Sergio Rico (30 años, Sevilla) y Alba Silva (30 años, Sevilla) abren las puertas de su casa para recibir a Lecturas, en la que es su primera entrevista conjunta tras el accidente. Rico, portero del Paris Saint Germain, sufrió un grave accidente a caballo en El Rocío. Estuvo 82 días ingresado, de los cuales 26 estuvo en coma, con un pronóstico muy grave en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. El pasado 18 de agosto recibía el alta hospitalaria y, feliz y muy emocionado, regresaba a su domicilio para continuar con su recuperación. “Los médicos decían que si no tuviera la edad que tengo y fuera deportista, quizá no lo hubiera contado”, aseguró el guardameta a la revista.
El accidente lo dejó encamado durante su estancia de tres meses en el hospital. “Un solo golpe, ni siquiera en la cabeza, fue en la mandíbula. Según nos dicen los médicos, es donde tenía una única contusión. Todo lo que ha ocurrido es interior”, confesó Alba Silva, quien se apartó de su trabajo para estar junto a su marido. “Lo hemos sufrido más los que estábamos alrededor que él, porque él estaba dormido. Han sido unos meses muy duros”, aseguró la influencer, quien se muestra asombrada con la recuperación: “No me creo que haya podido superar tantísimos obstáculos, y me causa una felicidad enorme verlo bien. Miro a Sergio y siento como si la vida me hubiese dado una segunda oportunidad”.
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“Tengo un aneurisma en la arteria vertebral derecha por la contusión, un bultito en la arteria que puede llegar a fallar y crearte un derrame cerebral por la sangre que acumula. Se produce un vasoespasmo y las arterias se cierran”, explicó el cancerbero sobre su estado actual. Sobre el accidente Rico asegura no recordar nada: “No recuerdo nada. Tengo un desfase de varias horas antes del accidente después, hasta que desperté, tras 26 días en coma. [...] Es una sensación rara, te despiertas en el hospital y no sabes qué ha pasado, ni la gravedad, ni lo que has podido causar. Hay que mantener la calma y la cabeza fría para que te expliquen poco a poco lo que ha pasado”.
“Es un capítulo que queremos olvidar por el sufrimiento que nos ha causado”
Sin duda, los que más han sufrido con el accidente ha sido todo el entorno del futbolista. “Por las noches no dormía, veía pasar todas las horas, sobre todo las primeras. Me iba a casa y no me sentía cerca de él, eso me creaba intranquilidad”, confesaba Alba, quien asegura que el peor momento fue cuando llegó al hospital y se enteró de que era más grave de lo que se imaginaba: “Fue duro hacerme a la idea de que iba a ser un procedimiento largo, y que él no estaba despierto para poder apoyarme”. La pareja sevillana no había cumplido ni un año de su ceremonia, para la sevillana fue un día complicado: “Lo cumplimos cuando él aún estaba en coma. Me acosté llorando y me levanté llorando. Recordarlo es superdifícil. Le escribí un mensaje y se lo leí, sentí que me escuchaba. Pero ahora me ha dicho que no”. Asegura que es “un capítulo” que quieren “olvidar por el sufrimiento” que les ha causado.
A la influencer y empresaria le contó lo que había sucedido su hermana, que fue quien recibió la llamada. “Yo estaba en shock, al principio pensaba que no era para tanto”, expresó. Su tranquilidad llegó cuando abrió los ojos, “sabía que nos reconocía a todos”. “Se inventaba unas historias que nos moríamos de risa, ya sabiendo que estaba bien. Tenía efectos de la sedación”, sentenció Alba, quien no se ha separado de su pareja en ningún momento desde lo ocurrido.
Regreso al fútbol y al PSG
Su equipo tuvo una muestra de cariño con su jugador cuando este aún estaba en coma. Rico no lo pudo ver en directo, pero ahora que ya ha podido disfrutarlo asegura que se “emocionó mucho” y que “son gestos de buenas personas”. “El club se ha portado espectacular, en ningún momento nos ha metido prisa”, añadió.
Las esperanzas del guardameta es regresar al terreno de juego. “Me tranquilizaron porque me dijeron que una vez que el aneurisma estuviera cerrado no habría impedimento”, expresó Rico. “Sigo teniendo el aneurisma un poco abierto, me quedan tres milímetros para que se cierre. Después, retomaré el deporte y la forma física”, manifestó.
Mide 1,94 y antes del accidente pesaba 91 kilos. Se quedó en 73 kilos, “ahora ya estoy en 85 kilos”, contaba. Rico no era consciente del tiempo que había pasado en el hospital, estimaba que cinco o seis días: “¡No creía que habían pasado tantos días!”. Sin embargo, asegura que “nunca” se planteó “que podría haber muerto”. Ahora, le toca seguir con la recuperación desde casa, y desde ahí, mandaba agradecimiento a su mujer y a todos los familiares y amigos que “han dejado parte de su vida y han dedicado tiempo” a estar con junto a ellos.