Es una imagen recurrente en muchas películas policiacas. Un agente haciendo prácticas en una galería de tiro completamente cerrada e insonorizada, con unos cascos puestos para amortiguar el ruido, con gafas y chaleco, disparando a una silueta. Luego el protagonista aprieta un botón para acercar la diana y comprobar cómo está de puntería. “Pues eso es en las películas. Aquí en Málaga no tenemos de eso”, explica un portavoz de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) en esta provincia andaluza.
Lo dice con sorna e ironía. “Nuestra moderna galería de tiro es un descampado en donde disparamos a un folio pegado en un cartón sujeto por un palo. Eso cuando hay. Porque este lunes, por ejemplo, no había dianas y los compañeros tenían que disparar a la tierra”, explican desde AUGC Málaga. La asociación decidió subir las fotos de su “campo de tiro porque no se puede llamar galería” a las redes sociales para que los ciudadanos puedan comprobar las condiciones en las que se ejercitan para su trabajo.
Te puede interesar: Defensa niega la muerte en acto de servicio a un guardia civil que empezó a trabajar antes de su turno
La ‘galería’ está situada en un polvorín del Ejército del Aire situado en la base militar de Bobadilla, una pedanía del municipio de Antequera. Se trata de un acuartelamiento bastante antiguo, construido originariamente en 1939 para almacenar material explosivo. Allí, en una zona de tierra, todos los agentes de la Guardia Civil destinados en Málaga hacen sus prácticas de tiro.
“Yo llevo cuatro años en Málaga y siempre he hecho allí mis ejercicios de tiro. He estado en otras unidades en otras provincias y nunca me he encontrado nada igual”, señala el portavoz de AUGC Málaga. Los guardias civiles suelen hacer dos prácticas al año, una por semestre. Ejercicios con arma corta, una ‘Beretta’ 9 milímetros Parabellum, y con arma larga, en este caso con un Cetme, un fusil de asalto. “Este lunes solo teníamos munición para la ‘Beretta’. Para el Cetme no teníamos balas, fueron tiros en seco”, aseguran desde la AUGC. Los últimos datos oficiales revelan que la plantilla de la Guardia Civil en Málaga asciende a 2.195 agentes. “Todos tienen que hacer sus prácticas en la base de Bobadilla”.
Varias asociaciones de guardias civiles denuncian que los accidentes durante los ejercicios de tiro “ocurren con más frecuencia de lo deseado” cuando se realizan en estas galerías improvisadas al aire libre. En primer lugar, porque la distancia entre un agente y otro no cuenta con “mamparas protectoras” y a veces las vainas incandescentes se introducen dentro de la ropa del compañero que está al lado, ya que vuelan varios metros tras ser disparadas. Además, los agentes tienen que soportar las condiciones climatológicas, al no disponer de un techo que les libre de calor, frío o incluso con lluvia en algunas ocasiones. “Al menos efectuamos los disparos con cascos, gafas y chalecos, medidas de protección básica”, explican desde AUGC.
Desde la asociación Independientes de la Guardia Civil (IGC) aseguran que, día de hoy, muchas de estas prácticas de tiro se realizan en canteras, muchas de ellas abandonadas y “perdidas de la mano de dios”. De hecho, han detectado graves deficiencias en campos de tiro en Álava, Valencia, Jaén, Gipuzkoa, Zaragoza, Toledo, Cádiz, León, Albacete, Cuenca, Málaga, Alicante, Madrid, Badajoz, Melilla, Murcia, Guadalajara, Segovia, Palencia y Huelva.