En 1973 el director William Friedkin (recientemente desaparecido) dirigió una de las grandes películas de terror de todos los tiempos. El exorcista siempre estuvo rodeada de polémica y de una aura maldita, como si el rodaje y todos los que participaron en él quedaran de alguna forma marcados.
La historia es por todos conocida: Regan (Linda Blair), es una niña de doce años que comienza a sufrir una serie de cambios inexplicables en su cuerpo. Deja de ser ella misma (¿una metáfora de la aparición de los cambios hormonales?) para convertirse en otra cosa. Su madre, Chris McNeil (Ellen Burstyn) la someterá a un buen puñado de pruebas médicas, pero no servirán de nada, así que recurrirá a un sacerdote con estudios de psiquiatría, el padre Karras (Jason Miller) que confirmará que se trata de una posesión diabólica. Para su curación, cree necesario un exorcismo, para lo que recurrirá a la presencia de alguien experimentado en el terreno, el padre Merrin (Max Von Sydow).
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El tema musical mítico de Mike Oldfield procedente de su álbum Tubular Bells quedaría incrustado en el imaginario colectivo, así como un puñado de secuencias que forman parte de la historia del cine en las que los efectos visuales y de maquillaje de la época alcanzaron las más altas cuotas de depuración efectista, de manera que todavía hoy siguen impactando de la misma manera.
Una saga maldita que ahora se recupera
El exorcista creó una especie de saga dispersa y, de nuevo, condenada. Dos continuaciones que pasaron sin pena ni gloria y el intento por parte de Paul Schrader de realizar un ‘spin off’ para contar la historia del padre Merrin (esta vez, Stellan Skarsgard) y sus primeros encuentros con el mal que terminaron con la película secuestrada y la contratación por parte del estudio de un nuevo director, dando como resultado dos versiones, la original y la apócrifa de Renny Harlin.
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Dentro de ese contexto turbulento, coincidiendo con el cincuenta aniversario del estreno de El exorcista, la factoría Blumhouse se ha encargado de recuperar esta saga, al igual que hicieron con la de La noche de Halloween (con resultados bastante cuestionables) y el responsable de esta nueva película, que se presenta a modo de secuela, sería precisamente el mismo, David Gordon Green.
¿Y qué tendría de particular El exorcista: Creyente? Que recuperaría al personaje de la madre de Regan, Chris (Ellen Burstyn), como testigo de haber presenciado y sufrido en carne propia las consecuencias de una posesión demoníaca y dedicada a encontrar al espíritu que se introdujo en su hija.
En este caso, nos encontramos con un padre y una hija (también de 12 años). La madre murió en un terremoto en Haití y ambos han estado siempre juntos. Él se llama Víctor (Leslie Odom Jr.) y la niña, Angela (Lidya Jewett). Un día, la pequeña desaparecerá en el bosque con su mejor amiga, Katherine (Olivia Marcum) y regresarán sin saber lo que les ha ocurrido. Algo ha cambiado en ellas, al igual que le ocurrió a Regan.
Esta sería una de las nuevas películas que configurarían un nuevo universo dentro de El exorcista y que Blumhouse tiene pensado estrenar en los próximos años, con Ellen Burstyn como hilo conductor. En este caso, la película se estrena en cines, no se sabe si las siguientes pasarán directamente a screener, todo depende de la explotación comercial de esta película en sagas. Lo cierto es que tendremos ‘exorcista’ para unos cuantos años más. ¿Continuará la maldición?
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