El colectivo de las personas de más de 52 años es uno de los más vulnerables en España, sobre todo cuando se quedan sin trabajo, puesto que tienen más complicado conseguir un puesto en el mercado laboral. Las instituciones públicas, conocedoras de la situación, contemplan una serie de ayudas especiales para los trabajadores de este grupo de edad. Además de tener derecho a la habitual prestación por desempleo, el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) les concede un subsidio específico de 480 euros mensuales hasta que encuentren un empleo o alcancen la edad de jubilación.
El Ministerio de Trabajo, liderado por Yolanda Díaz, cifra en 430.903 personas el número total de beneficiarios. Las personas que tienen más de 52 años y han perdido su puesto de trabajo pueden cobrar este subsidio, cuyos términos están bastante acotados para evitar cualquier tipo de conflicto legal. De hecho, muchas personas han perdido esta ayuda por motivos tan diversos como la falta de información o la devolución de los abonos indebidos. La prestación es compatible con otros ingresos y tiene una gran ventaja, puesto que los beneficiarios pueden seguir cotizando para su futura pensión.
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Los interesados en solicitar este subsidio tienen que estar inscritos como demandantes de empleo en los registros de la Seguridad Social y no pueden abandonar el país por motivos laborales en los primeros 12 meses de programa. Los ciudadanos tampoco pueden compaginar este subsidio con las prestaciones por maternidad o paternidad y deben presentar cada año la declaración de la renta. Si la administración competente detecta alguno de estos errores, puede ordenar la suspensión del ingreso.
Libertad para organizar la jubilación
En estos momentos, la cuantía del subsidio para mayores de 52 años es de 480 euros al mes. Los beneficiarios pueden cobrar esta prestación incluso después de haber agotado el paro y hasta alcanzar la edad ordinaria de jubilación, que actualmente se fija en los 66 años y cuatro meses, salvo para aquellas personas que tienen más de 37 años y seis meses cotizados, que pueden acceder al retiro con 65 años. El subsidio en cuestión entró en vigor hace cuatro años con el objetivo de reemplazar la antigua partida para mayores de 55 años.
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Con la anterior normativa, que estuvo en vigor hasta el 12 de marzo de 2019, los beneficiarios estaban obligados a aceptar su jubilación anticipada si legalmente se cumplían los requisitos para ello. De este modo, los trabajadores perdían derechos y recibían una pensión más reducida. Pero las cosas han cambiado. Los trabajadores ahora pueden elegir voluntariamente entre mantener el subsidio hasta alcanzar la edad ordinaria de jubilación o, llegado el momento, anticipar el retiro. Para solicitar la jubilación anticipada, no obstante, tienen que darse una serie de circunstancias, tanto en el cómputo de años cotizados como en la situación laboral del interesado. El subsidio para mayores de 52 años se puede solicitar en cualquier oficina de empleo y también de forma online a través de la sede electrónica del SEPE.