Esta vez sí se van con los deberes hechos. La Real Sociedad llegaba a su segundo partido de Champions con la moral subida después de imponerse en el derbi vasco por un 3-0, donde los de Imanol Alguacil desplegaron un juego incontestable. Los vientos jugaban a favor de los donostiarras y eso se notó sobre el césped. Antes de que se cumpliera la primera media hora de partido, ya habían conseguido imponerse en el marcador con una cómoda ventaja. Oyarzabal y Brais Méndez fueron los encargados de certificar la victoria de los vascos, que se enfundan sus primeros tres puntos en la competición de la orejona, después conseguir un empate frente al Inter en su estreno en Champions que supo a poco.
Con una situación distinta acudían los hispalenses a su segundo encuentro de Champions. Llegaban de perder frente al Barça por un escaso 1-0, aunque previamente había empatado a comunicados. Los hispalenses dejaron los sillones varios en el palco culé después de que el caso Negreira azotara de nuevo al Barça y lo aproxime al banquillo de los acusados. Sin embargo, sobre el césped la película fue distinta, Sergio Ramos condenó al Sevilla con un gol en propia puerta. Ahora, llegaban a la competición internacional con ansias de victoria, de llevarse a casa sus primeros tres puntos, pero fue imposible. Al igual que ocurrió durante su debut en Champions, no consiguieron pasar de un empate frente al PSV. Eso sí, el encuentro estuvo marcado por la polémica: un gol anulado, un polémico penalti y un tanto de los holandeses en el minutos 95.
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La superioridad donostiarra
Férreos, con solvencia y acertados. La Real salió lanzada en los primeros 45 minutos. Tenían claro que querían cerrar el marcador cuanto antes y asegurarse los primeros tres puntos en competición. Dicho y hecho. Mikel Oyarzabal, Kubo y Brais Méndez, el dream team de los de Imanol Alguacil, fueron los encargados de hacer que las cosas funcionaran sobre el césped. Los donostiarras fueron superiores durante todo el encuentro, pero lo de la primera parte fue de otro mundo. Probaban y las cosas salían y así, en el minuto 7, Méndez cedió el balón al 10 de la Real Sociedad, que en poco más de dos pasos se plantó en el área y vio un hueco entre los defensas y la portería para enviar el balón al fondo de la red.
El segundo tanto llegaría tan solo 20 minutos después. Kubo mete un pase a Méndez en dos defensas para que el número 23 de los donostiarras cabalgara con el balón en los pies hasta el área contraria, donde sorteó a dos defensas y metió el balón entre los tres palos de la portería de Schlager. La noche se ponía a favor de los vascos que no dudaron en disfrutarlo y hacer disfrutar a los allí presentes con su juego. Los Imanol ya está líderes de su grupo empatados a puntos con el Inter que también suma cuatro puntos tras imponerse ante el Salernitana por un 0-4.
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Los tres puntos se vuelven a desvanecer para el Sevilla
Los hispalenses todavía no conocen la victoria en Champions. Esta es la segunda vez que vuelven a dejar el marcador en tablas, la primera fue frente al Lens en el Sánchez Pizjuán. Esta vez fue la polémica la protagonista del encuentro con un gol anulado, un polémico penalti y varias jugadas dignas de debate. Nada más comenzar el partido, los de Mendilibar parecía que tenía las cosas claras, buscar a su killer: Lukebakio. Y así fue, pero las cosas no acaban de cuajar y tras los primeros minutos, los holandeses le dieron la vuelta al juego, esta vez eran ellos quienes comenzaban a crear peligro y acercarse a la portería de Nyland mientras los sevillistas empezaban a estar cada vez más incómodos sobre el terreno de juego y poco competitivos como parar poder imponerse en el marcador. La noche se preveía difícil para los hispalenses.
Al poco de comenzar los segundos 45 minutos, la situación podría haberse puesto de cara si no fuera por un gol de anulado a Pedrosa por mano. Los minutos siguieron pasando y no fue hasta el 68 que Gudelj abrió el marcador gracias a una asistencia de Sergio Ramos. El Sevilla empezaba a soñar con esos tres puntos, parecía posible. Entraban en los último 10 minutos, y de Jong de penalti empató el encuentro. Pero los hispalenses todavía tenía muchos que decir y En-Nersyri remató un centro de Juanlu que mandó al fondo de la red. De nuevo los nervios volvían a escena ya que cada vez quedaba menos para el final del partido pero las ocasiones de peligro seguían sucediéndose y, entonces, el reflectante mostró el peor escenario: 8 minutos de añadido. Y, efectivamente, el tiempo extra condenó a los de Mendilibar que vieron como se les escapaban los tres puntos tras un gol de Teze en el 95. El Sevilla empieza a complicarse la eliminatoria y ocupa el tercer puesto de su grupo con dos puntos.