La alianza contra el cambio climático muestra su fuerza antes de una COP28 abocada al bloqueo: “La industria petrolera sabe que su negocio está acabado”

La Cumbre realizada en Madrid este lunes y sus aspiraciones a reducir las emisiones contrastaba con las palabras del presidente de la próxima COP, dirigente de una petrolera árabe

Invitados a la Cumbre del Clima y la Energía organizada en Madrid. (Fotos del MITECO)

Un choque de posturas tenía lugar, casi de manera simultánea, en dos puntas muy alejadas del mundo. En Madrid, la Cumbre del Clima y la Energía reunía a varios países de todo el planeta con el discurso claro de una descarbonización total y la reducción de emisiones para que la temperatura de la Tierra no suba 1,5º de media, objetivo trazado en los Acuerdos de París y que aún no ha podido consolidarse.

Al mismo tiempo, en El Cairo, el presidente designado de la Cumbre del Clima COP28 —la cumbre anual donde se revisan los planes contra el cambio climático con colaboración mundial— y jefe de la petrolera estatal emiratí (ADNOC), Sultán Al Yaber, aseguraba que la industria del gas y petróleo pueden ser “una parte central” de la solución a la crisis climática. Su presencia y su figura de presidente en la próxima cumbre no es del agrado de la comunidad científica y este tipo de palabras no ayudan. El gas y el petróleo son el problema y Al Yaber prefiere obviarlo.

Algo no va bien cuando una parte de los protagonistas para la reducción de emisiones hace oídos sordos. Quedan poco más de 50 días para la próxima Cumbre del Clima, la COP28, y los Acuerdos de París para impedir que la temperatura global media de la Tierra aumente 1,5ºC aún son una quimera. Es necesaria la reducción de los gases efecto invernadero en un 43% para 2030 y la idea de la próxima reunión es arrancar propuestas de descarbonización y políticas más intensas para combatir los efectos del cambio climático. Pero todas estas aspiraciones chocan con posturas inamovibles del beneficio económico inmediato. La propia Teresa Ribera apuntaba a la importancia del “consenso” este lunes.

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El representante de la COP28 en la Cumbre de Madrid apuntaba que es un “momento crítico” de la situación climática y que son necesarios hacer progresos “urgentes”. El vocal requería limitar las excusas, pero el panorama actual revela una profunda fractura que aleja a los países de los objetivos necesarios para reducir los efectos del cambio climático. La industria del petróleo y del gas no va a negar la emergencia, pero tampoco van a abrir las puertas a su desmantelamiento, el camino que requiere la descarbonización.

Catherine Abreu, directora de Destination Zero, una de las plataformas que más presencia mediática ha tenido en la cumbre de Madrid, asegura a Infobae España que “no hay un choque total de posiciones” entre quienes abogan por la reducción de emisiones y quien lo impide, ya que “el consenso mundial es mayor que nunca sobre el hecho de que cumplir la promesa del Acuerdo de París requiere una eliminación gradual ordenada de todos los combustibles fósiles y una rápida introducción de las energías renovables y la eficiencia energética”.

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Sin embargo, la canadiense sí encuentra conflicto en las palabras del presidente de la COP28: “Las empresas de combustibles fósiles no serán parte de la solución hasta que las regulaciones gubernamentales las obliguen a ser parte de la solución. Llevamos más de 30 años esperando que la industria de los combustibles fósiles aborde el cambio climático con la bondad de su corazón. En cambio, han gastado décadas y miles de millones de dólares negando la ciencia climática, retrasando la política climática y engañando al público. Si queremos aprovechar parte de la riqueza que están acaparando las empresas de combustibles fósiles para financiar la transición y hacer que las empresas de combustibles fósiles rindan cuentas de sus propios planes de descarbonización, la única manera de hacerlo es mediante la regulación gubernamental. El mercado no se va a solucionar este problema por sí solo”, asegura Abreu.

Transición hacia las renovables

Las palabras tan diferentes dichas en Madrid y en El Cairo son el fiel reflejo de las aspiraciones que hay en torno a la COP28. “Esta cumbre es una catástrofe ambiental programada y justamente por eso 130 representantes del parlamento de EEUU y del parlamento europeo pidieron oficialmente que el sultán no fuera presidente de la COP28. Ya en la COP27, la presencia de los lobbys de la energía fósil nunca había sido tan masiva. Saben que su negocio está acabado y están retrasando la fecha”, sostiene Agnes Delage, divulgadora científica sobre la crisis climática y parte de Extinction Rebellion.

Pese a todo, Abreu es optimista y asegura que “el hecho mismo de que tantos ministros se hayan reunido hoy en Madrid para mantener un diálogo franco sobre el fin de la era de los combustibles fósiles y la transición a las energías renovables son indicativas de la gran coalición emergente que presionará para que nuestros tratados climáticos reconozcan finalmente la causa de la crisis climática en la COP28 en Dubai en diciembre”.

Por su parte, Mar Asunción, responsable de clima y energía de WWF, considera que la cumbre de Madrid ha servido para, de nuevo, mostrar un frente común que luego costará visibilizar en la COP28: “La sociedad civil ha dejado claro en esta cumbre que no basta que con triplicar las energías renovables y duplicar la eficiencia energética, sino que debe ir acompañada de la eliminación justa y equitativa de todos los combustibles fósiles, con el compromiso de movilizar los flujos de financiación necesarios y de eliminar las subvenciones a los combustibles fósiles”.

Que la próxima COP28 pueda ser agridulce o tener bloqueos por parte de los lobbies de los combustibles fósiles no resta para que esta próxima cumbre del clima sea significativa, puesto que la sociedad civil ya demanda cambios, y con premura: “La transición energética es complicada, y se complica aún más por la velocidad con la que debemos avanzar debido a décadas de retraso. Un acuerdo global sobre el paquete de transición energética en la COP28 pretende enviar una señal a los países para acelerar el trabajo y la colaboración internacional en este complicado tema. Está claro que para los países en desarrollo, en particular, la cuestión principal girará en torno a cómo acceden a la financiación necesaria para financiar esta transición. La mayor parte de la financiación de la energía limpia se destina actualmente al mundo desarrollado y a China. Todos los países tendrán que ver que pueden acceder a los recursos que necesitarán para hacer realidad esta transición”, zanja Abreu, directora de Destination Zero.

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