Sánchez se prepara para recibir el encargo del rey con sus principales socios en posición de combate

La batalla para la eventual investidura de Pedro Sánchez dará oficialmente el pistoletazo de salida este martes, cuando el rey previsiblemente designe al secretario general del PSOE como candidato a la Presidencia del Gobierno. Tras más de un mes de espera y de declaraciones cruzadas, el líder socialista recoge el testigo de Alberto Núñez Feijóo, que fracasó en su intento de ser investido la semana pasada, con sus principales socios en posición de combate.

En el marco de las negociaciones de los socialistas con los partidos, la vicepresidenta segunda en funciones y líder de Sumar, Yolanda Díaz, fue la última en advertir a Pedro Sánchez de que “aún está lejos” de alcanzar un acuerdo para reeditar el gobierno de coalición, algo que desde Moncloa veían hace un par de semanas como la parte más “fácil” dentro de los pactos de investidura con las diferentes fuerzas del arco parlamentario.

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Díaz trasladó este lunes al rey la voluntad de formar un gobierno progresista encabezado por Sánchez, pero en una rueda de prensa posterior a su encuentro con el monarca defendió que “formar parte del Gobierno de España tiene que ver con mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía de nuestro país”. “No nos conformamos con lo que hemos hecho estos cuatro años”, aseveró la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo.

Horas antes, el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, ya había dado la voz de alarma en relación al estado de las negociaciones con el PSOE. “Nos gustaría poder anunciar que el PSOE ya cuenta con nuestros votos, pero aún no es así”, declaró para exigir a sus actuales socios de coalición un programa de gobierno “ambicioso”. “Interpelamos al PSOE a acelerar esas conversaciones y desbloquear cuestiones fundamentales en las que aún estamos lejos”, remachó Urtasun.

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Desde las filas de Sumar ponen el foco en que su prioridad no es formar parte de un gobierno “si no es para avanzar; para consolidar ya hay otros partidos y también de derechas”, sostienen estas fuentes en relación a la premisa del PSOE con la que se presentó al 23 de julio. Así, entre las medidas que deben ser desbloqueadas, la formación de Yolanda Díaz destaca la reducción de la jornada laboral, la subida del salario mínimo, la financiación autonómica, el impulso de una Ley de cuidados, el avance hacia una fiscalidad progresiva o el control efectivo de alquileres.

Estas advertencias directas desde Sumar se añaden a la larga lista de pretensiones que el resto de potenciales aliados de Sánchez han trasladado a lo largo del último mes, especialmente las de ERC y Junts, cuya pugna por liderar las negociaciones del independentismo amenaza con encarecer el precio para apoyar una investidura del líder socialista.

En esta línea, cuando el debate sobre una posible ley de amnistía parecía encauzado en el seno del PSOE, ERC y Junts acordaron de manera conjunta en el Parlament que no apoyarían a Sánchez si no les garantiza las condiciones “para la celebración de un referéndum”. Cabe destacar que estas exigencias se hicieron en el marco del sexto aniversario del 1-0, y que obtuvieron respuesta por parte del PSOE y el PSC mediante un comunicado conjunto: “Un diálogo que ha de servir para superar la división y no para profundizar en la ruptura y la discordia que tanta tensión generó de forma estéril en Cataluña y en el resto de España. Por ese camino, no hay avance posible”.

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Por su parte, el PNV libra su propia batalla por la hegemonía en Madrid con EH Bildu, una situación que con las elecciones vascas previstas para el próximo año no pasa desapercibida en las negociaciones de cara a la investidura de Pedro Sánchez. El portavoz jeltzale en el Congreso, Aitor Esteban, trasladó al rey la posición de su partido ante el nuevo intento de investidura. Aunque no ofreció rueda de prensa tras su audiencia con el jefe del Estado, el lehendakari, Iñigo Urkullu (PNV) lanzó una advertencia horas antes en una entrevista. Y es que, a diferencia de la anterior legislatura, Sánchez va a “necesitar todos los votos todo el rato”, esto es, tanto para su investidura como para poder sacar adelante las iniciativas de un nuevo gobierno.

En otro orden de cosas, la diputada de Coalición Canaria en el Congreso, Cristina Valido, que apoyó a Feijóo la semana pasada, mostró su disposición a hablar con el PSOE tras su segunda reunión con el rey. De entrada, el partido canario tiene claro que “no apoyamos gobiernos con la extrema derecha ni con la extrema izquierda”, en relación a Vox y a Sumar. Tampoco le “gusta” la amnistía a los encausados por el procés catalán. Si bien, Coalición Canaria no quiere dar ningún paso en falso sobre si apoyaría o no a Pedro Sánchez. “Una vez el PSOE nos diga qué va a hacer y cómo lo va a hacer, si se acepta la agenda canaria en su integridad y se transfiere lo que nos debe, mi partido tendrá que decidir si es suficiente y cuál es la prioridad”, remató.

En este contexto, Sánchez se reunirá este martes con el monarca para trasladarle su voluntad de presentarse a una investidura. “Ha llegado el momento de la verdadera política. Ha llegado el momento de seguir adelante. Siempre adelante”, es el lema con el que los socialistas encaran las próximas semanas, en las que se decidirá si se revalida el Gobierno de coalición entre PSOE y Sumar con el apoyo de la denominada “mayoría plurinacional” o si hay repetición electoral el 14 de enero.