Han pasado 16 años de la salida de David Beckham del Real Madrid y, con ella, de la marcha de su familia de la capital española, donde residieron durante 5 años y donde nació su tercer hijo, Cruz. Este lustro dio mucho de qué hablar, pues siempre dio la sensación de que mientras que el futbolista disfrutó de su estancia en lo profesional, para su mujer, Victoria Beckham, fue una época complicada en todos los sentidos.
De hecho, la diseñadora no ha hablado mucho de ella hasta ahora, cuando ha decidido sincerarse en la miniserie protagonizada por su marido, Beckham, que se estrena este miércoles 4 de octubre en Netflix.
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En ella, se trata la salida de David en el Manchester United, en 2003, tras varios desencuentros con el entrenador, Alex Ferguson, y su llegada al club blanco, que fue anunciaba poco después. Si bien para los aficionados del Real Madrid fue una gran noticia, a Victoria no le sentó nada bien, ya que no tenían prevista una mudanza internacional. “Le dije (a David): ‘‘No tenemos donde vivir, ni colegio...’”, asegura en el documental.
Si bien estaban acostumbrados a los focos y los fans, el recibimiento que les hicieron en su llegada a Madrid sorprendió a la Spice Girl, que afirma que su marido “llegó a la ciudad como si fuera el presidente de Estados Unidos”. Durante los meses siguientes Victoria estuvo viviendo a medio camino entre Londres y Madrid hasta que se estableció definitivamente, pues sus hijos estuvieron ese tiempo sin estar matriculados en un colegio, lo que la situó en el punto de mira de la prensa.
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Las cosas no fueron fáciles para ella, consciente de que todo lo que hacía y decía era criticado. Especialmente tras protagonizar la portada de la versión nacional de Vogue, en la que concedió una entrevista que le atribuyó la famosísima frase de “España huele a ajo”. Aprovechando la serie de Netflix, Victoria Beckham ha querido defenderse: “Yo era la villana. Dijeron que odiaba España y que olía a ajo. Yo no dije nunca eso. Sabían que no podía mudarme por el colegio de los niños. Todo lo que hacía lo inventaban o lo sacaban de contexto. Pero el problema nunca fue España”.
“Nunca en mi vida había sido tan infeliz, no puedo describir cómo nos afectó”, insiste la diseñadora, que además vivió una etapa muy complicada con su marido, pues aunque se veían todos los fines de semana, David se sentía solo al tener lejos a su familia. Comenzaron entonces los rumores de infidelidad y de que había problemas entre ellos.
Sobre esto, David admite en la serie que “algunas eran historias horribles. Era difícil de procesar. Era la primera vez que sentíamos esa presión”. Victoria, por su parte, añade que “fue la peor época del matrimonio. El mundo nos atacaba y estábamos el uno contra el otro. Hasta Madrid, estábamos juntos; luego, no sentíamos el apoyo del otro. No puedo describir cómo nos afectó”. De hecho, llegaron a acudir a terapia, pues su relación de pareja pendía de un hilo: “Victoria lo era todo para mí y verla sufrir era muy difícil. Teníamos que luchar por nuestra familia”, se escucha decir al exfutbolista.
Todo ello, sumado al acoso de algunos fans, que llegaron a aporrear los coches en los que viajaban, hizo que para Victoria Beckham su etapa en Madrid sea un recuerdo amargo: “Nunca en mi vida había sido tan infeliz”, admite.