Los requisitos para jubilarse con 55 años y cobrar el 100% de la pensión

En España, para conseguir el 100% de la pensión, la edad legal de jubilación está fijada en los 66 años y cuatro meses o en los 65 años en el caso de quienes hayan cotizado 37 años y 9 meses o más. Hasta ahí todo parece estar claro. Pero son muchas las personas que, cuando cumplen los 50, empiezan a preocuparse por este asunto y se preguntan si pueden adelantar el momento de su retirada del mercado laboral. Y lo cierto es que hay ciertas actividades profesionales que permiten jubilarse a los 55 años y cobrar el 100% de la prestación que gestiona la Seguridad Social. Aunque, para ello, es fundamental cumplir una serie de requisitos.

Así, es posible acogerse a la jubilación anticipada y dejar la vida laboral una década antes de lo que estableció la reforma de las pensiones, sin que esto repercuta en la retribución que van a recibir el tiempo que tengan esta condición. Tal y como ya anunció el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, liderado por José Luis Escrivá, la edad de jubilación irá aumentando en los próximos años, hasta alcanzar los 67 años en 2027. Está previsto que esto se produzca de manera paulatina.

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Pero, al margen de esto, hay que tener en cuenta que las condiciones varían en función de los trabajadores y del número de años que se han cotizado a la Seguridad Social. Es habitual que las personas que se jubilan de forma anticipada sufran recortes en su pensión, con independencia de si es o no voluntaria, que van desde el 0,5% hasta el 30%, según los meses que se adelante. Sin embargo, la administración pública contempla que algunas profesiones o trabajadores con discapacidad pueden retirarse antes de tiempo sin que se reduzca su cuantía.

A la jubilación anticipada a los 55 años con el 100% de la pensión solo podrán acogerse los dos colectivos que marca la Seguridad Social: los profesionales taurinos y los beneficiarios de una pensión de incapacidad permanente.

En el caso de los trabajadores del sector de la tauromaquia, es posible que abandonen el mercado laboral solo si han trabajado como matadores de toros o de novillos, rejoneadores, sobresalientes, banderilleros, picadores y subalternos de rejones o toreros cómicos. Todos ellos pueden solicitar la cuota íntegra de la pensión sin que se penalice su remuneración.

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Por su parte, los trabajadores que cobran una incapacidad permanente pueden jubilarse a los 55 años, siempre y cuando la pensión sea contributiva. Para ello, deben justificar un grado de discapacidad igual o superior al 65% y ser beneficiarios de la prestación por gran invalidez. En esta situación se encuentran aquellas personas que no pueden trabajar ni llevar a cabo las actividades esenciales diarias, para lo que necesitan la ayuda de un tercero. Incluso, estos podrían jubilarse antes de los 55 años: la Seguridad Social permite su retirada con 52 años y cobrar el 100% de la pensión.

Asimismo, los trabajadores con un grado de discapacidad de entre el 45% y el 65% también pueden jubilarse antes de la edad legal, a los 56 años. Otro caso similar es el de las personas con ELA, enfermedad de Wilson, Trastorno del Espectro Autista o síndrome de Down.

Al no haber alcanzado la edad mínima, el sistema público de pensiones no permite la jubilación con 55 años aunque, como se ha señalado con anterioridad, hay excepciones. A ello se une que la jubilación forzosa se puede hacer hasta cuatro años antes de la edad establecida, pero no podría realizarse con menos edad.

La Seguridad Social le presta especial atención al número de años que se han cotizado, antes de aceptar o rechazar una solicitud de jubilación. Ser beneficiario de una pensión es posible a los 65 años, si se han cotizado 37 años y nueve meses, un año antes de lo que marca la legislación española. Sin embargo, las personas que forman parte de los sectores concretos mencionados pueden retirarse a los 55 años.