Igualdad lanza un decálogo para combatir el machismo en el deporte: “Debe ser un espacio seguro y libre de violencia”

Precariedad, menosprecios y violencia son solo algunas de las situaciones que viven con frecuencia las deportistas españolas, según ha reflejado el Instituto de las Mujeres en el informe Desigualdades de las deportistas de alta competición en España y medidas para la igualdad efectiva, donde también consta un decálogo de recomendaciones dirigido a administraciones públicas, federaciones, clubes deportivos y medios de comunicación para tratar de cambiar esa realidad.

Si hay algo que se repite como si fuera un mantra, ha asegurado durante la presentación el catedrático de Sociología y codirector del informe David Moscoso, es que “el deporte femenino no genera dinero, no interesa, y por eso no está ahí”, cuando el Mundial de Fútbol en el que la selección española se coronó campeona ha demostrado lo contrario, al igual que otros eventos deportivos que han recibido una buena respuesta por parte del público. “Es un círculo del que es difícil salir, por eso las administraciones deben ir por delante para que el deporte femenino esté donde merece estar”, ha indicado.

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Por su parte, María Martín, experta en género y deporte y codirectora del informe, ha destacado la importancia de “hacer del deporte un espacio seguro y libre de violencia”.

A la presentación del informe también ha acudido la secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, Ángela Rodríguez, que ha querido transmitir a todas las mujeres que en el ámbito del deporte han sufrido situaciones de violencia machista que “no están solas” y ha recordado que el 016 ofrece asesoramiento jurídico y atención psicológica “ante cualquier caso de violencia sexual, leve o grave”. Rodríguez también ha indicado que, a pesar de los avances en igualdad, “se puede hace mucho más” por parte de las instituciones. “No se está haciendo lo suficiente y tenemos que tomar la iniciativa las mujeres y hombres que estamos en política para que esta realidad cambie”, ha añadido.

El estudio, en el que han participado 16 mujeres deportistas de primera línea del deporte español y 5 responsables de organizaciones deportivas, muestra que tanto quienes compiten como las deportistas que cuentan con trayectorias consolidadas a nivel internacional coinciden en señalar que “el sistema deportivo español existe mayor desigualdad de género y machismo que en otros países desarrollados”. Si bien algunos problemas como no cotizar en la seguridad social como deportistas o la incorporación al mundo laboral una vez finalizada la carrera deportiva afectan tanto a mujeres como hombres, añade el informe, también se constata que en algunas ocasiones “las mismas discriminaciones tienen un mayor impacto sobre las mujeres deportistas”.

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Las desigualdades entre hombres y mujeres en la carrera de la alta competición radican en el desigual esfuerzo que han de realizar ellas para estar en lo más alto del rendimiento deportivo, añade el informe, cuyo trabajo de campo se realizó entre los meses de mayo a septiembre, la mayor parte antes de la celebración del Mundial de Fútbol Femenino.

La presión social que reciben las mujeres deportistas en sus años de adolescencia y juventud respecto a que “deben cumplir ese ideal cultural de emparejarse, ser madres y dedicarse al cuidado del hogar”, se traduce en muchas ocasiones en el abandono de su carrera deportiva, añade el informe.

Por otro lado, la investigación señala que las deportistas más jóvenes (de menos de 30 años) se han encontrado en sus trayectorias deportivas “con mayores márgenes de igualdad con respecto a lo vivido por las deportistas de mayor edad (más de 45 años), fruto del cambio social y la asimilación de una cultura de igualdad de género”. Sin embargo, entre las que pertenecen a otras cohortes (más de 45 años) la percepción es más negativa.

Entre las medidas que recomienda el Instituto de las Mujeres, organismo adscrito al Ministerio de Igualdad, para lograr la igualdad de género en el deporte destacan diez:

• Transversalidad y coordinación de la acción pública: aunar el esfuerzo común interadministrativo para aplicar la legislación en materia de igualdad y de deporte.
• Mejorar el compromiso político de las administraciones públicas y las organizaciones deportivas con la igualdad con el impulso de la acción pública, dotando de financiación, midiendo el impacto de género y modulando las subvenciones en función del cumplimiento de la legislación vigente.
• Deporte seguro libre de violencia, mediante la prevención y la actuación con protocolos antiviolencia, mecanismos de denuncia accesibles que proporcionen amparo jurídico y psicológico específico.
• Buen gobierno más igualitario, inclusivo y democrático: que asegure la presencia y voz de las mujeres en toda su diversidad, mediante el cumplimiento de las cuotas en puestos de toma de decisiones de ligas y federaciones deportivas españolas, así como el fomento del liderazgo femenino.
• Reparto más equitativo de los recursos que garantice la igualdad de trato y de oportunidades de las deportistas, a través de la equiparación de premios y primas, la implementación de los informes anuales de igualdad y medir el impacto de género de las inversiones que empleen fondos públicos.
• Promover la profesionalización de las deportistas mediante la mejora de sus condiciones laborales y el desarrollo de su carrera dual: regulación de competiciones y ligas profesionales, ordenamiento de convenios laborales, así como la promoción del asociacionismo, inspección laboral específica.
• Incorporar al deporte las diferentes condiciones de vida de las deportistas: eliminación de facto de las cláusulas antiembarazo, protección de la maternidad con ayudas específicas e iniciativas para fomentar la corresponsabilidad y conciliar la maternidad con el entrenamiento y la competición deportiva.
• Mejorar el reconocimiento y la visibilización de las mujeres en el deporte de alta competición para generar referentes y promover el patrocinio con mayor responsabilidad social, primando la partida presupuestaria pública a la promoción del deporte femenino, ampliando la colaboración público-privada y cumpliendo cuotas de pantalla.
• La formación es el cimiento sobre el que se construye la igualdad, tanto formal en la educación reglada universitaria y federativa como en la no formal, para las deportistas, profesionales y miembros de la comunidad deportiva. Con especial atención a las necesidades de las deportistas, la violencia de género y el entrenamiento basado en el conocimiento científico de las diferencias biológicas de las mujeres, como el ciclo menstrual, la maternidad o el RED-S, desde una actitud más abierta que elimine tabús.
• La hoja de ruta de la Comisión Europea para mejorar la igualdad de género en el deporte recomienda incorporar transversalmente la perspectiva de género, la interseccionalidad, la financiación, la educación, la comunicación y la evaluación, así como hombres aliados en seis áreas clave: participación, entrenadoras y profesionales, liderazgo, aspectos sociales y económicos del deporte, cobertura mediática y violencia de género.