,6%.

En el lado contrario, hay 24 regiones europeas en las que las personas empleadas altamente cualificadas representaban menos del 30% del empleo total entre las personas de entre 25 y 64 años. Estas regiones se concentraban principalmente en el extremo sudoriental de Europa: diez regiones en Grecia, seis en Rumania y cuatro en Bulgaria.