Cuatro agentes fuera de servicio detienen a un pasajero por agresión sexual a una azafata en pleno vuelo Madrid-Cancún

El comandante solicitó la presencia de los dos policías y dos guardias civiles que iban en el avión después de que el individuo provocara diversos altercados

Guardar
El individuo fue detenido por dos agentes de la Policía Nacional y dos de la Guardia Civil fuera de servicio (Carlos Luján/Europa Press)
El individuo fue detenido por dos agentes de la Policía Nacional y dos de la Guardia Civil fuera de servicio (Carlos Luján/Europa Press)

“Tú no te vas a bajar del avión, de eso me ocupo yo” o “cuando salgamos del avión me voy a ocupar de vosotros”. Estas fueron algunas de las amenazas que lanzó un pasajero del vuelo WFL2501 Madrid-Cancún (México) que fue detenido por agresión sexual a una azafata por dos agentes de la Policía Nacional y dos de la Guardia Civil fuera de servicio. Los hechos ocurrieron el pasado 23 de septiembre, después de que el comandante solicitara la presencia de agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que viajaran entre los pasajeros, dado que este individuo estaba provocando altercados entre la tripulación y el resto de pasajeros.

Este martes, la Policía Nacional ha felicitado a través de su cuenta oficial de la red social X a los agentes por su intervención para reducir al pasajero en pleno vuelo tras la agresión sexual a una azafata, con varios tocamientos, y provocar un altercado a bordo mientras se bebía una botella de whisky. Estos participaron en la reducción por petición del piloto del avión, ya que “amenazaba la seguridad de la aeronave vapeando en pleno vuelo, agrediendo a varios pasajeros y miembros de la tripulación y amenazando a los agentes que se encontraban fuera de servicio”.

Te puede interesar: Detenido en Madrid un padre que violaba a su bebé y la ofrecía a otros pederastas para mantener relaciones sexuales

El hombre que provocó el incidente tiene 41 años, nació en Estados Unidos, mide 1,85 metros de estatura y es de complexión fuerte. Para reducirlo, los agentes utilizaron un lazo de seguridad y bridas de plástico facilitadas previamente por la tripulación. Los policías y guardias lograron identificarlo gracias al pasaporte que llevaba en un bolsillo. Además, encontraron en el bolsillo izquierdo de su chaqueta de chándal un encendedor y en el equipaje de mano un objeto punzante, en concreto, un destornillador de precisión en un neceser.

Abuso sexual, forcejeo y una detención con bridas de plástico

Entre los agentes que participaron en la detención se encontraba un policía nacional destinado en la UPR de la Jefatura Superior de Policía de Murcia y un oficial de la plantilla de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, adscrito a la Brigada Móvil de Zaragoza. También intervinieron un sargento de la Guardia Civil destinado en el Puesto de Valderrobres (Teruel) como comandante de puesto y otro agente del Instituto Armado, este último destinado en el Destacamento de Tráfico de Santander. Los cuatro viajaban en el vuelo junto a sus familiares con destino a Cancún.

Su actuación fue imprescindible para impedir que el detenido siguiera mostrando una actitud agresiva después de haber realizado tocamientos y proferido amenazas de muerte al personal de la tripulación y algunos de los 400 pasajeros de la aeronave.

Te puede interesar: Así fue el “cruel” asesinato homófobo de Samuel Luiz: la Fiscalía pide 121 años de cárcel para sus asesinos

Fue a mitad de trayecto y en pleno Océano Atlántico cuando se escuchó una locución recordando la obligatoriedad de cumplir las normas a bordo, reclamando la colaboración de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La tripulación explicó a los agentes que había una persona provocando un altercado en pleno vuelo mientras se bebía una botella de whisky que había introducido de forma ilegal y que había llegado a insultar y amenazar a otros pasajeros, llegando a agredir con varios puñetazos a uno de ellos.

Este pasajero también amenazó con encerrarse en el baño con un encendedor y provocar algún tipo de incendio o hacer saltar los sensores de fuego, con la consiguiente situación de riesgo que podría generar. Asimismo, una azafata había sido víctima de tocamientos por parte de este individuo. Los agentes localizaron al responsable del incidente sentado en la última fila de asientos, en un lugar que no era el que le correspondía y usando un vapeador, otro elemento prohibido por cuestiones de seguridad.

Este reaccionó de forma brusca, por lo que se inició un forcejeo con los agentes, que consiguieron reducirle e inmovilizarle pese a su resistencia. Tuvieron que recurrir a un lazo de seguridad y bridas de plástico facilitadas previamente por la tripulación. Las cinco horas restantes del vuelo, los agentes se encargaron de la custodia del detenido. Al aterrizar en el aeropuerto de Cancún, la Guardia Nacional de México se hizo cargo de este individuo.

Guardar