Cuando Jota Peleteiro y Jessica Bueno decidieron darse el ‘si quiero’, allá por junio de 2015, el exfutbolista acababa de terminar su carrera deportiva en el Club de Futbol Deportivo Alavés, razón por la que ambos decidieron buscar una casa en la zona de Mungía, Vizcaya. De esta manera, empezaron a vivir su historia de amor en una lujosa vivienda de la localidad.
La modelo, el deportista y Francisco Rivera, el hijo mayor de Jessica fruto de su relación con Kiko Rivera, fueron los primeros en formar primeros miembros en formar parte del hogar. Sin embargo, poco después, la familia aumentó con la llegada de Jota Jr y Alejandro, los dos hijos en común del matrimonio.
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Pese a que todo apuntaba a que su relación iba viento en popa, lo cierto es que llegó a su fin en diciembre de 2022, tras nueve años juntos. Al parecer, en aquel entonces el exdeportista conoció a Miriam Cruz, con quien mantuvo una relación alejada de los focos mediáticos e, incluso, se comprometieron. Sin embargo, su noviazgo tampoco llegó a buen puerto.
Jessica Bueno y Jota Peleteiro decidieron seguir sus vidas por separado cuando hicieron efectivo su divorcio. La entonces pareja del exfutbolista se dejó su hogar en Vizcaya y volvió a su ciudad natal, Sevilla, en Andalucía.
Fue entones cuando el deportista puso en venta su lujoso chalet vizcaíno por 2,9 millones de euros, un precio al que, ahora, ha rebajado 100.000 euros, por lo que se puede adquirir por 2,8 millones de euros, según ha desvelado la revista Semana.
2.500 metros cuadrados y 5 dormitorios
El que fuera el nido de amor de Jessica Bueno y Jota Peleteiro es una amplia y espaciosa vivienda, de 2.500 metros cuadrados, con todo tipo de comodidades. El chalet fue construido en 1995 y se encuentra en una parcela rodeada de zonas verdes. Los 14.000 metros de jardín cuentan con un solárium, una pista para caballos, una cuadra y hasta una piscina interior con sauna.
La vivienda consta de cinco habitaciones y cuatro baños. También cuenta con un amplio garaje con una capacidad máxima para 15 coches y, además, un completo gimnasio. La sala de estar es característica por sus tonalidades claras, lo que da una visión luminosa del gigantesco y moderno salón.
La cocina es otra de las partes llamativas de la casa, la cual parece presentar un diseño de cocina americana y, además, cuenta con comedor en su interior, lo que deja entrever que el espacio está bien aprovechado. Es bastante luminosa e, incluso, presenta una televisión. Sin embargo, es imposible no destacar las preciosas vistas a la montaña que se pueden observar desde la vivienda.
Por otro lado, dentro de la parcela también se encuentra otra vivienda con todo tipo de lujos y que, muy probablemente, esté destinada a invitados o empleados. Una vivienda a la que no le falta detalle y que, por si fuera poco, presenta también una salida directa al lado de la urbanización.