Plaga de chinches en Barakaldo y en París: qué hacer ante una picadura y por qué aparecen cerca de la cama

Las chinches llevaban más de medio siglo sin aparecer entre las preocupaciones cotidianas. Sin embargo, parece que esto también está cambiando. El periódico Daily Mail informaba hace unos días de la aparición de una plaga de chinches en el transporte público de París. De este modo, estos insectos han empezado a reproducirse entre las tapicerías de los asientos de autobuses, trenes y vagones de metro. Y lo que es más, se estima que una décima parte de los hogares franceses han tenido algún problema de chinches durante los últimos años.

Esta situación no es única de la región francesa. Por contra, durante las últimas semanas, varios vecinos de Barakaldo, y concretamente del barrio de Cruces, han reportado la presencia de plagas de chinches en sus hogares. Así mismo, El correo de Bizkaia informaba de que son muchos los que están intentando zafarse de ellos a través de diversas estrategias.

Sin embargo, nada parece poder con estos insectos. El miedo a las ampollas, a las erupciones e incluso a las reacciones alérgicas provocadas por sus picaduras, en paralelo al malestar psicológico ocasionado por su presencia, está causando un intenso malestar entre la población. No obstante, desde las autoridades advierten de que sus picaduras no suponen un problema para la salud. En este sentido, bastaría con lavar la picadura con agua y jabón para aliviar el picor.

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Las chinches se alimentan de la sangre de humanos y animales. Además, la presencia de estos pequeños insectos es enormemente angustiosa para las personas. Son movedizas y se esconden con facilidad. Por eso, si se pretende evitar que se instalen en las habitaciones de los hogares, es importante sellar los huecos que pueda haber en las casas, así como mantener una limpieza frecuente y lavar la ropa a alta temperatura. Además, también se recomienda revisar las almohadas y las fundas de cama.

En este sentido, las chinches son conocidas por ser un animal viajero. Por tanto, pueden aparecer en cualquier lugar y moverse a través del equipaje de los turistas. Así, es frecuente que de la ropa de un viajero, pasen a la residencia habitual de este último. Entre tanto, a la hora de llevar a cabo las labores de desinfección, hay que tener en cuenta que no hay una única variedad de chinche. A continuación se mencionarán los tipos de chinches más comunes.

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• La chinche de cama: es la especie más conocida. Es de color marrón rojizo y alcanza su mayor actividad durante la noche. Se esconde entre las grietas de las paredes y en las hendiduras de los muebles y colchones. Su picadura no causa enfermedades, pero sí molestias y problemas de estrés.
• La chinche besucona: En su caso, su picadura es indolora, pero puede llegar a ser mucho más grave de la de la chinche de cama. Y es que esta chinche es portadora de la enfermedad de Chagas, una enfermedad parasitaria que puede causar problemas cardíacos y digestivos.
• La chinche verde: este tipo de chinche se alimenta de la savia de plantas y cultivos, por lo que no suponen una amenaza para los seres humanos. No obstante, sí es considerada un problema para la agricultura.
• La chinche asiática: Es de origen asiático, pero se ha extendido a otras partes del mundo. Esta chinche desprende un líquido muy maloliente aunque, al igual que en el caso anterior, tampoco supone una amenaza para los seres humanos, ya que se alimenta de plantas y cultivos.

Las chinches de cama, que son las más frecuentes de encontrar en los hogares, son fácilmente confundibles con las cucarachas, puesto que tienen una forma y un color muy similar. Sin embargo, mientras que las antenas de las chinches son cortas y gruesas, las de las cucarachas son largas y delgadas. Paralelamente, las cucarachas tienen un abdomen con estructura en forma de cola y las chinches tienen una forma bastante más ancha. En su caso, tienen una forma similar a la de unas alas desde el costado de la cabeza.