Los médicos de Urgencias del Hospital Universitario del Sureste en Arganda del Rey, Madrid, están llegando a una situación límite. El cansancio físico y psicológico por la sobrecarga de trabajo están haciendo mella en los 12 facultativos que ya solo quedan en el centro hospitalario de los 25 que eran en mayo, según denuncian en un comunicado que han trasladado al sindicato médico Amyts.
“Queremos luchar por una mejora en nuestras condiciones laborales para poder brindar una atención de calidad a nuestros pacientes, sin sacrificar nuestra salud física ni mental”, señalan los urgenciólogos en el escrito, en el que explican que el agotamiento y el exceso de horas en sus jornadas han provocado que “compañeros con más de 10 años de antigüedad en el hospital se hayan visto forzados a renunciar”.
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En el comunicado también indican que en los últimos años no han tenido “refuerzos de invierno ni verano”, por lo que han debido asumir ellos mismos la sobrecarga de trabajo, aumentando el número de horas en estos periodos.
Los médicos de Urgencias aseguran que han informado de esta situación a la dirección del Hospital Universitario del Sureste, “incluso aportando medidas para fidelizar a los facultativos y atraer a otros nuevos”. Sin embargo, por el momento, no se han dado los pasos suficientes y la planilla de octubre “pone de manifiesto una clara reducción de presencias, que hacen inviable una práctica clínica adecuada”, aseguran.
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Para tratar de aliviar la carga asistencia, la dirección del hospital “ha optado por repartir una octavilla informativa” a los usuarios que llegan al servicio, denuncia por su parte CCOO. En esa hoja les informan de que en caso de patologías que no son urgentes “la demora en la atención puede superar las 6 horas” y les indican seis centros de salud con puntos de atención continuada (PAC) de Atención Primaria donde pueden acudir, si bien el sindicato recuerda que “algunos de estos PAC tampoco tienen médico”.
Los facultativos consideran que la sobrecarga asistencial se viene agravando desde que la Consejería de Sanidad decidió poner en marcha su proyecto de cierre y reordenación de las urgencias en Atención Primaria, pues ha contribuido a “saturar la situación caótica” por la que atraviesan las Urgencias del hospital, referente para 200.000 habitantes de 21 municipios madrileños.
Por todo ello, tanto estos profesionales como los sindicatos mencionados urgen a la Gerencia del centro a que tome todas las medidas necesarias “para evitar que caiga un servicio clave como es la Urgencia”. Desde el mes de mayo a agosto, aseguran, se produjeron siete renuncias y “la plantilla está en un momento delicado tanto a nivel mental como físico, por lo que no se puede esperar ni un minuto más”, concluyen.
La región que menos invierte en políticas sociales
Cabe recordar que según el informe de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales publicado en septiembre la Comunidad de Madrid que lidera Isabel Díaz Ayuso es la que menos invierte en el conjunto de las políticas sociales, si bien todas las autonomías, por lo general, han recortado el presupuesto destinado a esta materia en los últimos años, pasando del 67,4% en 2010 al 58,8% en 2022.
Ese mismo estudio, elaborado tras analizar datos del Ministerio de Hacienda y el Instituto Nacional de Estadística, indica que a pesar de que la pandemia evidenció la necesidad de reforzar los servicios públicos, el aumento del gasto en sanidad solo ha sido del 7,9%, del 17,7% en educación y 28,8% en servicios sociales.
La Comunidad de Madrid, cuyo PIB per cápita es el más elevado de España con algo más de 34.800 euros por habitante, es la que menos gasto sanitario público por habitante realiza, al destinar 1.248 euros, junto a Cataluña, con 1.362 euros, frente a los 1.997 euros por persona de Asturias, que es la región que mayor cantidad dedica, si bien la media se sitúa en 1.538 euros.